Buenas tardes a todos y a todas. La verdad que muy contento de estar acá. Ustedes saben que son días medio agitados en política nacional, con discusiones en Twitter, discusiones por redes, insultos que vuelan.
Yo lo único que les quiero decir es que la verdad que no lo conozco a Elon Musk ni lo quiero conocer, prefiero conocer a cualquier productor de papa de Balcarce, pasarme un rato, escucharlos. Creo que ahí está la papa, ¿no? Y que no hemos interrumpido, más allá de estas disputas, de estas bataholas, porque ya nos hemos acostumbrado a un Gobierno nacional que ha decidido decirle a cualquiera de ustedes —que yo noté un montón de necesidades—, ha decidido usar un comodín, que es “no hay plata” y responder a cualquier necesidad, a cualquier demanda por imperiosa, urgente, necesaria o lógica que sea, que no hay plata. Les quiero decir que eso es mentira. Hay mucha plata, pero está destinada no a Balcarce, no a la provincia de Buenos Aires, no a las rutas, no a los caminos, no a la universidad, está destinada a unos pocos negocios, a grandes inversiones extranjeras…
Yo escucho que alguno me habla de una gran inversión y me habla de montos menores, pero sé del esfuerzo que es para una pequeña empresa o para, incluso, un emprendedor hacer una pequeña inversión. Bueno, para ustedes no hay nada, pero si alguien viene de un grupo internacional y pone doscientos millones de dólares para llevarse recursos naturales, no le van a cobrar impuestos nunca más en la vida.
Y por otro lado, está habiendo en la Argentina, ustedes conocen seguramente mi posición con respecto a esto, ustedes saben que yo soy muy crítico de este programa económico.
Tengo la desgracia de haber anticipado buena parte de las consecuencias que tiene esta política económica. Así que le voy a dedicar muy poquito tiempo, simplemente porque estamos acá en Balcarce y vale la pena compartirlo, por lo menos que lo escuchen de primera mano. Alguien dijo “vos por ser economista”; bueno, por ser economista, titular de la UBA en Historia del Pensamiento Económico, doctor en Economía de la UBA, les puedo decir que esto no es austríaco lo que está pasando acá, ni liberal libertario, ni anarcocapitalista, ¿no?
¿Cómo lo puedo justificar? Porque quien lleva adelante la política económica hoy es el conocido por todos nosotros Toto Caputo, que fue ministro de Economía de Macri, que es el menos liberal libertario y anarcocapitalista que se nos pueda ocurrir. Y le agrego que quien está haciendo la desregulación, las privatizaciones, tampoco es ni liberal libertario ni anarcocapitalista, a ese lo conozco bien, se llama Sturzenegger. Es un tipo que participó de todos los saqueos recientes que tuvo la economía argentina. Y lo digo con pesar, no lo digo ni siquiera, a esta altura, como chicana, digo que lo hemos visto a Sturzenegger en la época de Cavallo, lo hemos visto de nuevo en la época de Macri, haciendo siempre lo mismo, que es beneficiar a determinados sectores.
Lo digo porque esto que llaman “desregulación” o “reforma estructural” se llamaba en algún momento “modernización”, se llamó después el plan económico o el DNU 70, la Ley Bases, que yo estoy seguro que Milei ni la leyó, segurísimo porque, además, lo habíamos visto antes a Sturzenegger preparar todo esto para otra candidata, para Bullrich, que en aquel momento era contraria a Milei, y que Milei decía odiar y que era un desastre. Bueno, el plan económico tiene dos patas, una es la desregulación, privatizaciones, y la otra, una financiarización, apertura importadora y desindustrialización de la economía argentina. Es recontra viejo, se aplicó varias veces; obviamente tiene un efecto que uno puede decir, baja la inflación.
A mí me tocó ser ministro de Economía, recordarán ustedes, nosotros terminamos con un nivel de inflación mucho más bajo que el que prometen que va a tener este año la economía argentina, pero con una particularidad, que lo hace un poquito más difícil. El problema es cómo bajar la inflación sin reventar el salario, sin reventar las jubilaciones, sin reventar el consumo y sin reventar la producción. Porque si uno lo que va a hacer es estabilizar el dólar a niveles que ni siquiera al campo le sirve, obviamente, estabilizás el dólar, bajás salarios y jubilaciones, no hay demanda, abrís las importaciones, entran todos los productos y tampoco suben mucho los precios.
Así que este es un plan, lo digo con todo el dolor de mi alma —porque estamos acá en Balcarce; vinieron varios intendentes, les quiero agradecer, de mi fuerza política, o como es el caso de Esteban [Esteban Reino, intendente de Balcarce] o como es el caso también de Nahuel [Nahuel Guardia, intendente de General Lavalle], de Pablo [Pablo Barrena, intendente de Lobería], de otras fuerzas políticas—: el problema con este programa económico no es que yo sea keynesiano, peronista, o que me quiera pelear con Milei o no, ustedes vieron que yo no lo insulto, no le contesto faltándole el respeto. El problema es que soy gobernador de una provincia que es una provincia de producción y de trabajo, que es lo que destruye esta política económica. Así que yo no me voy a pelear con Milei por cuestiones laterales ni por libros de texto; me voy a pelear para defender la producción y el trabajo en la provincia de Buenos Aires.
Y, de nuevo, cuando a uno lo insultan o cuando uno ve a alguien insultando, gritando, enojado, transpirado, perturbado, yo tengo un primer diagnóstico: si alguien está defendiendo un punto de vista a los insultos, insultándote a vos, diciéndote cualquier cosa, maltratándo a cualquiera que no opine igual, diciéndole así o a los gritos o después echándote, por ejemplo, —quiero solidarizarme con la hija de Cavallo porque estamos en una situación de emergencia, me toca solidarizarme porque aún si Milei se peleó con el padre, más machirulo y más sexista no se consigue, le echó a la hija. Entonces, estamos en un momento donde pasan este tipo de cosas, pero repito, cuando alguien para defender un argumento insulta, grita y maltrata, l es una verdad universal: es porque no tiene razón. Si tuviera razón, imagínense a un Milei acá escuchando como recién, a micrófono abierto, a gente con la que hemos discutido cómo estaría, ¿no? Porque si un periodista le hace una preguntita que está corrida 5 centímetros del guión que arreglaron, se pone absolutamente sacado.
Entonces, yo creo que el plan económico es un plan económico muchas veces aplicado en la Argentina, que tiene que ver con dejar el dólar fijo y con el dólar fijo se estabilizan los precios. No hay que ir a Harvard para [saber] eso. No tiene nada que ver con lo que dijo Milei en campaña, ni con su escuela económica; para Milei era la emisión o era el gasto público. Pero hoy queda claro, porque ha salido por todos los canales a decir que no va a devaluar, que el problema en la Argentina con los precios tiene una correlación muy directa con el valor del dólar. Y cualquiera que esté dedicado a la industria, y que sabe lo que representa un cambio en el dólar en los insumos o en el precio de los productos que exporta o en toda la economía argentina muy dolarizada naturalmente, se dan cuenta que esto es así.
Ahora, si vos planchás el dólar y planchás los salarios y planchás las jubilaciones, obviamente los precios tienden a quedarse más quietos, ¿por qué? Porque es la paz de los cementerios. Es la paz de los cementerios, muchos venden a precios que ni siquiera les cubren los costos. Y eso obviamente para la inflación es bueno, pero para la empresa es malo y para el laburo es malo.
Entonces, estamos en un plan económico que se aplicó en los 90, que se aplicó en la tablilla de Martínez de Hoz, que genera varios resultados, para la producción [es] malísimo, espantoso. Para la producción industrial, bueno, es directamente demoledor. porque viene acompañado con apertura importadora. Entonces es dólar barato y apertura importadora. Todo es más barato traer de afuera.
Vemos ya tomates, productos agropecuarios, pero ni hablar de productos industriales argentinos. Se empieza a destruir todo, se empieza a destruir toda la industria nacional.
Porque no es que venga de afuera y nosotros no somos competitivos. ¿Quién me va a decir que no somos competitivos en la producción primaria? Somos re competitivos. Tenemos las tierras más fértiles del planeta. Pero el problema aparece cuando te dejan el dólar fijo a un valor artificialmente bajo y entonces importar cualquier cosa con ese dólar es más barato que producirlo acá. Y eso es lo que empieza a pegar a la industria, pero también al campo.
Yo creo recordar que en los 90 no había retenciones, pero sí el 1 a 1 durante diez años y terminamos —para los que piensan que el único problema que puede haber en el mundo son las retenciones, no había retenciones, desmientame alguien si estoy diciendo algo que no corresponde— con 13 millones de hectáreas hipotecada y encadenadas las mujeres agropecuarias a las tranqueras para que no les rematen los campos. Que quiero recordar—porque hay que hacer un poco de justicia— que el que hizo que no se remataran los campos hipotecados en los 90 se llama Néstor Carlos Kirchner. No pido una reivindicación retrospectiva… Y Duhalde también, otro peronista.
Pero lo que quiero decir es que este dólar con apertura importadora es incompatible con la producción local, tanto industrial como primaria. Si a eso le agregás que el plan antiinflacionario para este año es paritaria cero, jubilaciones cero también. Entonces, tenés el doble problema. Importar es más barato y el consumo te lo detonan porque no hay plata en el bolsillo. A eso, obviamente, con tarifazos y alquileres desregulados, remedios desregulados... Es decir, es una economía —lo digo así porque quería hablar primero de lo estructural— desastrosa para la provincia de Buenos Aires. Y recién empiezan los efectos de esto.
No ha habido V en la recuperación y no va a haber, porque si los ingresos de los sectores que consumen no mejoran, y al mismo tiempo tenemos esta explosión de costos en dólares, los sectores productivos no tienen forma de tomar empleo y esto termina siendo un disciplinador también de la lucha salarial. Nadie va a ir a pelear por un salario más alto o pocos, cuando el problema que tiene es conservar el empleo porque ve que hay 200.000 desocupados nuevos, formales en la Argentina. Es un millón de personas formales, o sea que estamos en una calamidad. Lo digo porque lo habíamos anticipado; repito, no tiene nada que ver con lo que Milei dijo en campaña, nada que ver. Habló de la motosierra sí, pero la motosierra para la casta, para los políticos, el jubilado no es casta, el maestro no es casta, el pibe y la piba, el enfermo oncológico no son casta; recortó a todos, menos a la casta.
¿Quién se beneficia? Porque en economía hay una verdad muy inexorable, pero muy incómoda, que es que en general cuando pierden unos, ganan otros. Ha habido destrucción de riqueza, pero ha habido también redistribución de riqueza, transferencia de ingreso. ¿Quién gana? A la industria les dijo que eran unos chorros porque le vienen robando a la producción primaria. Y a los productores primarios que están con dificultades, les dijo: “en vez de quejarse porque no es rentable la producción, vayan a la bicicleta financiera”. Dijo: “dedíquese al carry trade”. No lo vi en mi vida, mandó al campo argentino a timbear.
Lo cual es una confesión de parte, al sector que le va bárbaro es al especulativo, al sector financiero. ¿Por qué le va bárbaro? Le va bárbaro porque si uno estabiliza el dólar o pone una tablita —es decir, avisa cuánto va a ser la devaluación— entonces se arma el negocio que técnicamente se llama carry trade, en la Argentina lo llamamos timba o bicicleta financiera, pasó varias veces; pasó con Macri durante la época donde había dólares, después se quedaron sin dólares y terminaron en el cepo, en todo eso y un crédito al FMI. Ahora ya están pidiendo la escupidera de nuevo en el FMI, pero, ¿por qué? Porque se estabiliza el dólar, por ejemplo, el productor rural, si uno sabe que el dólar va a estar, digamos, a 1.000 o va a crecer 1 por ciento y a fin de año estará a 1.100, entonces, toma el producto de las exportaciones, que de alguna manera son dólares, lo pone a una tasa de interés que no es del uno, sino del dos, del dos y medio, del tres y se llena de guita. Se llena de guita.
Hoy tenemos el negocio financiero en dólares más seguro y rentable del mundo. Producir es una catástrofe, sea industria, sea campo, ni hablar de todos los sectores productivos, incluso comerciales, construcción ni hablar, la construcción cayó 30 por ciento; asociada a determinados sectores puede andar, pero 30 por ciento; son números de catástrofe.
El año pasado, la economía en Provincia de Buenos Aires cayó cuatro puntos. Pero veníamos de una sequía y es comparativo con el año de sequía. Si sacamos el efecto de la sequía, cayó nueve puntos. Ni en pandemia [fue tanto], eh. Pero cayeron algunos sectores sí y otros no. Yo he visto ya a empresarios industriales que apagan la máquina y se convierten en importadora. En el medio de eso se cargan a toda la nómina salarial, echan a todo el mundo porque una importadora se maneja en una oficina con papelitos y dos o tres tipos. Ahora, un emprendimiento productivo requiere mano de obra, otro tipo de administración.
Bueno, ese es el país, ese es el país que nos ofrecen. Lo digo dolorosamente, ojalá fuera solamente para tener razón y un debate de ideas, un debate teórico. Esto es lo que está ocurriendo, lo vemos desenvolverse y va a seguir así porque han dicho que el esquema cambiario, el esquema financiero y la tasa de interés la mantienen sí o sí por lo menos hasta las elecciones. Ahora, ¿qué problema tiene? ¿Qué debilidad tiene ese esquema importador y de la timba? Bueno, que si alguien viene y pone guita en la Argentina tiene la tasa de interés más grande del mundo, en dólares. Y después se va a llevar dólares, más los dólares que gana a esta tasa de interés. Es decir que esto se alimenta con dólares. Se propulsa a dólares, va a durar mientras haya dólares. Que Milei festeje que ahora el FMI le va a prestar, cuando uno se acuerda de la experiencia de Macri, se da cuenta que empezaron tomando el sector privado, cuando ya no les prestaba nadie para sostener el negocio financiero fueron al FMI y dejaron a todos los que habían timbeado que se fueran con los dólares del FMI.
Los dólares se los llevaron, dejaron las reservas extenuadas, pero nos dejaron la deuda. Hoy somos el país que más le debe al FMI del mundo. Y no es una medalla, eh. El FMI, por su carta orgánica, le presta a los países que nadie más le presta, así que ser al que más le prestaron del mundo, es horrible. Y si ahora vamos a pedir 10.000, 15.000, 20.000 palos para sostener este esquema, que para ustedes es muy complicado, pero para la timba es una fiesta, para los importadores es una fiesta, bueno, la verdad es que estamos en dificultades.
Quería simplemente caracterizar muy rápido de qué se trata lo que está pasando porque a veces uno dice: “bueno, pero bajó la inflación, qué bueno y está estabilizado”. Y dice algunas cosas con las que no estoy de acuerdo, como, por ejemplo, “banca a un tipo que hace un saludo nazi, pero por lo menos arregla algo”. No, no está arreglando algo. Les prometo que no está arreglando algo. O lo arregla de una manera tan precaria que lo vemos corriendo… Yo fui ministro de Economía, cuando tres veces seguidas tenés que salir a decir que no va a haber devaluación es porque las cosas están muy mal, y muy frágiles. Lo que no quiere decir, como pasó en los 90, que si viene una carretilla de dólares, un camión de dólares, un volquete de dólares, nos endeuden hasta acá, pero dure artificialmente.
Ahora, el estallido de un esquema de este tipo es proporcional al tiempo que dura y cómo se alimenta, lógicamente. Entonces, ¿por qué? Porque para conseguir esos dólares hay que sacarlo de algún lado, se van dando cuenta que es muy frágil, entonces te lo prestan con condiciones cada vez más duras y más leoninas.
Nosotros, repito, somos una provincia de producción y trabajo. A mí me encanta y les agradezco, porque seguramente alguno votó a Milei de los que está acá, yo soy muy respetuoso de la democracia y cada uno puede votar al que quiera, pero escuché que me pedían que hagamos rutas, que mejoremos rutas. Y algunos señalaban las dos cosas, las que faltan y las que se hicieron también. Decían: “se hizo un bacheo”, “por suerte se hizo tal ruta”, pero bueno, pasan camiones, a veces con sobrepeso, con sobrecarga, lo cual deteriora más la ruta, también estamos comprando balanzas, pero después eso afecta la ecuación, obviamente, de rentabilidad, todas esas dificultades que hay. Y me decían la Ruta 11, ¿saben cuánto sale el tramo de la Ruta 11 que estamos haciendo? 180 millones de dólares. El día de ayer estuvo nuestro ministro de Obra Pública, Katopodis, mostrando el estado de las rutas nacionales, porque en las rutas nacionales ni cortan el pasto, ni hay plan de obra, ni hay mantenimiento, ni hay nada y pararon toda la obra.
En la provincia de Buenos Aires nos pararon 1.000 obras del Gobierno nacional. ¿Qué dijeron? “No hay plata”. Repito, la timba financiera se paga con, vieron que le pasaron la deuda al Tesoro, bueno, se paga con los recursos de los impuestos la timba financiera. Se paga con lo que cobran.
Y quiero decir algo para que quede claro porque tengo un intendente, tengo como 10 intendentes, que agradezco a todos los que me acompañan hoy acá porque estamos escuchando las problemáticas que hay, las conocen porque están ahí en la trinchera, pero quiero decir algo: cuando uno toma la estructura impositiva y la divide sobre qué jurisdicción cobra el impuesto, si tomamos impuestos nacionales, IVA, retenciones, todo en la batería de impuestos nacionales, impuestos provinciales y municipales, uno encuentra que el 85 por ciento de los impuestos que se pagan son nacionales, que hay sobre esa diferencia un 20 por ciento, para simplificar, en realidad Nación contra Provincia es 88/12, pero para tomar un poco más general y transversal, 15 por ciento será más o menos provincial y 1 por ciento es municipal de la carga impositiva.
Entonces yo felicito al sistema de medios y redes sociales y verdura que tiran, que han conseguido convencer a la gente de que el problema son las tasas municipales. Así que mi solidaridad con los intendentes que tienen que atender toda la demanda de salud, porque acá no va a venir la Clínica de los Arcos, muchachos, no, no va a venir, no es negocio, no va a venir la Suizo Argentina, dudo que venga OSDE, Swiss Medical. En los pueblos de la provincia de Buenos Aires,—creo que son 80 y pico— el único prestador es el Estado. Y alguien lo dijo bien con las cooperativas, no viene el privado, no porque esté prohibido, no viene porque no es negocio prestar servicio de salud, ni hablar de educación.
Así que yo quiero decir que para nosotros es muy importante que se pueda vivir bien, con calidad, no con bonaerenses de primera y de segunda, o con argentinos de primera y de segunda, en todos los pueblos de la provincia de Buenos Aires. Para eso tiene que haber educación, salud, infraestructura, que la hace el Estado.
O sea, aviso, porque cada uno es libre de volver a hacerlo, pero el que votó a Milei sepa que nos está tratando de fundir a las provincias y a los municipios, que no va a poner un mango en todo lo que me pidieron, es más el INTA, el CONICET, el INTI, acaban de plantear que los quieren cerrar o fusionar, han echado ya gente. O sea que vamos camino a la desaparición del Estado. Y uno dice “bueno, pero yo necesito”. ¿De qué están hablando cuando hablan del Estado? Este hombre que dice “soy el topo que vino a destruir el Estado”. Hablaba recién con el intendente, yo pido por favor, que este año que vamos a tener elecciones, no dejen entrar a los topos que quieren destruir la salud, la educación, la infraestructura, el INTA, el CONICET, al Concejo Deliberante, que no lo dejen entrar a la Legislatura provincial, porque entonces yo no voy a poder hacer ni obra de energía, ni obra de salud, ni obra de educación, ni nada de lo que me piden.
Me dice el intendente que estos días estamos por firmar unos convenios con plata de la Provincia para hacer agua potable y cloacas en buena parte del distrito.
Concreto, el tema de los alquileres temporarios y todo eso… ¿Cómo? La regulación, la Provincia ya la tiene, ya están adhiriendo los municipios, así que Estado presente y, obviamente, [para] defender al que invierte, al que pone las cuestiones en regla. Acabamos de visitar recién el Autódromo, la pista, y yo creo que a mitad de año vamos a poder estar inaugurándola. Es una inversión de más de 2 millones de dólares, que hace a nuestra cultura, a nuestra historia, esto es tierra de Fangio, yo quiero agradecer también a la Fundación por habernos recibido acá. Quiero decir que eso no lo va a hacer un privado, eh.
Así que me podría poner a discutir filosofía política o teoría económica, pero creo que explicaron ustedes buena parte del lío que tenemos acá, que es que el Estado tiene dificultades; por supuesto que siempre tenemos que tender a que sea más transparente, más eficiente, a cobrar menos impuestos y hacer más cosas, porque te dicen:, “bajá los impuestos, pero hacé 500 rutas”. Bueno, son esos dilemas o esas tensiones. Yo creo que eso lo podemos entender todos, menos Milei lamentablemente, que piensa que hay que erradicar el Estado, entonces la regulación no la vas a tener, el agua y la cloaca no las vas a tener, la ruta no la vas a tener, el camino rural no lo vas a tener. Y hoy venimos también de inaugurar una sede para el programa Puentes que permite dictar tres carreras universitarias en Balcarce para que los hijos de Balcarce no se tengan que ir.
Y cuando nosotros recorríamos la provincia nos decían: “tiene que haber carreras universitarias”; acá estamos haciendo enología y vitivinicultura, porque empiezan a aparecer bodegas, hay una demanda; si no, se van a ir a estudiar allá y después hay que ver si vuelven. Es romper, destruir, desarraigo, sí, pero también vínculos familiares, historias de vida, entonces es muy importante.
Ahora, tenemos un Gobierno nacional que está desfinanciando y cerrando grandes universidades que tienen Premios Nobel o son muy prestigiosas. Imagínense lo que pensaría Milei de que estemos abriendo carreras universitarias en pueblos pequeños. Bueno, que diga lo que quiera. Es una necesidad y un pedido de la provincia de Buenos Aires, que nos cuesta mucho mantener con el programa Puentes. Miren, lo han dicho todos: que la exportación está matando la industria nacional y hasta la producción agropecuaria, que el esquema macroeconómico es poco rentable para los sectores más productivos de la Argentina. Imagínense, a sectores menos competitivos lo que les va a costar con este tipo de cambio, insisto, un tipo de cambio sostenido por intervenciones permanentes, más control cambiario, llamado y conocido como cepo, pero el cepo usado no para favorecer la producción, sino el cepo usado para favorecer la importación y la timba.
Esa es la verdad de lo que está ocurriendo. Me gusta también escuchar, porque hay muchas cosas, decían caminos, rutas, puertos, trenes. Por supuesto, alguien decía: “van a pensar que soy fanática del tren, algo del pasado”. Miren, si uno mira lo que están haciendo los Estados de países desarrollados, están haciendo trenes. Así que yo también soy amante del tren y tiene que volver el tren a la provincia de Buenos Aires, porque han cerrado pueblos enteros con esto de terminar con la infraestructura ferroviaria.
Luego, el tema territorial también, que es un tema con el que venimos trabajando fuerte, con el uso de la tierra. Hoy me comentaba el intendente que a la vid le afecta algún tipo de agroquímico que se usa para otro cultivo, entonces bueno, eso lo tiene que hacer el Estado, no lo puede hacer nunca el privado.Son mentirosos. No se puede, no vive ningún pueblo del mundo sin Estado, ningún país del mundo, menos los desarrollados. Miren lo que está pasando en los Estados Unidos, asumió Trump, al que idolatra nuestro presidente y lo que dijo: “yo vengo a salvar la industria norteamericana, porque es incapaz de competir con la industria de otros países. Entonces voy a poner aranceles del 35”. Estado más presente imposible, más estatismo no hay. Milei le tendría que haber dicho “comunista, socialista, está protegiendo la industria, están perturbando los procesos de mercado, si es más competitivo en otro lado, cerrá, fundite por vago, por tonto”, como les dice a los industriales argentinos.
Estados Unidos tiene que hacer política industrial. Y no empezó esto todavía. La política industrial que va a hacer Trump en términos de crédito barato, de subsidio, a través del sistema armamentístico, la maquinaria militar para subsidiar al privado, Elon Musk es producto de esto. Claro, arancel al acero. Va a hacer todo lo que tenga que hacer para cuidar su industria. Y tenemos un presidente que además de liberal libertario, además de andar insultando, cree que en la Argentina no tiene que haber industria, y no sé si tiene que haber producción primaria. Creo que la cosa es que él piensa en un país solo extractivista. Y la producción primaria, si bien tiene mucho de materia prima, de commodity, es producción con trabajo; eso parece importarle poco. Extractivismo, minerales, petróleo y timba, ese es el país al que nos llevan. Así que, yo lo veo realmente muy oscuro.
Quiero mencionar algunas cuestiones más. Sobre el tema de los feriados, protesté con el Gobierno nacional y con el tema de la fecha de empezar las clases, protesté con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que es el problema que tenemos, que, obviamente, además en una competencia tonta para decir que les interesa la educación, sabemos que acá nosotros, haciendo la cuenta vagamente, hemos hecho mucha inversión junto con los intendentes, con cada intendente en infraestructura escolar; pero hoy hacía la cuenta: 240 nuevas escuelas, edificios nuevos; 500 que reinauguramos; 1.200 aulas nuevas, que agrupadas como si fueran edificios escolares, a mí me dan 950 escuelas nuevas en la provincia de Buenos Aires. Obra pública para la educación pública.
Entonces, yo creo que estamos en un momento en el que es importante discutir estas cuestiones. Quiero felicitar a los empresarios nacionales que han venido de afuera a invertir en la Provincia. Quiero decir que se han mencionado muchísimos programas. Nos llevamos una lista de tareas, de necesidades de agilizar, de ver si podemos ampliar la Cuenta DNI. Ahí quiero decir algo para que quede más puesto sobre la mesa: el Banco de la Provincia de Buenos Aires no tiene ninguna regulación, ninguna norma, ninguna ley especial más favorable con respecto a cómo funciona el Santander, el Galicia o el Macro. Nos manejamos con las mismas normas. O sea que nada impediría que las políticas de crédito o de reintegro la aplique un banco privado.
No las aplican, y yo les explico por qué —porque también es un ejemplo práctico para entender esto del Estado y para qué está—: porque el Banco Santander, el Macro o el Galicia, yo no estoy reprochando nada, lo único que digo es que tiene un dueño, cada uno de esos bancos, o accionistas que cuando ganan algo de plata se la llevan. Y tienen derecho, porque es un dueño privado de una empresa privada.
El Banco de la Provincia de Buenos Aires también a veces tiene rentabilidad y también tiene un dueño. Entonces, si en los bancos privados la retira el dueño y se la lleva, en el Banco de la Provincia de Buenos Aires lo más parecido que hay a eso es, como el dueño es el pueblo de la provincia de Buenos Aires, devolvérselo con descuentos, con crédito al pueblo de la provincia de Buenos Aires, pero solo lo puede hacer la banca pública.
Entonces, ese es el sentido y el por qué. Además de que pedimos reglamentación especial para que la banca pública pueda tener requisitos menores o particulares. Porque alguno dice: “me cuesta entrar al crédito”, porque cuando damos un crédito a un privado tenemos que cumplir con los mismos requisitos que la banca privada. Por eso, tanto producción como agro tienen políticas especiales de acompañamiento a determinados sectores, que ese es el problema de los créditos del sector privado, que le da crédito, digo el saber popular: el banco le presta al que demuestra que no necesita la plata, ¿no? Porque tenés que demostrar que la podés devolver, que estás holgado, que tenés capital, que tenés todo, entonces le presta al que demuestra que no la necesita.
Ahora, el que la necesita, porque recién empieza, porque es chiquito o porque no tiene el patrimonio, porque no puede dar la garantía, para eso está también el Estado. Le aviso a Milei, sin Estado va a ser muy difícil desarrollar un pueblo distante, una industria nueva como es el kiwi, pequeñas empresas y emprendimientos. Para eso está el Estado, así que yo vengo acá a defender al Estado presente. Ningún problema, que me diga comunista... Lo único que me ofende cuando me dice comunista, socialista es que yo soy algo que me parece que es más contrario a lo que piensa Milei, se llama peronista. Peronista. Y que compartimos, porque lo tengo que decir también, hoy la misma problemática y a veces la misma orientación con otros sectores del campo popular, como es el radicalismo de Yrigoyen. Compartimos, porque esta idea de desarrollar, de llegar a los pueblos, de contener a la gente, es una ideología bastante común. Lamentablemente hoy se tiene que hacer bajo condiciones complicadísimas.
La chacra experimental, decían sustituir en algo el INTA, el Senasa; va a ser muy difícil. Porque un Gobierno provincial no tiene ni los recursos ni la escala. Yo creo que esas cosas, por eso celebro que también sectores con los que teóricamente no estamos de acuerdo, vengan a hablar de las mismas cosas que hablamos nosotros. Es fundamental proteger las capacidades del Estado en ciencia, tecnología, investigación, enseñanza, universidad, rearmar el INTA, rearmar el INTI, buscar ahora el Instituto del Agua, cosas prestigiosísimas a nivel mundial que están destruyendo gente que no saben ni qué es ni de qué se trata y nunca lo va a necesitar ni lo necesitó.
Y sus mandantes, porque créanme que en teoría económica muchas veces hay ideas más o menos lógicas, sensatas o verdaderas, pero muchas veces detrás de teorías económicas absurdas hay financistas muy poderosos, ¿no? Hay financistas muy poderosos. Ténganlo en cuenta, porque si no parece que estamos en la ingenuidad de discutir la concavidad de las curvas de utilidad y esto es mucho más fácil. Hay gente que se está forrando de plata con lo que está haciendo este hombre.
Dijo: “hay que desregular todo”; las prepagas pusieron cualquier precio, y tuvieron que ir a regular de nuevo porque empezaron a hacer un descalabro en el sector de los medicamentos, 500 por ciento de aumento. Perdón, el que no puede pagar el medicamento porque PAMI antes lo entregaba gratuitamente y ya no lo da, porque no lo puede comprar en la farmacia porque no le alcanza ni para vivir, ¿a dónde va? Al hospital público, el que llevan adelante estos intendentes que nos acompañan acá. Y sino, ¿qué pasaría? Como pasa en otros países del mundo y de la región, la gente se muere en la calle, sin un medicamento, sin una ambulancia, sin alguien que lo asista… Entonces, a mí ese país no me gusta; no me gusta un país sin producción, sin trabajo; no me gusta un país sin federalismo; no me gusta un país sin escuela pública y no me gusta un país sin industria. No me gusta, no nos sirve, es injusto, es horrible, es espantoso y es muy inequitativo.
Entonces, creo que estas discusiones, yo me llevo también lo de la Ruta 77, tomé nota, voy a hablarlo con Kato, lo de la 29. Me llevo también temas como el gas; son grandes obras que por supuesto hay que hacer, la cuestión de la electricidad, lo voy hablar cuando me vaya de acá, si hay que reforzar.
Eso también, no entienden nada realmente, porque no lo puede hacer nunca un privado, no se puede hacer una vaquita para hacer un puente, una autopista, no lo puede hacer nunca un privado, a veces no alcanza para pagar la nómina y te piden que tengas que hacer una inversión de 3 millones de dólares. En ningún lado del mundo pasa eso, es una estafa, es una paparruchada, es un engaña pichanga decirles “sin Estado vamos a estar mejor”. Sin Estado van a cerrar los pueblos del interior de la provincia, les digo en serio. Sin Estado van a cerrar, no es que van a andar mejor, van a cerrar, aunque no cobren impuestos, porque nosotros además sí dejamos de cobrar impuestos, el 85 por ciento son impuestos nacionales.
En la Provincia Buenos Aires los impuestos nacionales, de los impuestos en general recaudamos el 40 con la actividad de ustedes y nuestra, pero de eso que se recauda el 40, vuelve el 7, porque una parte va al Gobierno nacional hoy, para decir “no hay plata” y no hacer nada, no poner en remedio, en escuela, en ningún lado, o sea que no vuelve nada y sobre eso, la coparticipación nos desfavorece.
Nos han sacado el Fondo de Seguridad. Cuando yo llegué había 790 patrulleros para toda la provincia. Hoy, nosotros, después de la pandemia, compramos 5.500 nuevos patrulleros, pero hay que renovarlos y para eso teníamos un fondo nacional que nos cortó, de 750.000 millones de pesos, que es poco para lo que significa la provincia de Buenos Aires. Y después obviamente que hay un problema de seguridad. Alguien dijo: “bueno, los cartoneros que ahora no pueden dedicarse a esa actividad, a ese trabajo”; entonces ¿quién duda de que si hay una crisis social, si hay motosierra, no va a haber problema de violencia, de inseguridad? No es gratis, no es gratis dejar a la gente en la calle, no es gratis dejar a la gente sin un plato de comida, no es gratis la violencia verbal tampoco.
Quiero decir, no es gratis porque si desde los más altos niveles, piensen en los chiquitos que van a la escuela, si este tipo a Lali, ayer a otro, a Milo J, a un músico para los pibes, ya los empieza a maltratar porque no le gusta lo que piensan. Imagínese qué les podemos decir en la escuela, en la familia, que está mal enojarse, insultar o decir: “te voy a correr, te voy a agarrar” a uno por solo pensar distinto. ¿Cómo explicarles si es la máxima autoridad de la Nación?
Así que me quedan muchas cosas; vinieron varios ministros; seguimos con la agenda que han planteado. Vamos a tratar de dar respuesta. Nosotros estamos ante la ausencia y la deserción del Gobierno nacional. Intendente, Gobierno provincial, cuenten con nosotros, para sustituir, para defender, para cuidar, para reemplazar y para mostrarle a la gente que no es por acá.
La verdad es que ahora hay una elección, yo creo que si lo que pasó en el balotaje se repite para los consejos deliberantes, va a haber en el Concejo Deliberante alguien que cuando el intendente le diga: “yo tengo que invertir más en el hospital”, le diga: “eso es obra pública, está mal”, porque piensan eso. “Bajá todo lo que cobrás y no hagas nada”. “El mercado resuelve solo”. No, no pasa. No pasa, no existe en ningún lado del planeta.
Más ahora que están todos tratando de cuidar lo que tienen, porque hay una guerra comercial y un despiole geopolítico de dimensiones. Así que lo que digo es que me gustaría ver que ese enojo que tiene el presidente sea cada vez que en una industria, en una empresa o en una producción agropecuaria, o en algún lugar de la provincia de Buenos Aires, alguien pierde el laburo o se empieza a pensar en cerrar una empresa. Me gustaría que se enoje tanto como se enoja con otras cosas que no tienen nada que ver ni ninguna importancia, cuando se pierde un puesto de trabajo.
Nosotros estamos con todas las herramientas, insuficientes seguramente, para defender el trabajo, la producción, la educación, la salud en la provincia de Buenos Aires. Así que, muchas gracias. Gracias por dedicar este tiempo, gracias por acompañarnos, mucha fuerza. Es con solidaridad, que no nos enseñen el egoísmo y a seguir remando.
Muchas gracias.