Buenas tardes a todos y a todas.
Ha sido una jornada un poco improvisada porque hoy vinimos a acompañar la puesta del Obispo en funciones en Mar del Plata. La verdad es que Mar del Plata se convirtió en el epicentro también de la preocupación, diría yo, por la salud del Papa. Pero bueno, siempre y charlándolo con los compañeros, lo importante es destacar la multiplicidad de facetas, la importancia de Mar del Plata en la provincia de Buenos Aires. Yo no me canso de decirlo —me habrán escuchado antes de ser gobernador, muchos de ustedes… Me habrán escuchado estos primeros cuatro años que pasaron, parece un siglo lo que ocurrió en el último año y me habrán escuchado en campaña y ahora también—yo creo que Mar de Plata es una ciudad nodal de la provincia de Buenos Aires, no solo lo creo y lo digo, sino que hemos demostrado la intención y la vocación.
Hoy estábamos en el puerto, por ejemplo, visitando algo que antes fue un terreno baldío y que se va a convertir en un importante lugar para el enfriamiento de productos alimentarios y también un centro comercial y un centro de exposición, de espectáculos, abriendo el puerto a la ciudad. La circunvalación, algo que no está del todo valorado en términos de obras estructurales, el dragado del puerto, las obras del puerto, que nuevamente eso está en marcha; y, por supuesto, la Ruta 11, la Ruta 56 y yo creo una de las obras públicas, me animo a decir, más grandes del país en este momento y por una distancia importante, que es la completación de la Ruta 11, de la Autovía Atlántica, [en la] que siguen trabajando las máquinas, a contra pelo; les digo a ustedes, porque a veces uno en su propia realidad no tiene la perspectiva, les comento yo, y se los comento con un hecho.
El otro día, llamamos en Chascomús a una licitación de una obra, era de 6.000 millones de pesos, relevante. Una cloaca, abandonada por el Gobierno nacional. El Gobierno nacional paró todas las obras en la Argentina, en Provincia de Buenos Aires paró 1.000 obras sin respetar ni la utilidad, la necesidad, la urgencia de las obras. 1.000 obras de infraestructura, ¿no? Después 16.000 viviendas más. O sea, sin respetar o considerar los efectos que tiene parar las obras, hay 80 escuelas [paradas]. Hay mucha obra de agua y cloaca [detenida], —y ahora cerró el ENOHSA, que es un organismo muy prestigioso, como está apuntando a cerrar el Instituto Nacional del Agua— y nos dejó una cloaca a medio hacer, y entonces decidimos continuarla con la Provincia de Buenos Aires.
En general, cuando uno llama a una licitación, se presentan 3, 4 o 5 empresas. 17 empresas de todo el país [se presentaron]. Yo me animo a decir que la Provincia de Buenos Aires es, por lejos, si no el único, [el] lugar donde continúa la obra pública. Por lejos, eh. Empresas que incluso no vienen necesariamente de la obra pública y se han quedado con mucho problema en obra privada. Entonces, se habla de 80.000 o 100.000 trabajadores y trabajadoras de la construcción, multiplicado por 4, estamos hablando de más o menos 400.000, 500.000 argentinos sin sustento, de un saque. Esto solo para tomar la cuestión de la obra pública.
Y acá estamos, continuando con el proyecto de la [Ruta] 11, ahora con el tramo de Gesell a Miramar. Y hace poquito, estuvo el ministro Katopodis acá porque, finalmente, si todo acompaña —porque es una obra que tiene algún tipo de gualicho o algo, lo hemos intentado varias veces— vamos a poder tener hecha la Rambla en Mar del Plata. Así que, bueno, el puerto, la circunvalación que además fue pensada para unir el Parque Industrial con la zona portuaria, no fue solo una obra de comodidad para el turista, que los que van al sur, obviamente pueden utilizarla, pero es una obra constitutiva de la Mar del Plata que se necesita, que la tomo como, de alguna manera, síntesis para condensar lo que necesita toda la provincia de Buenos Aires y aspectos muy relevantes de la provincia de Buenos Aires.
Empecé diciendo que Mar del Plata es una ciudad a la que le damos mucha importancia, obviamente no les voy a contar a ustedes el problema de la estacionalidad de la actividad turística. El turismo es un acceso al trabajo, a veces al primer empleo, moviliza muchísimos recursos, trae recursos a donde se desarrolla. Nosotros tenemos acá nuestro litoral atlántico, las playas más lindas del mundo, evidentemente, en la Argentina. Pero claro, genera a Mar del Plata, y a todas las regiones y municipios y distritos que tienen el turismo como actividad principal, este problema de temporada alta, temporada baja, y así como vienen los recursos, después cuando se van… Bueno, no les voy a contar a ustedes. Y no les voy a contar a ustedes porque estuvimos a principio de año, cuando hubo un ataque contra la pesca, en la Ley Bases, creo que era.
Y estuvimos reunidos en este mismo salón, recuerdo, de urgencia, para defender la pesca. Y yo dije, en ese momento, que podíamos lograr que se retirara esa embestida del Gobierno sobre la cuestión de la pesca. Pero que como tenía ya definido cuál iba a ser el carácter del Gobierno, a la pesca no le iba a ir bien igual. Aún si retiraban los ataques específicos para el sector, no le iba a ir bien igual. ¿Por qué? Porque hoy tenemos un Gobierno nacional que va exactamente a contramano de lo que necesita nuestra provincia y lo que necesita Mar del Plata. Lo digo con total tranquilidad de no estar exagerando, ni de estar chicaneando, ni de estar tratando de hacer un punto político de cara a las elecciones.
Hoy tenemos un presidente de la Nación, que yo decía siempre, que nunca, en todos sus discursos, se le cayeron de la boca dos palabritas: producción y trabajo. Nunca. Y me equivocaba… Miren qué fatídico error, porque el otro día mencionó el desarrollo y las pequeñas empresas. ¿Se acuerdan? Por primera vez, en toda su trayectoria, habló de desarrollo y pequeñas empresas. Y lo hizo para publicitar una estafa mundial con criptomonedas. Y no vengo acá a hacer discursos inflamados, simplemente les vengo a decir qué necesitamos en Mar del Plata: diversificar la matriz productiva. Tenemos, la verdad, que una potencialidad enorme en determinados sectores que ya existen y son pujantes, como es el caso del puerto, como es el caso de la industria naval, como es el caso de la producción frutihortícola, hortícola, particularmente, como es el caso de lo textil. Mar del Plata tiene una diversidad productiva enorme, pero que evidentemente no alcanza para ser lo suficientemente robusta ante las cualidades que tiene el ciclo del turismo.
Hay que hacer más para que Mar del Plata tenga una matriz productiva diversificada. Está, no hay que inventarla tampoco. En algunos casos, simplemente, hay que fomentarla, hay que acompañarla, hay que diseñar las herramientas. Y todo eso, porque hoy visitábamos una inversión impresionante en el puerto, una cámara frigorífica enorme, que va a permitir una inversión muy grande y de las grandes inversiones de la Provincia. No para calificar en el RIGI, que es para extractivismo y transnacionales. Una inversión inmensa, y sin embargo, fíjense, el tramo que estamos haciendo de la ruta sale 180 millones de dólares. Y esta inversión será —creo que no es una indiscreción— de 2 millones de dólares, 3 millones de dólares.
Y es una inversión enorme de un privado, pero imposible. Imposible que el sector privado se coordine, se articule. Imposible y además una enorme estafa, sobre las dificultades que todos ustedes tienen, decirles: “además, háganse las grandes obras de infraestructura entre ustedes porque no hay nunca más obra pública”. No digo sólo imposible, sino que un disparate, que no se dice y no se sostiene en ningún lugar del planeta.
Hoy tenemos un gobierno que ha parado la obra pública. El Gobierno nacional. Totalmente. Con eso, ha desfinanciado a las provincias, también. Alguien habló del tema impositivo. Yo quiero ser muy claro con esta cuestión impositiva, porque el otro día, miraba que había cosas de las tasas municipales… Obvio que pagar cualquier impuesto, para la actividad productiva o la actividad privada, representa una transferencia al Estado, que si se puede evitar, desde el punto de vista individual, ¿quién no va a querer evitarla? Y sobre todo en momentos de crisis, de dificultad… Porque lo que empieza a pasar es que esa carga impositiva, que tal vez en momentos de prosperidad se aguanta, se resiste o incluso no perturba inversiones, en algún momento, cuando estamos en crisis, la carga impositiva se convierte en un obstáculo a veces para el mismo funcionamiento.
No lo niego, lo único que quiero decirles es que si uno observa los impuestos que se cobran en la Argentina por jurisdicción... Hago Provincia contra Nación: 88 por ciento de los impuestos que se pagan, con IVA, con retenciones, con toda la masa impositiva, son impuestos nacionales; 12 por ciento son impuestos provinciales, que habría que redistribuir porque no lo tengo claro en la misma tabla, pero 1 por ciento o 1,5 por ciento son impuestos y tasas municipales. Entonces, por supuesto que tomo nota de todas las cuestiones impositivas y atiendo también a la cuestión de crisis.
Yo estuve acá, cuando fue el tema de la pesca, pero estuve acá 20 veces, con la pandemia y la cuestión del turismo; el Estado, no solo el Estado provincial y el nacional, no solo tomaron medidas de acompañamiento a un sector que sufría mucho, la cuestión de la pandemia, uno de los que más sufría, entretenimiento, turismo, gastronomía, todo lo que tiene que ver con movilización, sufrió mucho. Y bueno, entonces ¿qué hicimos? Traer instrumentos para acompañar al sector, tanto impositivos en el caso de la Provincia de Buenos Aires, crediticios como subsidios directos para pagar sueldos a quienes no podían pagarlos.
Ahora, hoy estamos viviendo una situación insólita. Yo escuché hablar a cada uno de los sectores, y referir un poco a algunas cuestiones estructurales, pedidos generales, pero nadie pudo dejar de hablar de la coyuntura, de lo que ocurrió este año.
Este año —y puede parecer dramático o un poco extremo, pero tengo total certeza de lo que estoy diciendo— si consiguen seguir aplicando este mismo plan económico, está en riesgo toda la industria nacional. No tengo ninguna duda, porque es un gobierno cuya macroeconomía, cuya comprensión del país y cuyos próximos 50 años —ya nos ha dicho el Gobierno actual dónde quiere ir en los próximos 50 años, o más, 100 años para atrás— [pretende] volver al modelo agroexportador, lo ha dicho, ese es el paraíso perdido.
Yo, después, me sentí confundido, pero como presto mucha atención a las palabras, del presidente, particularmente, cuando se reunió con los industriales que le presentaron una batería de quejas, de cuestiones tributarias, de cuestiones crediticias, pero lo que está andando mal hoy es la macro, ahora voy a explicar por qué, está detonada hoy la macro argentina, detonada para nosotros, para los que vivimos en la Argentina, los que tenemos los hijos en la Argentina, los que producen en la Argentina y los que laburan en la Argentina. Los que viven en Uruguay, en Punta del Este, seguramente están viviendo otra cosa y lo que son empresas extranjeras y vienen a buscar petróleo y litio es otra cosa, pero los que vivimos [en la Argentina] tenemos una macro detonada.
¿Qué dijo el presidente ante la UIA? Dijo: “la industria argentina es un parásito”, toda, “es un parásito, ha vivido siempre del campo, de sacarle al campo, de robarle al campo”. Lo dijo así, es público, ¿lo escucharon? Yo creo que hay que tomar nota, porque ahí hay un proyecto de país, y repito, tal vez dicho así parece muy dramático, pero como aquello que estudié como economista, como historiador de la economía argentina, que fui alguna vez, les puedo decir que no faltan sectores teóricos, grupos, e intereses económicos muy claros, que piensan que sí, que la Argentina no tiene por qué tener industria, que podemos importar todo, si se hace más barato y mejor. ¿Les parecerá inhumano? ¿Les parecerá cruel? ¿Les parecerá desproporcionado?
Bueno, yo creo que estamos ante un presidente que piensa que no tiene que haber industria nacional o la tiene que haber en pequeños nichos que tengan determinada competitividad, competitividad además muy complicada con el tipo de cambio actual, porque ya no es un tema de competitividad, ¿no? Si hay una situación donde el tipo de cambio va tan por atrás de la inflación y de todo, evidentemente, el tipo de cambio no es favorable; es algo que tengo que decirles yo pero todos ustedes lo saben.
Recién estaba hablando con un gerente de un importante hotel, que me decía que este año los hoteles de mayor cantidad de estrellas, de mayor categoría, [como] la clientela se fue al exterior, entonces hubo un bajón, particularmente importante, sobre el bajón general. No es casualidad, no es un detalle, no es sin querer, es una política económica que, de seguir, va a ser cada vez peor, más el efecto acumulativo. Conozco montones de fábricas que están en una situación de crisis, algunas que resisten, otras que en vez de cerrar se van pasando a la importación; cierran uno de los turnos, importan y manejan su canal y su cartera de clientes para productos importados.
Yo llamo la atención sobre esto, porque le dijo a los industriales: “che, ustedes no tienen por qué existir y si existen es porque les roban al campo”. Es una escuela teórica en la Argentina que existe [hace] un montón, a partir de que se inició la industrialización en la Argentina, decían que nosotros tendríamos que haber sido un país especializado en productos de origen agropecuario, el granero del mundo, y todo lo demás que se haga acá va a ser ineficiente y bastante inútil hacer el esfuerzo, porque no va a funcionar.
No es la primera vez, ni la última, y de hecho, lo único que me llamó la atención es que se lo dijera a quienes le estaban diciendo “tenemos este problema, este otro problema”, como cuando va alguien y le dice al Gobierno nacional: “no tengo remedio para el cáncer”, y le dice “lo que pasa es que no hay plata”, cuando están pagando una millonada en intereses de deuda, en servicios de deuda que subió en términos reales muchísimo. O sea, plata hay, se usa para otra cosa. Pero le ha dicho al sector industrial que no sirve y no tiene que existir.
Luego se juntó con el campo, escuchamos un par de cosas acá, escuchamos algunas cosas de la pesca, lo escuchábamos el otro día en Balcarce, el sector agrícola ganadero, el sector primario en general, el sector pesquero tiene un problema grave con el arreglo macroeconómico que hay de apertura de importaciones, detonar el mercado interno y, al mismo tiempo, un tipo de cambio no favorable. Vuelvo a decir que no es favorable para no meterme con el tema del atraso cambiario, usar palabras que pueden ser relativas. En estos días, estuve con alguien que estuvo veraneando afuera, en vez de venir a Mar del Plata, que siempre venía al litoral atlántico, se fue a Brasil, y me decía “sale la mitad o un tercio”. No hay forma de que eso no sea artificial, no hay forma.
Eso es un tema macroeconómico y cambiario, no tiene otro nombre. Uno va a cualquier frontera argentina y bueno, las fronteras son buen indicador de la situación cambiaria porque los productos van para un lado o van para el otro, según no un tema de productividad y trabajo, quiero decir, inversión en capital fijo, competitividad ya sea tarifaria y energética, tributaria. El mismo producto producido con la misma estructura, a veces puede y a veces no puede. O sea que acá está pasando algo grave. Ustedes dirán que es sin querer. No, es el plan económico. Es el objetivo. Y la novedad es que no solo no expresan pesar sobre esto sino que lo festejan, dicen: “está bien, adaptarse o morir”. ¿Adaptarse a qué? Si han cerrado 13.000 pymes en la Argentina. ¿Adaptarse a qué? ¿Y hacer qué?
Me acuerdo cuando un gobierno anterior, de un signo parecido, no tan despiadado, decía: “se tienen que dedicar a la cerveza artesanal”, a gente que hacía maquinaria. Cerveza artesanal o piloto de dron a los trabajadores, ¿se acuerdan? Bueno, ahora es más descarnado. La industria no va más. Y es grave y preocupante. Y yo, obviamente, cuando lo advertíamos en campaña por escuchar lo que se venía y ver un poco los actores que iban a estar, parecía, claro, una cuestión de disputa y exagerada. Bueno, acá lo tenemos.
Lo grave es que al campo tampoco le va bien. No le va bien. Porque con esta situación cambiaria… Son dos cosas, la cuestión cambiaria y la destrucción del mercado interno. Porque el que dirige su producto al mercado interno, alguno lo comentaba, tiene una caída del 20 por ciento en jubilaciones, de salarios, o sea, una verdadera masacre salarial que está haciendo este Gobierno [nacional], como pocas veces se hizo. Privado, público y sobre todo informal, pero claro, si no hay salario, nadie puede comprar, nadie puede ir a veranear, o viene, como ocurrió, porque está agobiado, porque necesita, y porque nosotros, todos nosotros, estamos acá, los intendentes, obviamente, el Gobierno provincial, Cuenta DNI, promociones, ayudas de tal tipo, de tal otro, los privados también dando una mano con descuentos... Bueno, tratando de atraer a un turismo que no tiene un mango para vivir en la ciudad, mirá si a duras penas consigue.
¿Entonces qué pasó este verano, qué pasó antes de las últimas semanas de febrero? Bueno, pasó que hubo una caída muy significativa contra una temporada que fue la pasada después de la devaluación de Milei, que también fue una mala temporada, bueno, esta está 7, 8, 9 por ciento abajo en cantidad de turistas, pero está 30 por ciento abajo en consumo. 30 por ciento abajo.
Uno dice: “bueno, hasta que se acomode”. El crecimiento en V iba a ser en el mes de abril, ¿se acuerdan? Y el último dato de consumo, estamos a casi abril, pero del año siguiente, y me hace acordar incluso a “la luz al final del túnel”, “los brotes verdes”, “lo peor ya pasó”. Hay un conjunto de poetas de la esperanza falsa, pero bueno, si no cambia la política económica, ¿por qué iría a subir el salario, si ahora están planteando paritaria cero?
Y como acá hay empresarios y trabajadores, digo, para el empresario que no haya aumento de salarios en momentos de dificultad, puede parecerle bueno, pero después, ¿qué es lo que pasa? El trabajador, que está en la nómina de pago, si no tiene aumento de salario, no te aparece en el mostrador si es generalizado. Entonces, el mercado interno está detonado. La construcción detonada, 30 puntos de caída de la construcción; la industria 12 puntos, depende de indicadores, 12 o 15 puntos de caída, son niveles de la crisis más grande de la Argentina, niveles de pandemia de la caída del consumo, caída de la construcción. Bueno, construcción se prohibió, pero sacando eso, caída de salarios, caída de jubilaciones. Lamento, ¿no? Pero bueno, tiene que sonar el despertador. No, no hay otra política económica, es deliberada y decisión del Estado, estos que dicen ”no hay Estado”, bueno, hay un Estado.
Salió un informe, no mío, de JP Morgan, que dice que se patinaron 20.000 palos en intervenir en los dólares paralelos para que no haya una devaluación. Alguien dice ”bueno, el tipo de cambio este no me sirve, ¿por qué está?” Porque hay un gobierno sosteniendo un tipo de cambio. A ver, lo de la política es este tipo de cambio, y este tipo de cambio, con apertura importadora y caída de consumo, es dinamita pura para la industria. ¿Cómo va a ser? ¿Cómo va a ser? Explíquenme. No hay quien pueda comprar, pero si puede comprar importado a un dólar muy conveniente. La industria nacional está así.
Y después se juntó con el campo, el ministro se juntó con el campo, el secretario de Agricultura, después el ministro dijo lo mismo. ¿Y qué le dijeron los representantes del sector agropecuario? No tenemos mercado interno, este dólar no nos sirve, además la cuestión de retenciones creo que bajó, pero le pedían una devaluación del 30 a 40 y le baja 6 puntos la retención a la soja y menos al trigo y no a la pesca. O sea, una devaluación, nosotros la llamamos una devaluación fiscal, con tributos, ¿no? Como una devaluación focalizada y con tributos.
¿Pero qué pasa con el productor agropecuario? No tiene mercado interno, tiene competencia externa, tiene costos en dólares y precios a un dólar que no le sirve. Y costos en dólares creciente, que es lo que me comentaba alguien, 90 por ciento aumento de los costos en dólares y el dólar fijo. Entonces, el que vende afuera o el que el producto está atado al dólar, le suben los costos en dólares, pero el ingreso no le sube. Entonces, ¿qué le dijo al sector agropecuario? Ya venía de decirle a la industria que toda la vida vivió del campo; ahora le dijo al campo que se dedique al carry trade.
Yo creo, probablemente ya muchos estén anestesiados, pero es grave, a la industria le dice que vive del campo y al campo que le va mal, o a la parte que le va mal, le dice “dedíquense a la timba”. Porque es verdad. Después lo verificó Toto Caputo, al campo, carry trade. Claro, si uno exporta productos en dólares y consigue adelantar los dólares, o el valor del dólar, y lo pone a una tasa de interés que es el doble o más que la tasa de devaluación esperada, te llenás de guita. Hoy tenemos un negocio, una industria sin chimeneas, sin gente trabajando, sin nada, que es el de la especulación financiera sostenida por el Estado, con la nuestra, con los impuestos. Ese 88 por ciento de impuestos es un ajuste a todas las partidas que no son intereses de deuda, pagos de deuda. Entonces, hay una transferencia de ingreso brutal de trabajadores, de empresarios, de industria, de productores, hacia el sector especulativo.
Otro sector que eventualmente puede funcionar sería un sector extractivista, que requiere menos costos locales y que tiene un producto de alta renta, ¿no? Como puede ser hidrocarburos, como puede ser minería. Así que, y yo les digo, ¿a 50 años, qué vamos a hacer? Y hay varios países que son así, la Argentina no, pero varios países que son así, que se dedican a la minería, que casi no tienen industria, y que el grueso de la población vive en condiciones de precariedad, sin derechos, sin salud pública, sin obra pública, sin educación pública, sin universidad pública. En ese modelo uno dice, ¿por qué tanta saña contra la universidad pública? Porque en ese modelo no hace falta que haya universidad pública, de calidad, masiva, investigación. No hace falta, sobra en ese modelo.
Ahora, yo creo que a esta altura del partido, y con la obstinación que hay y con la determinación que hay en sostener esta política económica… Bueno, quiero hacer un parrafito más, porque ya que estamos, les comparto una opinión un poco más de por qué esta política económica, además de la cuestión estructural, implica el proyecto de un país desindustrializado, precarizado, ¿por qué? Porque en la Argentina, sostener el tipo de cambio fijo ha sido históricamente una política antiinflacionaria exitosa, sostener el tipo de cambio fijo. Pasó en los 90, veníamos de una hiper real —no inventada y fabulada—, había una inflación alta, pero ahí era una hiper, y vos fijás el tipo de cambio, abrís las importaciones, reducís el salario o planchás el salario, y entonces, ¿por qué subirían los precios?
Si no hay demanda, no hay mercado interno, o sea, nada tira de los precios, hay más bien liquidaciones, a veces liquidación antes del cierre o liquidación de stock anterior, o venta por debajo del costo. Pero bueno, es así. O si no hay importaciones, a un tipo de cambio conveniente. Los 90 fueron esto, a otro ritmo, nunca la historia se repite textualmente, pero muy parecida. Ahora sí, la inflación la controlás a un costo de destruir fuentes de trabajo, destruir capital, destruir posibilidades, por supuesto me parece que ya lo hemos visto, y la primera víctima es la industria. Entonces, yo podría hablar muchísimo tiempo de lo que está pasando, pero quiero darles un mensaje. Si esto sigue así, cualquiera de ustedes que es empresario y dice, ”bueno, pero el tipo de cambio ¿cuánto va a estar?”
Esto, esto muchísimo tiempo más, “¿y cuánto se van a mover mis costos?” Y no, por arriba del tipo de cambio, entonces vas a tener inflación en dólares y dólar planchado; es así, inflacionariamente es eficaz, pero al costo de destruir la demanda interna, destruir el motor de la economía, destruir la producción nacional. Obviamente, la tablita de Martínez de Hoz fue lo mismo, en términos económicos fue lo mismo. Y pregúntenle a cualquiera —y muchos de ustedes habrán pasado los 90— lo que ocurrió con la industria y, con la producción agropecuaria también. Porque durante los 90, que no había retenciones, ni siquiera había retenciones, pero había 1 dólar a 1 peso, y era inviable sostener muchísima producción agropecuaria, terminaron 13 millones de hectáreas hipotecadas de los campos productivos, y los propietarios y propietarias encadenados a las tranqueras.
A Mar del Plata, ¿cómo le afecta eso? Podemos hablar de hacia dónde va este modelo, de qué es, pero yo me pregunto cómo le afecta a Mar del Plata, cómo le afecta a la provincia de Buenos Aires si no cambia. Imagínense, sólo el que esta vez vino de vacaciones, con algún ahorrito, porque está justo, la vez que viene, y es lo que estamos viendo por todos lados, el que sostuvo la producción, a pesar de la situación, en un momento, entonces, de seguir así… Y, la verdad es que el problema que tengo yo con esto, con lo que no estoy de acuerdo, lo he discutido, lo he denunciado, pero hoy en el papel que tengo de gobernador de la provincia productiva por excelencia, es que esto funde a la provincia de Buenos Aires. La funde, ya no es una cuestión solamente partidaria, teórica, esta política económica, es obvio, si ustedes la describen y dicen “che, ¿y después qué va a pasar?”.
Y bueno, textil, apertura indiscriminada de importaciones, a un tipo de cambio favorable, me dicen, hay prendas de vestir en el exterior que salen muchísimo menos que acá, empiezan a entrar, y bueno, se van a llevar puesta a la industria textil. Y no por una cuestión de competitividad de nuestro textil, sino por un arreglo macroeconómico cambiario y de timba financiera; por sostener la timba financiera, se llevan puesta a la industria. Tampoco estamos diciendo algo que sea muy original y novedoso, porque el que es ministro de Economía, el que maneja este plan económico, ya fue ministro de Economía, Caputo, endeudó al país. Bueno, ya saben lo que pasó. ¿Cómo se sostiene esto y cuánto se sostiene? Y, para sostener un tipo de cambio de esta naturaleza, hacen falta dólares.
Entonces, se sostiene en base a un ingreso de dólares que puede tener diferentes fuentes, pero hay un momento en que los que vienen del comercio ya no alcanzan, sobre todo si empezás a producir cada vez menos acá, importás más. O si el turismo es todo turismo emisivo, entonces, se gastan muchos dólares en eso. Conclusión, endeudamiento. Así ha sido históricamente, se sostiene con endeudamiento. Ahora nos dicen, ‘el plan económico depende’... Lo tratan de vender como una cuestión de apoyo político. Todos están esperando que les den 15.000 millones de dólares del Fondo Monetario, 20.000. No va a ir un dólar a la industria naval, no va a ir un dólar a la Rambla de Mar del Plata, no va a ir un dólar a la circunvalación, no va a ir a nada de eso, como no fue en el crédito pasado que tomaron con el FMI este mismo ministro de Economía. Lo traen para sostener el tipo de cambio y le hablan al sector financiero diciéndole: “sigan, sigan, que conseguí los dólares”. Yo creo que es bastante llano, bastante claro lo que está pasando.
¿Qué problema hay? Yo quiero otro país, por supuesto que quiero un país con industria, con tecnología, con ciencia, con innovación, con universidad, con soberanía nacional, quiero todo eso. Bueno, en ese sentido veo que esto está en las antípodas, pero ¿qué problema concreto y puntual tenemos? Esto destruye a la Provincia de Buenos Aires, porque nosotros tenemos una provincia que es la principal provincia turística y este es el principal destino de turismo interno, popular. Y con esto, ¿cómo va a ser? Los que cobran salarios que no les alcanza, no van a poder venir y los que cobran algo que es sustantivo, convertible a dólares, les va a convenir, tal vez, irse a otro lado; es una desgracia. Y cuando pasó lo de la pandemia o cuando pasó lo de la pesca, nuestro Gobierno, con más instrumentos, menos instrumentos, menos eficacia o más eficacia, vino acá a ver cómo podíamos solucionar el problema. Tomar nota, ver, buscarle la vuelta, ver qué puede ser.
Y se idearon varias políticas en la Provincia para los centros culturales, para todo lo que estaba cerrado una política de subsidio directo, muchísimas cosas. Está bien, bien o mal, podría mejorarse, fue insuficiente. Pero ahora no hay un átomo, una pizca de preocupación. Es lo que quieren. No les molesta. Han dicho, ¿cómo dijeron? “Reconvertirse o morir”, o una cosa así. Pero ese es el discurso de las autoridades responsables de lo que está pasando: “jódanse”.
Entonces, ¿por qué hablo con esta crudeza? Porque estamos en un momento bisagra, porque ahora pronto va a haber una elección. Y yo sé que hay gente que también votó a Milei pensando que la motosierra era para la casta. Bueno, bienvenidos a la realidad, 30 por ciento bajaron las jubilaciones. No sé a qué parte de la casta le cayó la motosierra, pero a los jubilados, a todos, a los remedios, a todos, al sistema educativo bonaerense; que no es, digamos, un sistema educativo que tenga para hacer ningún, no tenemos ningún exceso. Cortaron el Fondo de Incentivo Docente. Nos cortaron los fondos de seguridad, 700.000 millones de pesos, el equivalente a 10.000 patrulleros. Y no lo digo porque a veces se hacen equivalencias extrañas.
Es porque yo llegué y había 790 patrulleros y compramos 5.500 patrulleros nuevos. Pero, claro, pasa el tiempo y tenemos que renovar, para eso había un fondo nacional, no hay más. Me lo sacaron a mí, capaz Milei piensa que esto, haciendo grandes campañas de marketing, todo el mundo va a entender que me lo sacaron a mí. Gobierno hace cinco años la Provincia, obviamente, se genera desempleo, se genera marginalidad, se genera vulnerabilidad, se generan montones de problemas, que no es que no existieran, pero se agravan, se ve por todos lados que se agravan. Problemas de empleo, problemas de violencia, porque también se promueve la violencia, no estás de acuerdo con alguien, vale insultarlo, vale maltratarlo.
Entonces, esta es la situación que tenemos, con menos recursos. Por eso creo que este año hay una oportunidad de discutir de nuevo esta política económica. Miren lo que está haciendo en materia impositiva, si privatiza el Banco Nación. El Banco Nación y el Banco Provincia no tienen una normativa especial que nos obliga a prestarle a los empresarios más que un banco privado. Ustedes vieron que el Banco Provincia, el Banco Nación, yo puedo hablar muchísimo del Banco Provincia, somos líderes en créditos a PyMEs, falta más, me decían: “podríamos ver el crédito hipotecario”. Podemos ver un montón de cosas, pero hoy, desde que llegamos nosotros, crecimos infinitamente en la asistencia a PyMEs y la Cuenta DNI, que es una forma que existe desde la pandemia, pero es famosísima ahora.
¿Por qué? Porque estamos poniendo todos los recursos que podemos para ayudar al bolsillo de la gente. ¿Pero por qué? ¿Porque tenemos promociones, no pagamos algún impuesto, tenemos alguna ventaja con respecto a un banco privado? No. Es la misma normativa que el Galicia, por ejemplo. Y estas políticas existen en el Banco Provincia, no en otros bancos, o no con esta profundidad y con este alcance. No por una cuestión normativa, les digo por qué. Por una cuestión de naturaleza y propiedad. Naturaleza, nosotros consideramos que la banca pública es una banca de desarrollo. O sea, que tiene que tomar dentro de una normativa que no es muy buena para nosotros. Nosotros quisiéramos tener una normativa especial de banca de fomento, que hay en otros países. Porque me dicen: “no puedo sacar el crédito porque me piden unos papeles”. No, nosotros tenemos los mismos requisitos para sacar un crédito que el Banco Santander, los mismos. ¿Por qué hay más crédito? Y, porque hay una política.
¿Y por qué hay Cuenta DNI? Porque la ganancia del banco, que un propietario del banco, un dueño del banco, tiene derecho a ser un magnate, comprarse yates, llevárselo o hacer la inversión que quiera en este país o en otro; el Banco Provincia también tiene un dueño, pero el dueño son ustedes. El dueño es el pueblo de la provincia de Buenos Aires. Así que la ganancia del Banco Provincia, ¿a dónde va? Porque me estuvieron criticando. ¿A dónde va? Con descuentos, con crédito, al pueblo de la provincia de Buenos Aires. Va al productor pyme, va al consumidor, va a la familia. Toda la ganancia del banco no se retira, no se usa para otra cosa. O para abrir una nueva sucursal o para traer las sucursales móviles. Es lógico que hagamos eso.
Si privatizan el Banco Nación, va a terminar siendo lo mismo que un banco privado. ¿Estoy en contra? No. Que haya bancos privados. Pero la banca pública tiene un papel. Está hasta en el último pueblito. No nos fijamos cuando abrimos una sucursal nueva del Banco Provincia, si va a ser rentable en sí o no va a ser rentable. En cambio, un privado, ¿para qué va a abrir una sucursal que le cuesta más sostenerla que el ingreso que le da? ¿Tiene lógica el negocio privado o no? Sí. ¿Está mal? No. Es dueño de su capital. Ahora, la banca pública tiene otro papel. Existir en todos lados, dar crédito y su rentabilidad volcarla en promoción de tasa o subsidio de tasa, si quieren llamarlo, en acompañamiento para el consumo y sostener todo lo que podamos. Eso es lo que estamos haciendo nosotros, en el momento más desfavorable que se les puede ocurrir.
Y, por supuesto, que yo tomo nota de todo esto, creo que es grave. Pero hay una oportunidad que es ver si podemos plantear de manera más general, más colectiva, más plural, que estas políticas de perseverar nos van a llevar a la quiebra del turismo, a la quiebra de la construcción, a la quiebra de la industria, a la quiebra del agro y a las desgracias de los trabajadores. Es así, es eso lo que tenemos por delante. Y me parece que es una decisión muy importante. Yo entiendo que alguno tal vez pensó: “bueno, probemos con esto”, pero es esto.
Y no hablo de todo lo demás, no estoy hablando de todo lo que este Gobierno [nacional] contiene en términos de pérdida de otros derechos. Y, bueno, yo me peleo todo lo que puedo, represento esto todo lo que puedo. Y repito, no solo porque soy del peronismo, no solo porque estoy en contra, no solo porque creo en el desarrollo, en la inclusión, no solo por todo eso, sino particularmente porque tengo un mandato y una representación. Yo los represento a ustedes. Y si ustedes están quebrando porque el Gobierno nacional toma la política antiindustria más grave que se haya visto, yo tengo que ir y estar en contra de esas políticas.
Ahora, si vos estás en la timba financiera, el ministro dijo la verdad, si uno tiene un dólar y cree que se va a sostener el tipo de cambio, no hay nada mejor que ponerlo al interés del 2 o 2 y pico por ciento por mes y después, si el tipo de cambio se mueve un 1 por ciento, cuando lo retirás tenés una ganancia de 100 dólares asegurada, garantizada, como era seguro de cambio, por un Estado nacional como no hay en todo el planeta. Pero es un saqueo. Para nosotros, que no estamos en la timba financiera, Mar del Plata no vive de la mesa de dinero, Mar del Plata no vive de la especulación, vivimos de la actividad real. Hay mucha gente que vive de la actividad real.
Pongamos que yo exagerando digo, sigue cayendo. Pongamos que simplemente se estanca, como empezó a pasar, y no caiga a más velocidad. Yo creo que además tiene un efecto acumulativo. Pero, en ese caso, tampoco va a mejorar. Y si les abren las importaciones, si discriminan a la pesca nacional, ya no es no cuidar, es discriminarla si pueden. Porque favorecen otros intereses. Y representan a otros. A mí no me atiende el presidente para decirle esto. Pero a Elon Musk lo vio 200 veces. Representan a otros, no a ustedes, no a nosotros, no a nuestra Provincia, no a nuestros municipios, no al turismo, no a la construcción, no al trabajo, no a la producción agropecuaria. No representan eso, no les interesa. Y así estamos.
Entonces por eso —y para hablar más en positivo—, vamos a redoblar los esfuerzos del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para ser un escudo y una red para que no se pierdan los puestos de trabajo, y para seguir haciendo las inversiones. Y para seguir haciendo la obra pública, y para terminar la circunvalación, y para, si podemos, apuntalar a la industria naval, y si podemos, hacer el Magdalena. Todo lo que podamos lo vamos a tratar de hacer en una condición muy complicada. Y hay 20.000 cosas para hacer, porque todo lo que ustedes me dicen son potencialidades. No es que no haya. Por supuesto que hay algunas cosas históricas, que han esperado, pero bueno, la sociedad bonaerense, la producción bonaerense, los empresarios y trabajadores son perseverantes, y tienen proyectos, y hay posibilidades, y hay enorme potencialidad, pero no te tienen que tirar un balde de ácido sulfúrico encima, porque ahí no sobrevive nada.
Entonces yo creo que estamos ante una oportunidad importante, y por eso soy tan crudo; no se puede ser distraído. La cuestión cambiaria es la política económica, por eso han salido con uñas y dientes a defenderla. La apertura importadora es la política económica. Por supuesto que la no obra pública es la política económica; la privatización es la política económica, y así nos vamos a quedar —bueno, no lo vamos a permitir— sin instrumentos poderosísimos que tiene la Argentina, [como] el CONICET, el INTA, el INTI. No podemos prescindir de eso, y no es un resorte el Gobierno provincial, pero yo no tengo ninguna duda de que si la Provincia de Buenos Aires se pone en la cabeza, lo convertimos en una bandera común, defender nuestra producción, nuestro empleo, la salud, la educación, defender también la seguridad, pero con inversiones, no con palabras, con chicanas, con inversiones, si quieren discutir organización de la seguridad, pero bueno, en condiciones complejas, y seguramente, porque todos saben, cada vez más complejas.
Entonces, si queremos defender todo eso, nos tenemos que poner de acuerdo en algunos puntos. Yo les digo, y de acá saco esos puntos, la Provincia de Buenos Aires defiende la producción y el trabajo, si el Gobierno nacional y el presidente no está a favor de la producción y el trabajo, no podemos estar a favor ni acompañar al presidente, eso es clarísimo.
Tenemos que dar vuelta esta cuestión y ponernos a trabajar para revertir la situación y para seguir avanzando, con las obras que necesita Mar del Plata, con la matriz productiva que necesita Mar del Plata, con el crédito que necesitan los empresarios, con las discusiones incluso impositivas que tengamos que hacer, con todo eso. Pero objetivos: producción, trabajo, salud, educación, bienestar de un pueblo que no vive de la timba. Así que para eso pueden contar conmigo, tanto por los instrumentos que podamos poner, como para llevar adelante esta discusión y defender la industria nacional y la industria bonaerense, defender el trabajo nacional y bonaerense.
Ojalá ahora, que por enésima vez se fue a los Estados Unidos, ojalá lo escuche a Trump, cuando Trump dice primero su país, ¿no? Porque acá, último nuestro país. Miren, cosas que parecían ya difíciles de sostener, aranceles, digo, política industrial, está haciendo política industrial, que es proteger determinados sectores, protegerlos, que hasta ahora parecía una mala palabra. Estados Unidos está protegiendo a su sector industrial, el que tiene, incentivando a que venga con instrumentos crediticios, con gasto público, van a poner una millonada en contratos públicos para sostener los semiconductores, determinadas empresas tecnológicas, lo va a poner el Estado, porque así hicieron todos los países para avanzar industrialmente.
Por supuesto que después se pueden discutir grados, se pueden discutir modos, y no estoy defendiendo la política de Trump, sí estoy defendiendo que, ya que nuestro presidente dice ser admirador de Trump, que se dé cuenta de que no puede haber un país sin industria, ni los Estados Unidos, ni la Argentina, que no puede haber un país sin mejores condiciones de trabajo, ni los Estados Unidos, ni la Argentina, que no se puede pensar un país sin cuidar la soberanía.
Así que para terminar, quiero decir: industria, trabajo, salud, educación, universidad, ciencia, tecnología, finalmente son la soberanía nacional. Tenemos que defender la soberanía nacional, así que, muchísimas gracias. Y bueno, hay varias cosas que me llevo, pacto digital, muchas son nacionales, y nosotros estamos dando una vuelta también para presentarle un planteo al Gobierno nacional, de las políticas que habría que hacer, que excedan al Gobierno provincial, y nosotros hacer todos los esfuerzos que podamos. Yo les pido que pongan fuerza, que metan garra, que resistan esto, porque lo vamos a cambiar.
Muchísimas gracias.