Buenas tardes a todos y a todas. Muchas gracias, José Luis [José Luis Salomón, intendente de Saladillo]. Muchas gracias, Lissalde [Ricardo Lissalde, diputado]. Muchas gracias, Amaro [Amado Sarlo, concejal], por recibirnos a toda la dirigencia política y a varios intendentes también de la región.
Inaugurar un Centro de Atención Primaria de la Salud —lo decimos siempre cada vez que lo hacemos, y han sido bastantes— no es inaugurar una típica salita de salud a la que uno está acostumbrado, que están muy bien con un pequeño lugar con un botiquín, una enfermera y tal vez un médico. El otro día estábamos inaugurando uno muy parecido a este y me decían: “pero… ¡este es un hospital!”. Tampoco es un hospital. Llamémoslo hospitalito. Así que, ¡bienvenido el hospitalito!
Está pensado, no es casualidad ni es un error que sea de esta dimensión, ni una cuestión de recursos. Es una lógica, una política sistemática que venimos teniendo en la provincia de Buenos Aires, que tiene que ver con una mirada sanitarista, popular que tenemos de la salud. El sistema de salud, la atención de la salud en nuestra provincia, cuando llegamos —no es campaña electoral, ni tengo por qué pelearme con la exgobernadora— veníamos de una etapa de muchísimo abandono de lo público en general, que debo decir que de todas maneras no tiene punto de comparación con lo que estamos viviendo hoy a nivel nacional porque había una idea de la educación, de la salud, como un bien público, como un derecho, más allá de que después hubiera poco financiamiento, dificultades, problemas de insumos, reducciones salariales, todo eso que observamos.
Pero nuestra idea no era sólo reconstruir, reinvertir, mejorar, sino que también es transformar, cambiar la filosofía de la atención de la salud en la provincia de Buenos Aires. Para empezar, estamos tratando de integrar el sistema de salud. El intendente me decía que hay una clínica privada para 35.000 habitantes, aproximadamente. Una clínica que tendrá algunas prestaciones, trabajará con nosotros, pero que evidentemente lo que los economistas llamamos la oferta está muy desarticulada, muy desorganizada. Desde el punto de vista racional es ridículo cómo está armado, porque hay sobreprotección de un lado y falta prestación del otro. A veces hay camas en lugares donde no hay médicos. O hay equipamiento, pero está todo el tiempo vacío y ocioso porque es un negocio.
Entonces, ¿qué es lo que termina haciendo y generando esa irracionalidad? Mala atención para todos. Y después está el que puede pagar más, entonces se atiende en otro lado porque puede afrontar el costo o el viaje. Nuestra idea acerca de la salud es que hay que ordenar primero al sistema. Y el rector, el que puede accionar para ordenarlo, es el Estado, porque representa el bien común.
Después lo hacemos más o menos imperfectamente, pero es la función que tenemos. Y ese bien común tiene que ver con reconocer que hay un derecho a la salud. Vos habrás nacido más cerca o más lejos de los centros urbanos, con más plata o menos plata, te irá mejor o peor, pero el derecho a la salud es igual para todos.
Así que nuestra idea es esa. La igualdad tiene que generar, entonces, que ese derecho sea lo más parecido posible y eso requiere mejorar el acceso a la salud. Los centros de atención primaria de la salud lo que nos permiten es por un lado que determinadas problemáticas no necesiten ir a un hospital de altísima complejidad y lejano, que se puedan atender cerca. Pero tampoco es un botiquín, necesitas una instalación que tenga eventualmente oxígeno, que tenga también equipamiento. Así que estos centros de atención primaria que estamos inaugurando, tienen un consultorio odontológico, con todo el equipamiento, con un sillón odontológico, tiene también ginecología, obstetricia, otros consultorios, farmacia, tiene también una dependencia del Gobierno de la provincia de Buenos Aires para que se pueda acceder a determinadas prestaciones, que si no hay que ir a buscarlas a veces a algunas ciudades, y a veces hasta a La Plata.
Así que, por ejemplo, lo que tiene que ver con discapacidad, que las familias siempre tienen la dificultad de trasladarse, va a estar acá, en la oficina de salud. Y después tiene un salón de usos múltiples, que es un lugar para la comunidad, donde se pueden hacer capacitaciones en salud o donde también se puede usar para reuniones. A veces falta un espacio para la comunidad, así que este es abierto. Es una idea que me pareció excelente, esto es para que se lo apropie la comunidad, para que lo sienta como algo suyo y lo utilice.
Así que yo te digo, José Luis [José Luis Salomón, intendente de Saladillo], hiciste muy bien en rápidamente aceptar que lo podamos hacer. Porque no es nuestro, no es tuyo, es de ustedes, es para ustedes.
Así que esta idea de los diferentes niveles de atención nos permite abordar las problemáticas que también involucran diferentes costos, y que no se saturen ni abarroten los hospitales que tienen que dedicarse a complejidades más altas. Termina siendo más barato, parece más caro pero termina siendo más económico.
Y después, obviamente, está la cuestión de las historias clínicas digitales. Cuando llegamos estábamos en cero con la digitalización, todos andan con las redes, con el telefonito, pero tenés que ir al médico y empezás a buscar la radiografía en el cajón . Después te vas a otro lado y nadie sabe qué tenías, ni qué te dijeron. Entonces, en algo tan importante y sensible como la salud, que para aquellos que son jóvenes es algo que a muchos todavía no les representa una cuestión cotidiana, pero en la medida en que van avanzando en edad o que tienen alguna enfermedad, se vuelve algo muy complicado.
Es que lo de la desconexión en un mundo interconectado parece de la época de las cavernas. Pero para solucionarlo hay que hacer una inversión, disponer de computadoras, de conectividad. Nosotros en lo digital hemos avanzado muchísimo. Ya tenemos más de seis millones de historias clínicas digitales en la provincia de Buenos Aires. Impresionante. Y esto necesita también de la colaboración y de que no haya desconfianza con cada uno de los gobiernos municipales porque hay que instalarlo en estos sistemas, subsistemas que son distintos.
Es un avance muy importante lo que permite la telemedicina, con lo que estamos avanzando, que haya consultas que puedas hacer remotas. Lo estamos haciendo para cuestiones también de complejidad de imágenes. A veces pasa que en un pueblo te piden un equipo de rayos o un tomógrafo, pero no pueden tener un especialista que 24 horas después haga la lectura. Entonces lo que hacemos es conectar todo, que se envíen las imágenes y que se puedan interpretar en un nivel centralizado en La Plata. Y entonces esto permite que en toda la Provincia se acceda a estudios.
Estamos avanzando mucho en todas estas áreas. Y tiene que ver también con la Casa de la Provincia, un tema ridículamente polémico y resistido, toda esa idea conspirativa, conspiranoica. Y no, la Casa de la Provincia de Buenos Aires, las construye Gabriel Katopodis [ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires], pero las lleva adelante Cristina Álvarez Rodriguez [jefa de asesores del gobernador de la Provincia de Buenos Aires], que ya inauguró 7. Acá estamos cerca, no falta tanto, vamos a ver si esta es la octava. Tenemos 69 en construcción.
¿Esto qué quiere decir? Acercar el gobierno de la Provincia, que está distante y que no está presente a veces, a cada uno de los pueblos de la provincia. Decían que en lugar de poner Casas de la Provincia se pueden poner otras cosas. Y lo dicen desde los canales de televisión porteños. Porque la verdad es que no experimentan lo que es vivir más lejos, que a veces haya una barrera, que puede ser económica o de tiempo. Y es injusto no poder hacer un trámite por no llegar.
Y después, nosotros tenemos dependencias provinciales que se fueron instalando y radicando en los pueblos, pero muchas veces en condiciones bastante precarias y desfavorables. A veces es una oficinita que presta el municipio, a veces hay que alquilar, y tenemos entonces a trabajadores de la provincia de Buenos Aires en condiciones que no son las que corresponden. Todo lejos.
Cuando la inauguremos van a ver que lo que hace es subir la calidad de prestación, es más moderna. Además, tiene el Registro Civil, tiene una sala para casamientos. Es así.
Y eso tiene que ver con el federalismo, a eso iba. Tiene que ver con que a veces vivir en el interior de la provincia de Buenos Aires tiene una desventaja muy grande. De hecho, a veces son las distancias, pero otras es el acceso, la disponibilidad, ya sea por cuestiones de conectividad o también de formación, a veces de oportunidades de laburo, de condiciones de vida en general, de vivienda. No se entiende esto, parece que en la provincia de Buenos Aires los problemas habitacionales son patrimonio del conurbano. Claro, como patrullan los móviles de TN, y dicen “miren esto”. Entonces parece que acá hay tanta extensión, tanto campo, que cómo va a faltar terreno. Y el que vive en el interior sabe que también incluso el precio y la valorización de los terrenos para la producción agropecuaria encarece el acceso a los terrenos también urbanos.
Son problemas de otra naturaleza. No pretendo que los entiendan, solo pretendo que no nos pongan palos en la rueda. Entonces, hemos desarrollado una serie de programas que tiene que ver con los centros de salud, con las Casas de la Provincia, con los caminos rurales, con el programa Puente, con muchos trabajos que estamos haciendo para que el interior de la provincia de Buenos Aires, las localidades, las cabeceras, tengan condiciones de acceso más igualitarias, más equitativas.
Nosotros venimos ahora de Bolívar, un acto realmente muy conmovedor, en Pirovano, donde estaban esperando el gas hace 111 años, los que tiene el pueblo. Un pueblo donde no había red de gas, con las dificultades que esto trae, que tienen que ver con el costo de gas en domicilio, los tubos, el gas envasado, pero que tiene que ver también con la posibilidad de radicar industria, ya que las empresas sin energía no logran nada. Y en Del Carril y Polvareda estamos haciendo lo mismo, trayendo gas a pequeñas poblaciones del interior.
Hablo un poco más de salud, porque hicimos muchas cosas. Tenemos una ambulancia de última generación. Está el vehículo, con sus características, pero está también el equipamiento. Cuesta tanto el vehículo como el equipamiento que trae la ambulancia, es de máxima complejidad. Tiene que ver con esto de poder atender problemas de salud. A veces cuando hay una urgencia, que si no está la ambulancia debidamente equipada tampoco sirve. A veces hay que transitar mucha distancia. Así que esta ambulancia, efectivamente, se había pedido y aquí está. Ya entregamos 323 ambulancias en la provincia de Buenos Aires. Nunca, modestamente, nunca en la historia. Y 162 Centros de Atención.
Estoy muy contento de poder hacerlo, era merecido y necesario. Y después está la cuestión de la salud mental, de la que quiero hablar brevemente. También está instalada esa idea un poco tosca, de que los problemas de salud mental tienen que ver con determinados padecimientos agudos, la locura y los manicomios. De esa idea de que lo que tiene que ver con la salud mental no se puede hablar es un tabú, Y teníamos el problema, por ejemplo, de que el hospital trataba cuestiones de salud, pero no había salud mental, como si fuera una cosa aparte, separada, pero que en realidad era negada e inexistente.
Entonces, venimos trabajando muy fuerte en la integración, así que nos acompaña también Julieta Calmels, que se ocupa de salud mental. Y empezamos a hacer varias cosas. Una también polémica. Le dicen polémico en realidad a que ellos no lo harían y no están de acuerdo. Bienvenido si es polémico entonces. Polemicemos nomás.
Entonces sumamos centros de atención, servicio de salud mental en los hospitales, después cerramos manicomios, algo muy importante que estamos haciendo. En la Provincia hay una ley que tiene que ver con la comprensión de que son instituciones anacrónicas, son de otra época, de otra concepción, y además, está la cuestión de las condiciones que tenían, son lugares de encierro, donde no se cura nadie. Donde a veces se abandonaba, se arrumbaba a personas que estaban en condiciones realmente muy desfavorables y que no tenían salida. Diez, veinte, treinta, cuarenta años ahí. Era otra cosa.
Así que estamos avanzando muy fuerte con eso, ya lo hemos hecho con la mitad de las camas. Es un trabajo muy importante el cierre de los manicomios. Queremos que la provincia de Buenos Aires sea una provincia sin manicomios.
Y este otro abordaje, este otro enfoque, que implica tener servicios en los hospitales, que eso esté integrado, y después que haya centros de salud mental como el que vamos a inaugurar hoy. Es una actividad nueva, un programa nuevo y ya llevamos 20. Vamos a seguir avanzando con esto.
Y ahora, para ir terminando, un comentario que parece bastante ingenuo y bastante tonto, pero creo que hoy hay que volver a discutir cosas que parecen obvias. Y uno se siente incómodo discutiendo estas cosas de nuevo, porque la verdad que pensaba que ya estaban totalmente establecidas.
Me llama la atención que acá no hayan instalado una clínica tipo la Suizo Argentina. ¿No vinieron los de la Suizo Argentina? ¿No estuvieron por acá los de La Trinidad? ¿Los Arcos? ¿No quisieron abrir acá? Qué raro, ¿no?, qué extraño, no sé qué pasó, no sé qué le pasa a la iniciativa privada que anda tan debilucha que no se le ocurre en Saladillo hacer una mega clínica carísima. ¿Por qué no la hace el privado?
Es porque no es negocio. Y esto no es una queja, no es un reproche, no es un reclamo, porque ustedes saben que la provincia de Buenos Aires es fundamentalmente actividad privada. No es eso. El tema es que nos tratan de convencer de que todo lo tienen que hacer los privados. Es una verdadera tontería. No va a pasar. No pasa en ningún lado del planeta, ni esta clínica, ni una ambulancia de alta complejidad, ni un centro de salud mental. No va a pasar, no lo van a hacer. ¿Por qué? Porque no hay magnitud, no hay tamaño, no hay escala y porque a veces no hay recursos, no hay poder adquisitivo, no hay suficiente ingreso como para que eso sea un negocio rentable. Y los privados, cuando hacen una inversión, lógicamente esperan recuperarla, por lo menos.
Lo decíamos con el gas allá en Pirovano. Sale 5.000 millones de pesos eso. Y son 700 bocas las que va a tener. No hay forma si esperamos que el privado lo haga. Aviso porque parece que Milei lo dice y la gente después se pregunta “che, ¿tendrá razón?”. Hasta ha convencido a varios. Y otros, que tal vez por otros motivos, dijeron “vamos a probar esto”. Pero ahora estamos viendo que parecía un caramelo, pero es un poquito venenoso el asunto.
Porque la verdad es que no lo van a hacer. Han parado obras en toda la provincia de Buenos Aires, obras muy importantes, fundamentales, que tienen que ver con rutas nacionales, con agua y cloacas. Son obras que no va a hacer ningún privado. Después dijeron: “si no las hace el privado, y bueno, que se junten los vecinos”. Claro, pasen la gorra, hagan “una vaquita”, y construyan el Zárate Brazo Largo, por ejemplo.
Entre la clínica que no vino y los vecinos que no hicieron el Zárate Brazo Largo estoy indignado. No anda nada en este país. ¿Cómo que no hacen grandes obras públicas los vecinos juntando plata? ¿Qué pasa que no hacen? Fijate la cantidad de espejismos, de mitos que quieren instalar.
Creo que es importante marcarlo, porque obviamente que podemos tener críticas, diferencias. A veces, algunos dicen que las diferencias que tenemos políticamente parece que impiden trabajar en conjunto. Nosotros los cuatro años de gobierno no lo hemos hecho así, porque el intendente por ejemplo aceptó la propuesta de hacer un centro. La novedad es que un gobierno provincial de otro signo le venga a proponer a un intendente de la oposición.
Son las dos cosas. Porque nos propusimos esto y me parece que la situación actual nos pone en una novedad también. Porque ahora no es que estamos discutiendo más o menos Estado, no es que estamos discutiendo cómo abordamos la cuestión del derecho a la educación. Estamos ante un gobierno nacional que se ha borrado completamente.
Por eso, a mí me gusta la palabra deserción. Porque es una obligación que tiene, que está incumpliendo. Y eso hay que marcarlo también. No es optativo. Lo quiero marcar porque si no se naturaliza. No es que el Gobierno nacional dice que no va a hacer obra pública porque no está de acuerdo y no quiere, entonces no la hace. No es así porque son responsabilidades del cargo que ostenta. Son responsabilidades, la salud, la educación, la seguridad.
Siempre lo marco y ahora todavía más. Miren esos galpones que aparecieron llenos de comida, que dijeron que eran para emergencias. Yo no sé para qué era la comida, ahora estamos viendo que efectivamente era un desastre, pero más allá de eso, seguro que para emergencias no era, porque nosotros tuvimos el tornado en Bahía Blanca y lo que dijo el ministro Francos, hoy ascendido, fue que no había nada en ningún galpón, del gobierno anterior. Y ahora dicen que lo dejaron para que se venza. O no había nada o estaba para que se venza. La verdad es que es una mentira después de la otra.
Y no es optativo. No depende de la ideología que tenga el Presidente lo que tiene que hacer, porque es un cargo público, tiene determinadas responsabilidades, tiene un manual de uso, tiene una responsabilidad, un contrato. Hay un contrato que en Argentina tenemos escrito hace tiempo acerca de qué tiene que hacer un Presidente y que debería cumplir. Se llama Constitución Nacional.
Así que hoy estamos en un estado de indefensión, de abandono, que tiene que ver con esta deserción. Así que, lo dijo el Presidente cuando vino a Bahía Blanca: “yo estoy tranquilo porque sé que se van a arreglar como puedan”. Y sí, la verdad que nos arreglamos, con mucho esfuerzo, movilizamos todos los recursos, a nadie le sobra. Además quiere fundir a la provincia de Buenos Aires. Y uno dice “es personal, es con el gobernador”. Pero no es con el gobernador. Lo que cortó es el Fondo de Incentivo Docente, que no cobran los docentes de Saladillo. Entonces cortó también el Fondo Compensador de Transporte. Cortó también la plata que manda, por obligación, que manda para las jubilaciones de la provincia de Buenos Aires a través de ANSES. Cortó el Fondo para la Seguridad.
Así que todo eso que mandaba la Nación para la Provincia no lo manda más y no lo hace en todo el país. No es con este gobernador, no es con el gobierno. Así que me parece que paulatinamente -y yo sé que algunos lo habrán votado y uno no viene a discutir- acá están las consecuencias. Así que, no es contra el Gobernador, no es contra el gobierno, es contra el pueblo de la provincia de Buenos Aires. Entonces, piensa que va a tener un problema con el gobernador. Yo sé que hay localidades donde obtuvo votos. Pero voy avisando, también, que el problema es con el pueblo de la provincia de Buenos Aires y se lo va a reclamar este gobernador, por supuesto, pero el pueblo también.
Porque no es así, no hago lo que se me canta y lo que no me gusta, no. Tiene que dar respuesta. Además, ya se va viendo también la otra mentira, lo del ajuste para la casta, se va viendo la otra mentira, de que no hay plata. Miren el sector financiero. Este trimestre estamos mejor de recursos los intendentes, el gobernador, porque entró un ingreso del cobro de Impuesto a las Ganancias a las empresas, y lo pagaron los bancos que tuvieron el mejor trimestre, con este primer trimestre de Milei, en años. Así que plata hay, lo que pasa es que se la llevan unos poquitos.
Todas estas cosas hay que decirlas con mucho respeto y con prudencia. Porque uno no quiere pelearse con nadie, pero la verdad es que le están sacando a la Provincia y a cada uno de los municipios recursos que necesitan. Y cada vez nos descargan más. Hay un 20 por ciento más de demanda en el sistema público de salud. Está creciendo así.
Y obviamente, nosotros tenemos casi 100 hospitales provinciales. Para tomar toda esa capacidad de prestación, se necesitan 20 hospitales más en la Provincia. Y, al mismo tiempo, nos sacan los recursos. Entonces estamos en una situación muy complicada. En medio de eso, pararon toda obra nacional, nos sacan recursos. Igualmente, acá estamos, inaugurando obras, trayendo ambulancias.
Creo que ya quedó claro que lo que necesitamos nosotros en obra pública, en materia de salud, educación, seguridad, no lo va a hacer el privado. No tiene por qué hacerlo tampoco. Así que, básicamente, todo ese verso era para dejarnos sin más escuelas, sin más hospitales, que es una ideología que ellos tienen, que está bien que la tengan, lo que pasa es que es un problema que, a nivel nacional, operen de esta manera, que no crean en el federalismo, que no crean en la igualdad, que piensen que se trata de “sálvese quien pueda”.
Yo tengo la tranquilidad de que en la provincia de Buenos Aires, en mi humilde opinión, tenemos un pueblo que es bastante impermeable a estas ideas, es un pueblo solidario, un pueblo que no cree que cada uno se tiene que salvar solo, que tiende la mano, lo vimos en la pandemia. Lo vimos en cada situación de crisis, en cada problema cotidianamente. Somos un pueblo solidario, sabemos que nos faltan muchas cosas pero la única forma de conseguirlas es en conjunto y haciéndolo de manera tal que nadie, pero nadie, se quede afuera.
Muchas gracias.