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Privados de la libertad de una cárcel de San Martín fabricaron 2.800 tapabocas para que distribuya el Padre Pepe

Los elementos de protección serán donados a vecinos de asentamientos de la localidad de José León Suárez.

Viernes 5 de Junio 2020
Privados de la libertad de una cárcel de San Martín fabricaron 2.800 tapabocas

En el marco de las actividades solidarias que se desarrollan en las cárceles bonaerenses frente a la pandemia de coronavirus, un grupo de internos de la Unidad 48 San Martín dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) confeccionó 2.800 tapabocas y los entregaron hoy para donar a los vecinos de los barrios carenciados de la zona a través del Padre Pepe.
La iniciativa, que tendrá continuidad, es coordinada por autoridades penitenciarias en conjunto con la fundación del cura José María Di Paola, más conocido como el Padre Pepe, referente de los curas villeros, quien desempeña su tarea pastoral asistiendo a esas poblaciones carenciadas. 
Los tapabocas, 1.000 de ellos para niños, serán llevados por medio del Padre Pepe a las parroquias Inmaculada Concepción, San Juan Bosco y San Cayetano de la localidad José León Suárez del partido de General San Martín.
“Estamos fabricando tapabocas para la fundación del Padre Pepe, que están destinados a las villas de acá de la zona de San Martin. Somos quince internos que estamos trabajando en diferentes áreas: corte y confección, armado y empaquetado”, comentó uno de los participantes, orgulloso al ver la producción que se entregó hoy.
Desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires se impulsó la iniciativa que conjuga capacitación laboral y servicio comunitario por parte de los privados de libertad.
La actividad forma parte de las capacitaciones en oficio que se promueven desde la Subdirección General de Trabajo y desde Dirección General de Asistencia y Tratamiento del SPB, con el fin de brindar herramientas útiles a los internos para su reinserción social al tiempo que realizan una tarea solidaria en pos del bienestar de la sociedad. 
Cabe destacar que el Padre Pepe y su fundación Hogar de Cristo desarrollan un trabajo territorial en los sectores más desfavorecidos, con problemáticas como pobreza, desnutrición, desempleo, delincuencia y adicciones, entre otras, en los que se enmarcan distintos proyectos de trabajo conjunto con el SPB.
En este contexto, comenzó la semana pasada un curso no formal de costura a cargo de Carlos, un detenido que ofrece una capacitación orientada a la confección de tapabocas a partir de conocimientos básicos en el uso de la máquina de coser. 
El curso, que se desarrolla de lunes a viernes de 10 a 16, cuenta con la participación de 15 internos. Con la llegada de los materiales provistos por la fundación del Padre Pepe, el curso empezó el 27 de mayo y finalizará el 30 de junio, con 150 horas de duración. 
En este espacio, los privados de libertad aprenden un oficio y ya confeccionan 500 tapabocas por día, en tres talles distintos para chicos y grandes. 
Frente al COVID 19 y con todas las medidas de bioseguridad que establece el protocolo, los internos cortaron y cosieron telas bajo el molde de tapaboca, con el fin de donar su producción para que los vecinos puedan tener elementos de protección y prevención del virus. 
 Otra experiencia en la cárcel de Bárker
Privados de libertad alojados en la Unidad 37 Bárker junto a agentes penitenciarios participan junto a otros ciudadanos de Tandil de un proyecto solidario con la producción de tapabocas que serán donados por la Asociación Civil Los Mirmidones. 
Esta Asociación civil está compuesta por ciudadanos de diferentes instituciones deportivas, judiciales, culturales de la ciudad de Tandil donde también participan internos alojados en el pabellón N°1 de la Unidad 37, y tiene más de tres años de vida. 
Las autoridades del SPB acordaron con Los Mirmoidones la producción de tapabocas. Desde la Asociación aportan tela, hilo, y máquinas de coser constituyendo un taller de costura en las instalaciones del centro de formación profesional con 16 internos y 4 funcionarios.
Ya llevan confeccionados más de 6000 barbijos donados a diferentes instituciones de la ciudad de Tandil.  
“Estamos haciendo uno de dos capas, que es para que usen en la vía pública, y en una segunda etapa logramos hacer para el Sistema Integrado de Salud Pública, que es el que usan los médicos”, refirió uno de los privados de libertad que participa del proyecto.
En total, los 15 internos de diferentes pabellones que trabajan en esta iniciativa ya llevan realizados más de cinco mil barbijos: alrededor de tres mil dobles capas y, aproximadamente, dos mil tricapa. “Es impresionante”, evaluó uno de los impulsores de Los Mirmidones y comentó que trabajan desde las 9 de la mañana hasta las 16.