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AVELLANEDA

Palabras del Gobernador Kicillof en la inauguración de los paneles solares de la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº4

Jueves 12 de Diciembre 2024

Buenas tardes a todos y a todas, la verdad es que [estoy] muy contento, muy feliz, admirado y orgulloso de lo que se hace en la escuela pública en la provincia de Buenos Aires, admirado y orgulloso de lo que hacemos en nuestras escuelas técnicas.

Este proyecto de llevar adelante el reemplazo de parte de la energía que se usa convencional por energía renovable ya es importante. Ahora, que la instalación, el prototipo, el diseño se haga en nuestras escuelas, que lo hagan los pibes y las pibas tiene una enorme significación. Lo decía el director, Jorge [Jorge Casartelli, director Escuela Técnica N°4], lo decía el intendente que de paso digo, no es raro que estas innovaciones, que estas novedades se produzcan en el municipio de Avellaneda. Gracias Jorge [Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda] porque siempre un paso adelante con inversión, con ideas nuevas. 

Quiero decir algo que me parece que hay que prestarle atención en estos tiempos, mucha atención en estos tiempos, porque nada de lo que está ocurriendo es inocente, ni tampoco es un capricho, un invento, una locura de quien preside hoy el Gobierno nacional. Me parece que es mucho más complicado y más profundo lo que está pasando hoy en la Argentina. Hay un ataque dirigido contra todos los organismos vinculados al cuidado del ambiente. Han cerrado el Ministerio [de Ambiente] nacional que había, y esto ha sido continuado y copiado por muchas provincias argentinas. Y no es inocente, ni es casualidad, ni es un tema menor, porque viene acompañado con una ideología.

No es solo cerrar, ajustar y achicar, sino que viene acompañado de un intento de lo que ellos llaman “generar un cambio cultural”. ¿Cuál sería el cambio cultural que buscan cerrando el Ministerio de Ambiente? Bueno, convencernos, a todos y a todas, de que en realidad no hay cambio climático, no hay problemas de contaminación, pero sobre todo de que si los hay, el Estado no tiene que regular, no tiene que controlar, nadie tiene que encargarse de que las grandes empresas, las grandes corporaciones no contaminen, porque, en realidad, el tema del cambio climático es un invento.

Miren de lo que nos quieren convencer y piensen dos segundos para qué nos quieren convencer de esto. Dicen que contaminar no es malo porque igual, en todo caso los privados se arreglan entre ellos, y dicen que contaminar no importa porque la acción humana no modifica cuestiones climáticas ni la posibilidad de vivir en el planeta. Nos dicen que no es así. ¿Qué está por detrás de esto? ¿Qué es lo que hay atrás? Lo que hay atrás es regalarle enormes negocios a corporaciones extranjeras, a los ricos, sin que los controle nadie, destruyendo nuestro planeta, destruyendo nuestra provincia. Es decir que no son cuestiones solamente culturales, son intereses económicos. Creo que no estoy diciendo ninguna novedad, pero a veces a fuerza de agredir, de insultar, de llamar la atención y de armar escándalos en las redes sociales, a uno le parece que es una cuestión de carácter o de mirada o de capricho. No es así.

Nos quieren imponer un país donde cualquiera venga, lo contamine, lo destruya, donde no se pueda tomar nuestra agua, donde no se pueda respirar nuestro aire. Un país donde ellos no quieren vivir ni habitar. Nosotros tenemos que defender —como hemos hecho en la provincia de Buenos Aires, la única provincia que tiene Ministerio de Ambiente— nuestros entornos naturales, una vida sana.

Y claro, ¿Quiénes dicen que no hay que cuidar el ambiente? Los que cuentan con los recursos ganados en la Argentina, con laburo argentino pero que se van a vivir a las playas del Uruguay en vez de vivir en nuestro país. Es como que no les importa que se contamine todo, total piensan en vivir en otro lado o tienen los recursos para vivir de otra manera. Por eso, atacan todo lo relacionado con el ambiente, así como atacan a la escuela pública en general y a la escuela técnica en particular. El Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires es el único que ha subsistido.

Uno se pregunta por qué se le agarran, como cuando lo hacen con el INCA, con el cine nacional, con el Ministerio de Mujeres,con las políticas de género, ¿para qué tanta energía? ¿Por qué tanta energía puesta? Y les quiero decir que esto no es una opinión, un eufemismo. Se tomaron el trabajo específicamente de reducir los fondos en el presupuesto diseñados para darle condiciones a las escuelas técnicas, no quieren escuelas técnicas, no quieren educación pública en general, pero menos todavía educación técnica. Así que, de nuevo, hay que preguntarse por qué.

Lo que estamos discutiendo a nivel internacional es a dónde va el trabajo calificado, a dónde va el trabajo bien pago, a dónde va el trabajo preparado, de innovación y a dónde va la industria. Parece que hay países a los que tiene que ir la industria, la producción, la innovación, la ciencia y la tecnología, y otros países que quieren diseñar para que haya explotación laboral sin derechos, para que haya explotación de los recursos naturales, para que no se pague un solo impuesto y para que la gente viva como pueda. Quieren países desarrollados, más desarrollados y países periféricos, más periféricos, más subdesarrollados.

Ahí es donde les jode la escuela técnica, les jode porque si nosotros formamos pibes y pibas con capacidad de usar y entender la tecnología, con capacidad de comprender lo que está ocurriendo en la industria, con capacidades de hacer, de instalar, pero también de pensar, de crear y de innovar, quedamos afuera del molde que nos quieren construir. Por eso tiene razón Jorge, el director: sin escuela técnica, dijo, no hay industria y sin industria no hay país.

Y fíjense qué profundo, qué importante que es esto para todos nosotros, pero sobre todo, para los pibes y pibas y para los que vendrán después. ¿Qué país vamos a tener, de qué vamos a laburar? Hoy hay una división del trabajo donde toda la producción, la especializada, la avanzada, va a algunos países y en los otros nos tenemos que dedicar a sacar el gas, sacar el petróleo y mandárselos a ellos para después comprarle los productos con mayor valor agregado. Nos quieren hacer volver a la época de la Colonia.

¿Saben por qué les molesta y por qué atacan la escuela técnica y por qué atacan la universidad pública? Porque la Argentina es una anomalía, es una anomalía a escala del continente, es una anomalía a nivel mundial. Argentina es un país que tuvo momentos, que tuvo épocas, pero sobre todo que tiene fuerzas políticas y sociales que no están dispuestas a que nos conviertan en colonia. Que saben que acá tiene que haber trabajo calificado, trabajo industrial. Así que aguante la escuela pública, aguante la escuela técnica, aguante la industria nacional, aguante la soberanía.

Acá tenemos dos elementos combinados de lo que quieren destruir. No quieren que tengamos las capacidades de producir, ni siquiera de instalar, de pergeñar, de planificar la energía renovable. No quieren que lo podamos hacer, quieren que tengamos que ser, en ese sentido, dependientes de otros, comprarle a otros, tributar en otros lados y no hacer lo nuestro. No quieren que tengamos ni universidad pública ni escuela técnica y acá, como ya estuvimos varias veces, Jorge, porque este es un distrito, no sé si capital de la escuela técnica, nosotros tenemos 450 escuelas técnicas en la provincia de Buenos Aires, 250.000 pibes y pibas que estudian en la escuela técnica, y yo quiero bajarlo a la tierra para refutar y discutir esto que dicen desde el Gobierno nacional, que si alguien quiere o necesita algo es libre de ir y comprarlo, de ir y adquirirlo, de ir y pagarlo, entonces esa es la libertad que quieren, esa es la única libertad.

Si podés comprarlo sos libre. ¿Y qué pasa con los que no acceden? ¿Qué pasa con los que no les alcanza, y con los que no llegan y lo quieren, lo desean, se van a esforzar y, peor que eso, lo necesitan, es una necesidad? ¿Qué pasa si no la pueden comprar? ¿Cuánto saldría la cuota mensual de una escuela técnica? Yo me animo a decir que 500.000, 600.000, 700.000, 800.000, un palo por mes. 1 millón de pesos por mes saldría una vacante y un lugar y una cuota en una escuela técnica si fuera privada.

¿De qué libertad nos hablan? De la libertad de las familias que tienen la posibilidad de pagarle a sus hijos una cuota que, para la gran mayoría, es absolutamente prohibitiva e inaccesible, es una muralla, un obstáculo, una fosa que no deja acceder. Me animo a decir que de los 250.000 pibes y pibas que van a la escuela técnica, una minoría pequeña puede pagar esos valores de cuota. ¿No es así? Cobremos conciencia, porque después ves un TikTok, te parece gracioso y decís “bueno, vamos a votar, a ver qué pasa”. Y pasan estas cosas, que te quieren cerrar la universidad pública, y a la universidad privada claro que se puede ir pero hay que tener una montaña de guita. 

La educación privada, la salud privada, una prepaga 500 lucas. Se quedarían el cuarto de millón de pibes y pibas, yo creo que la inmensa mayoría, no quiero tirar un porcentaje, pero seguro tiene uno alto y me quedo corto. Es decir que eso que llaman libertad —que es libertad de comprar para el que puede— en realidad lo que genera, para la enorme mayoría, son restricciones, son limitaciones y es exclusión. Yo le digo al presidente de la Nación: si la libertad es que solamente los que puedan pagar tengan salud, educación, tengan acceso a la seguridad, tengan acceso a la vivienda, eso no es libertad. Eso es exclusión, eso es discriminación. Y deja afuera a toda la provincia de Buenos Aires.

Por eso, disculpen la pasión que le pongo —sin insultar a nadie, porque tampoco este método de andar insultando, denigrando al que no piensa igual, pero es importante. Pueden pensar distinto, sí, pero no pueden condenar a un pueblo a privarse de todo; ese es el problema que tenemos hoy. Por eso, estos ejemplos maravillosos, donde la escuela pública, la escuela técnica muestra que se puede hacer, que no es imposible, que requiere un esfuerzo, que requiere el acompañamiento del intendente, de nuestro Ministerio de Educación, de nuestro Ministerio de Ambiente, del Gobierno provincial, pero que nadie les meta en la cabeza que esto es algo que ustedes no se lo merecen o que se lo regalan. Esto es producto del esfuerzo, esto es producto del sacrificio, nada más que se le dio la posibilidad y se le dio el contexto, pero el laburo es de ustedes.

Así que para terminar un ejemplo que hay que replicar, nosotros estamos llevando energía renovable, energía solar, a muchísimos jardines rurales, a varias escuelas, esta es la primera experiencia de que se planifique y se arme con los propios estudiantes. Vamos a hacerlo en otras escuelas técnicas y vamos a hacer que las escuelas técnicas de la Provincia le instalen energía solar a toda la provincia de Buenos Aires.

En momentos difíciles, en momentos donde hay un discurso de odio, donde hay un discurso de enojo, donde hay un discurso de acusar al otro, donde hay un discurso de discriminar, donde hay un discurso de egoísmo, individualismo y del sálvese quien pueda, me parece que es un momento para apostar más que nunca a lo colectivo, para tenderle una mano a los que se podrían quedar atrás, para acompañar a todos y a todas, para ser más solidarios que nunca.

Venimos de otro lugar que es un emprendimiento, un conjunto, de una feria de la economía popular, de la economía social, donde hay familias a las que les cuesta un montón, que tal vez no consiguen laburo, se organizan y con una ayuda de la Provincia, del Municipio, se ponen a laburar. No quieren ser vagos, no lo son, quieren tener oportunidades para poder trabajar. Lo han demostrado y tenían un cartel que decía algo que me parece que es la enseñanza que nos podemos llevar de acá: primero, que nada es para siempre; segundo, que hay que luchar por lo que uno quiere y desea, que nadie te lo puede impedir, y tercero que la salida es solo y únicamente colectiva, es entre todos, es entre todas. Es con solidaridad, es pensando en el otro, es sabiendo que lo que tengo le corresponde a los demás. Y eso es lo que se enseña, Alberto [Alberto Sileoni, director general de Cultura y Educación], y con tus enseñanzas, con tu prédica todos los días en la escuela pública de la provincia de Buenos Aires. Así que fuerza, aguante, viva la escuela pública.

Gracias.