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LA PLATA

Palabras del Gobernador Kicillof durante la firma de un convenio para facilitar trámites de clubes de barrio y organizaciones civiles

Martes 22 de Octubre 2024

Buenos días a todos y a todas. Estuvimos hoy en el Hospital Rossi poniendo un tomógrafo; sería el tercer tomógrafo en la Región Capital, en La Plata. Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero tengo que decir que la Ciudad de Buenos Aires tiene 2 tomógrafos y son privados, y la provincia de Buenos Aires, en su capital, tiene 3 tomógrafos públicos, gratuitos y para todos y todas. Dos modelos.

Me parece importante decirlo porque hoy también estamos haciendo algo que es supletorio, compensador de la ausencia que tenemos del Gobierno nacional. Yo voy a ser muy respetuoso porque somos una multitud y cada uno tendrá sus preferencias políticas. Estoy seguro de que cuando alguno votó al que hoy es Gobierno nacional no sabía, probablemente, que si se venía una epidemia iba a decir “me lavo las manos”, que si había un tornado, como tuvimos en Bahía Blanca, iba a decir ”arréglense con lo que puedan”, que la salud y la educación, es problema de las provincias y que de la seguridad se ocupen las provincias. Porque la verdad que, lejos de facilitar, nos está dificultando la vida a todos. Hoy estábamos en el hospital, con la directora, que me decía que le subió 30 por ciento la demanda en los consultorios. Atención, clubes de barrio. 

Estuvimos el otro día en el club Deportivo La Plata. Y hubo un accidente, un problema con una señora que terminó en el hospital público y en el sistema de salud. ¿Qué me dice la directora del hospital? Que la demanda subió 30 por ciento. Y uno dice “¿Qué pasó con la gente, se empieza a enfermar un 30 por ciento más por los tuits que ponen, por la violencia?” No. El problema es que no se lo pueden pagar por privado. Muchísima gente que antes resolvía algo por privado o por la prepaga, hoy no lo puede pagar, entonces va al hospital público. Fíjense qué enorme paradoja, porque estamos ante un gobierno que dice: “Que todo lo resuelva el mercado y los privados” y, sin embargo, nadie prohíbe ir a un consultorio privado. Esto lo muestra fácilmente. 

El problema con lo privado, con el sistema comercial, con el sistema que se mueve por las ganancias, es que hay que pagarlo, y no todos lo pueden pagar. Entonces no es que todo lo resuelve el mercado, lo resuelve el mercado para el que tiene el poder adquisitivo. Para el que no tiene los recursos económicos, no tiene la guita y se queda afuera, se queda afuera del mercado y del sector privado. Esto es lo que está pasando, no es una opinión. Están yendo al hospital público ¿en qué situación? Con una crisis económica que le deja mucho menos recursos a las provincias, y con un Gobierno nacional que asumió y dijo: “Yo voy a aplicar la motosierra”, que era para la casta, que era para no sé quién, pero ¿para quién fue? Para los jubilados, para las provincias, no para el gobernador, fue para los y las docentes de la Provincia, para los patrulleros de la seguridad de la Provincia, para el transporte de la provincia de Buenos Aires. 

A mí que me hagan lo que quieran, el problema es el pueblo de la provincia de Buenos Aires, a la que le están sacando sus recursos, y esto lo advierto porque se va a notar cada vez más. Por eso, el hospital tiene un 30 por ciento más de demanda. Nosotros tenemos 100 hospitales de la provincia de Buenos Aires, 100 hospitales para atender, con los problemas que ya había, necesitaríamos 30 más, hacer 30 hospitales nuevos para agarrar todo lo que nos tira esta política económica. Pero ¿qué pasa? Sin recursos, porque la crisis impide, lo ven ustedes con la cuota del club, con todo, es más difícil. Pasa con todo, entonces no hay recursos y el Gobierno nacional nos corta todo y nos tira todo por la cabeza.

Porque parece que todo tiene que ser responsabilidad de los gobiernos provinciales. Los hospitales, la salud, la educación, todo para los gobiernos provinciales sin recursos, esa es la situación que tenemos. Y lo menciono, porque hoy ha sido un día de emoción, ¿saben por qué? Porque se viene, probablemente, una epidemia de dengue. Dios quiera que no. Ya tuvimos el año pasado la peor de la que tengamos registro, pero ¿qué problema hay con el dengue? Si te contagiás dos veces, ustedes saben que se vuelve muy grave. ¿Y qué pasa? Hay un solo laboratorio que tiene vacunas, ya no hay vacunas. Hoy me decían en el hospital que alguien se fue a vacunar a la farmacia, con lo que sale la vacuna, y le dijeron que la segunda dosis no se consigue.

¿Esto cómo se resolvía? Con un Gobierno nacional saliendo masivamente a comprar todas las vacunas que se necesitan, pero más que eso, estableciendo una política de vacunación y una campaña de prevención, de descacharreo. Que le explique a la gente qué tiene que hacer, cómo es. El año pasado no teníamos ni repelente, entonces hay que tener planificación, previsión. ¿Una epidemia de dengue la puede resolver un club de barrio? No. ¿Lo puede resolver un municipio? No. ¿Lo puede resolver una provincia? No. Tiene que haber un Gobierno nacional, no es optativo.

Si no hay Gobierno nacional, entonces cada provincia se arregla como puede. Hoy hay muchas que ni pudieron comprar vacunas porque no se adelantaron, que no tuvieron campaña. Es un caos lo que están generando realmente, estar en una epidemia, y lo digo con toda esta responsabilidad que uno tiene, que nosotros necesitamos que ante estas cuestiones cada uno se haga cargo de lo que tiene que hacerse cargo. Nosotros estamos sustituyendo a un Gobierno nacional que se borró, se las tomó y hoy estamos dando la primera vacuna de dengue. Medio millón de vacunas con esta situación económica, compradas por el Gobierno provincial. 

La provincia de Buenos Aires compró más que todo el país junto, y así y todo, probablemente, necesitemos más. Son situaciones, realmente, de mucha angustia. Sé que se puede en lo privado, en lo personal, cada uno con sus líos. Y después, ¿a dónde va la gente cuando no tiene para pagar? Va al hospital. Me decían hoy y disculpen la gravedad de esto, que hay pacientes a los que les dan el alta y no se quieren ir porque no tienen para comer en la casa. Y uno no quiere decir que veníamos del paraíso, pero cada uno sabe su situación, lo que está pasando, lo que era complicado se agravó, lo que ya estaba muy mal es un desastre total. Vuelven al comedor del hospital después de volverse a la casa.

La verdad que son cosas muy trágicas, muy tremendas, que no tendrían por qué estar pasando. Yo les digo la verdad, sacrificio inútil, no tendría por qué estar pasando, y empiezo con esta introducción, porque con los clubes también viene esta onda. 

Quiero decir una sola cosa, los clubes de nuestra provincia de Buenos Aires son una institución fundamental. Yo he recorrido de punta a punta toda esta provincia y los clubes son un lugar de pertenencia, un lugar de afecto, un lugar de cuidado, todo lo que falta en la crisis económica. Y lo que quiero decir es que los clubes de la provincia de Buenos Aires —diga el presidente de la Nación lo que se le cante— son de los socios y son de los vecinos y las vecinas. No están en venta; no queremos millonarios, extranjeros, que vengan a comprarnos nuestros clubes de fútbol, esa lógica. Además, dice “Te vamos a privatizar el fútbol”. ¿No se enteraron? Campeones del mundo somos, funciona nuestro sistema con ustedes que son los semilleros en todos los deportes, la verdad que es importantísimo el papel que cumplen los clubes. 

Y ¿qué problema teníamos? Que si el Estado quiere asistir, pero más que eso, que si el club quiere expandirse, quiere tener alguna otra actividad, necesita tener los papeles en regla. Ustedes lo saben. Y ahí está, el mercado lo soluciona, ¿no? El mercado, la mano invisible, Adam Smith, todos esos lo solucionan; lo que pasa es que tener los papeles en regla sale un millón de pesos y si vivís en Olavarría, hoy estamos en la Región Capital, estamos cerca, relativamente porque Punta Indio, Brandsen, Magdalena, están más lejos de acá. Pero un millón de pesos, entonces los clubes no pueden tener su libro, no es que estén haciendo algo raro, es que tienen que contratar, a veces, a un contador, comprar el libro, certificar la firma.

Sabemos lo que es, todo para nada, solo para estar burocráticamente en regla, pero se necesita porque después si no estás en regla, hay cosas que no podes hacer. En la pandemia lo vivimos, dijimos: “Vamos a asistir a los centros culturales, a los clubes de barrio”. Pero para eso, el Estado no puede asistir a alguien que dice “yo tengo tal cosa”, tiene que estar conformado, tiene que estar en regla y ahí vimos toda esta dificultad también, por eso es importantísimo, por eso con este convenio, a través de este convenio ustedes van a poder hacer los papeles que necesitan de forma gratuita en los municipios. De forma gratuita se van a poder regularizar los trámites administrativos y nos va a permitir de esa manera tener el sistema en regla y teniéndolo en regla también, diseñar políticas que sean más eficaces. 

Necesitamos más que nunca a los clubes de barrio, necesitamos más que nunca a todo aquel que tiene, yo lo vivo pero se ve en toda la Provincia de Buenos Aires, gente laburadora, que deja parte de su tiempo, en general lo hace como una actividad secundaria, lateral y va todos los fines de semana y se dispone a todo el trabajo que implica esa convivencia. Eso no sé con qué plata se puede equiparar, no es un tema económico, para los que no lo terminan de entender que hay cosas que no se compran y se venden, y que no son para ganar dinero, que no son para hacerse más ricos, que no todo el mundo es como ellos. Por lo menos yo no soy como ellos, la cosa no pasa por enriquecerse, el éxito no es llenarse de guita, las mejores personas del mundo no son los millonarios extranjeros. Le cambio 100 horas con Elon Musk por 20 minutos en un club de barrio viendo esas cosas que pasan todos los días, cómo se contiene, cómo se generan lazos y redes afectivas, cómo se generan, a veces, amistades que duran para toda la vida, fanatismos. 

Es una vida que hace a nuestro pueblo, que está por fuera —me animo a decir— prácticamente de la lógica del mercado. Hay que comprar y vender cosas, pero esto no está impulsado por la ganancia. Ese es el tema del hospital de hoy, es el tema de nuestras escuelas públicas, es el tema de los clubes, no todo está movido por el beneficio. No toda acción humana tiene fin de lucro. No todo esfuerzo termina en la cuenta bancaria. No todo sacrificio es para forrarse. No es así.

Hay una parte de las relaciones que nos determinan que no tienen que ver con eso, entonces los que entienden todo como si fuera una timba financiera, piensan que todo es ver qué ventajas sacás. Te dicen que todo tiene que ser competencia, que lo mejor que puede pasar es la competencia, que eso resuelve todo en la vida, pero se entiende la competencia como pisarle la cabeza al otro, como ganarle y aplastarlo, como quedarte con lo que el otro no llega, como un solo premio para uno, y que entonces hay que ver cómo hacés para llevártelos puestos. Y la verdad es que en nuestros clubes de barrio todo el tiempo hay competencia, pero lo que se enseña es que competir no es erradicar al otro, que competir no es pasarle por encima.

Les prometo, porque soy economista como todos saben, leí, estudié esto, estas categorías no están en la Escuela Austríaca, no son de los libros liberal libertarios, no son anarcocapitalistas, es otra cosa. Pero es la vida de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, de nuestra Provincia. En cada rincón de la provincia, los centros culturales, los emprendimientos, los clubes de barrio, la sociedad de fomento, los comedores, bueno, todo esto hace a una provincia que todos dicen es la más rica, la que más produce, pero está mal distribuido. No pasa en la provincia de Buenos Aires nada más, pasa en la Argentina, como pasa en Latinoamérica, como pasa en los países desarrollados, como pasa en todo el mundo, eso no lo hace al mercado solo, el mercado concentra, centraliza.

Termina siendo mucho para pocos y poco para muchos. Es una lógica que tiene el mercado. Yo no estoy hoy discutiendo cómo funciona nuestra sociedad, que es así, lo que sí digo es cómo podemos hacer, qué actividad podemos tener, qué esfuerzo podemos poner cada uno de nosotros para que nuestra sociedad sea un poquito más justa. Y esto pasa en los clubes de barrio con trabajo voluntario, no remunerado, lo mueve el afecto, los mueven los vínculos, es otro mundo. Difícil de explicar en un modelo económico de ecuaciones y, sin embargo, es lo que nosotros necesitamos. 

Por eso, estoy muy contento de poder avanzar con esto. Nos va a permitir coordinar con los intendentes, coordinar con cada una de las asociaciones, la provincia de Buenos Aires tiene una enorme riqueza que no es solo material, es la riqueza que está conformada por estos vínculos, está conformada por estos, a veces, abnegados sacrificios de personas anónimas, que no lo hacen ni por la guita ni por el bronce, ni por la plata. Lo hacen para contribuir un poco a sus vecinos y vecinas, y creo que en la provincia de Buenos Aires tenemos que hacer lo imposible para que esta actividad, ahora que es más necesaria, porque en momentos de crisis es necesario que tengamos las puertas abiertas, que tengamos los brazos abiertos, que permitamos que se acerque más gente, más pibes y pibas, que si no, no tienen pertenencia, o sienten que no tienen un futuro y no tienen un destino. 

Esto que es casi mágico y que ocurre todos los días en todos los puntos de nuestra provincia, desde el Gobierno provincial lo queremos promover y lo queremos acompañar. Muchísimas gracias a los intendentes, también. La Región Capital desde que se conformó como región, ya lo vamos a hacer en el Legislativo también, da resultado tras resultado, el trabajo conjunto de los intendentes, la verdad que no puede ser una línea en el mapa lo que separe lo que la gente unió.

Agradecido y a la espera de que con una situación adversa sepamos que nada es para siempre. Que hace falta estar bien juntos, espalda con la espalda, agarrados de la mano, ayudando al que le va peor porque hay pocos que la están pasando bien.

Este ajuste, disculpen pero lo tengo que decir, no es para todos. Los jubilados sí, los laburantes sí, los estudiantes sí, las universidades sí. Se están haciendo inmensos negocios en Argentina, se desencadenó una bicicleta, una timba financiera como hubo pocas veces. Leía notas, a economistas de la derecha que han acompañado a este Gobierno, y al gobierno de derecha anterior, denunciando la timba financiera que armaron. No es tan complejo el mecanismo. Te dicen que el dólar sube 2 por ciento y la tasa de interés está 4 por ciento, pensás un rato, traés dólares acá, los cambiás por pesos, los ponés a interés y como sabés cuánto va a estar el dólar, te llevás los mismos dólares más un interés que no se gana en todo el planeta. La tasa de interés en dólares certificada y garantizada por el Estado, por Milei, es la más grande del mundo. 

Por eso digo que los impuestos, los sacrificios de los bonaerenses, aportamos el 40 por ciento de todos los recursos nacionales y recibimos el 7. Así que esa tima financiera, que se quieran llevar lo de Vaca Muerta, es con la de ustedes y con la muestra. Ojo, que los estamos mirando, los estamos viendo. Falta en el club de barrio, está en la mesa de dinero. No se crean que se desvanece en el aire, la que falta está en algún lado. Por eso, yo creo que es un sacrificio inútil, así que a seguir trabajando. 

Acá en la provincia de Buenos Aires también tuvimos una elección, ganamos por una diferencia considerable, 20 puntos de diferencia, y nos votaron para más salud, más educación, más trabajo, más producción, más deportes, más clubes de barrio, para eso nos votaron, así que cumpliendo también con nuestro mandato.

Muchísimas gracias.