Quiero primero decir, como recién me ilustraban que es la primera vez que un gobernador viene a O'Brien, quiero hoy homenajear un poco y explicar, por qué estamos acá. Hace poco tiempo vino nuestro ministro Sileoni [Director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires], por la cuestión de la educación pública, por una secundaria para el pueblo, a traerle a O’Brien y a Bragado algo que precisaban desde hace mucho tiempo. Pero esto que tenemos atrás, es una planta de última generación, que sale como 4.000 palos, por eso no se hizo antes y por eso nunca la va a poder hacer un privado que busca la ganancia.
O sea, que esto nos muestra que sin Estado, la verdad es que hay millones de argentinos en pueblos como este, en localidades como esta, en toda nuestra provincia y en todo el país, que si no hay Estado y si no hay un Estado presente que labure, se van quedando sin derechos. Y después protestan porque la población se concentra en los grandes centros urbanos. Pero claro, si no se hacen las inversiones que necesitan nuestras localidades, nuestros pueblos del interior, para que se pueda vivir, para que se pueda estar bien, para tener dignidad, por supuesto que la gente termina migrando, termina buscando otro destino.
Esta planta es una Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales, esto es lo que es técnicamente, pero en realidad esta planta es traerle dignidad al pueblo de Bragado y al pueblo de O'Brien. Tuvimos otras experiencias, Plata Dulce describe muy bien lo que ocurrió, en la época de la dictadura, con la tablita Martínez de Hoz. Pero hace no tanto tiempo tuvimos un gobierno de Macri, Vidal que dijo que lo que sí o sí había que hacer era agua y cloaca. Porque esas son condiciones básicas para vivir y porque ni siquiera podían caretear que eso lo iba a hacer un privado; eso lo hace el Estado o no existe; y no hicieron nada en nuestra provincia de Buenos Aires, la verdad que no hicieron nada.
Hoy venimos a inaugurar esta planta moderna, esta planta necesaria. Yo debería, —porque los he escuchado a muchos de ustedes decirme gracias— pedirles disculpas y pedirles perdón, por tanto tiempo que esto no se hizo, son otros gobiernos. Y acá estamos, pero hay que reconocer la ausencia. Y fíjense, que venimos hoy aquí, también está Germán [Germán Lago], el intendente de Alberti, porque esto mismo, lo vamos a hacer en Mechita. Falta poquito; y después el gas para Mechita que es compartido, ¿no?
Eso es lo que no pueden entender y para mí es lo más precioso —más allá de todo el cariño, todo el afecto— lo más precioso, lo mejor, lo más puro que tenemos como pueblo y lo que quieren destruir, con todos esos discursos extraños, extranjeros, austríacos; quieren destruir algo que yo vivencio y experimento todos los días en la provincia de Buenos Aires. Yo voy a un lugar, a cualquier pueblo, a cualquier localidad y vamos a hacer una escuela o llevamos una computadora y cuando uno cuenta que esto mismo se hace en otros pueblos y en otros lugares de la provincia de Buenos Aires, la verdad es que lo que se recibe es alegría y aplausos. Tenemos un pueblo solidario, que no lo van a convencer de que la salida es la guerra de todos contra todos, la salida es pensar en los demás y lo que tengo yo que lo tengan los otros.
Y luego, también, en Bragado; saben ustedes, las obras de agua son dos, tres veces el costo enorme que tiene esto, pero cómo puede ser que Bragado no tenga la calidad de agua y saneamiento que necesita. Creo que esa es la sensibilidad, esa es la comprensión que hay que tener para que una provincia tan rica, tan extensa, sea vivible, sea habitable. Y nos venden todos los días que lo va a resolver todo el mercado, la empresa privada. Nosotros, además, Sergio [Sergio Barenghi, intendente de Bragado], no tenemos absolutamente nada contra los privados, no tenemos nada contra los empresarios, sobre todo los que son nacionales y los que invierten acá la plata, no los que se van a vivir a Uruguay y después se la llevan a los paraísos fiscales, ¿no?
Los que viven acá, dan laburo acá, invierten acá. Después de todo, si la hicieron con trabajo argentino y con riqueza argentina hay que dejar y traer algo de lo que se produjo. Pero hay cosas donde el privado, el mercado, la mano invisible no resuelve: salud, educación, seguridad, infraestructura, obras de agua y saneamiento. Son obras, que si no las hace el Estado no las hace nadie y la verdad es que, desde que asumimos y cuando recorríamos alguno vino y djo“yo te vi cuando estabas recorriendo con el autito”. Bueno, ya en aquel momento dijimos que en la provincia de Buenos Aires no iba a haber ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, que por vivir en una pequeña localidad tal vez distante tenés los mismos derechos que todos los demás bonaerenses. Para nosotros, donde hay una necesidad nace un derecho y donde hay un derecho, tenemos una obligación los que tenemos responsabilidad de dirigencia. Así que les agradezco que hayan venido hoy a festejar esto, es importante, es un paso importantísimo.
Y cuando me dan cartitas o el intendente que permanentemente nos está llamando, a Kato [Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires], a los ministros que nos acompañan, pidiendo tal cosa o tal otra, yo digo está bien porque falta mucho. Ahora, ¿cómo le damos la esperanza a la gente de que las cosas van a ocurrir? Y bueno, con realizaciones como esta. Como hicimos esto, vamos a seguir trabajando en todo lo que falta.
Muchísimas gracias.