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INICIO CICLO LECTIVO 2024

Palabras del Gobernador Kicillof en el Jardín de Infantes N°949 de Florencio Varela

Viernes 1 de Marzo 2024

Muchas gracias a todos y a todas.

Quiero agradecer a Andrés [Watson, intendente local] y a Julio [Pereyra, diputado nacional] por recibirnos nuevamente en Florencio Varela. Cuento, muy brevemente, por qué estamos acá. Este jardín de infantes precioso, hoy poblado de chicos, chicas, de sus maestros y maestras, de sus auxiliares, de sus familias, de sus directivos, de su vicedirectora, no existía. Fue inaugurado en septiembre del año pasado y permitió que muchísimos chicos y chicas y sus familias puedan acceder a la educación pública. Si no, tenían que ir a lugares más lejanos, más distantes. Y algunos de los que hoy están acá, muchos chiquitos, muchas chiquitas, muy probablemente si este jardín no se inauguraba, hoy no estarían empezando las clases y estarían en una situación —hay que entenderlo bien— de abandono. No de desidia de la familia, no de desinterés, sino de imposibilidad, de limitaciones, de restricciones que hay y que existen, que tienen que ver con injusticias distributivas. Llamo la atención sobre esto porque esta es la sociedad que tenemos: no todos pueden pagarse, comprarse, adquirir, lo que quieren o lo que necesitan. No todos. Por eso es que no pueden acceder a cuestiones tan básicas como la educación, como la salud, es que tenemos que empezar a explicar todo de nuevo y lo vamos a hacer mil veces y desde la escuela.

Para aquellos que no pueden comprarse y pagar, aún esforzándose, laburando, seguiremos trabajando para cubrir esas necesidades, garantizar esos derechos, esa dignidad que se merece todo argentino y toda argentina, todo bonaerense, toda bonaerense. Para ellos que no se lo pueden pagar está el Estado. Si no hubiera Estado, se quedarían atrás, afuera y postergados. Por eso, este jardín le abrió la puerta a muchísimas familias para tener un futuro mejor. Sin Estado, no hay dignidad, no hay justicia social y hay muchísima, pero muchísima, discriminación y postergación. Cuando inauguramos la escuela, nos invitaron a venir al inicio del ciclo lectivo. Acá estamos: cumplimos con la escuela; cumplimos con la promesa.

Venimos de inaugurar otro jardín de infantes en Florencio Varela; el séptimo, el Jardín N°14. Ese jardín completa las inauguraciones que venimos haciendo desde que asumimos. A pesar de la pandemia, y a pesar de las dificultades que había, el jardín que acabamos de inaugurar es el número 211 en la provincia de Buenos Aires. 7 en Varela, 211 en la provincia de Buenos Aires. Y recordaba Vero [Verónica Magario, vicegobernadora], cuando inauguramos en septiembre, hace poquito, el edificio escolar número 187. De septiembre hasta hoy, pasamos de 187 a 211. Un esfuerzo enorme de toda la provincia de Buenos Aires.

Varias reflexiones, breves pero importantes para pensar. Veníamos inaugurando escuelas, por eso digo, en dos años, porque los primeros dos fueron de pandemia y no se pudo hacer obra y menos inaugurarlas. En dos años, inauguramos 200 aproximadamente nuevas escuelas, nuevos edificios escolares. Y pensábamos que como este era nuestro segundo mandato, íbamos a poder seguir con este ritmo porque hay mucha necesidad, porque falta mucho a pesar de todo lo que se hizo.. Por eso pedimos y buscamos otro mandato: para seguir inaugurando escuelas. Porque a este ritmo de 100 escuelas por año, se iba a poder saldar la carencia, la deuda que tenemos en materia de infraestructura escolar, de una manera todavía incompleta, pero categórica Este jardín que acabamos de inaugurar funcionaba en un centro de jubilados y tenía menos alumnos. Hoy este jardín precioso, hermoso, digno, necesario, tiene además la calidad que merece nuestro pueblo.

Esto que ven acá, tiene que estar en toda la provincia de Buenos Aires: jardínes, escuelas, colegios de primerísima calidad, con sus muebles escolares, con sus libros, con sus bibliotecas, con sus materiales, con sus televisores, con sus cañones, con sus computadoras. Para que, sin importar las condiciones económicas de cada familia o su ubicación, todas puedan acceder. Este jardín está en Florencio Varela, pero nuestra provincia es muy extensa. El otro día inauguramos, también, una escuela rural. Incluye escuelas rurales, incluye escuela del Delta. Las que cerraba el gobierno anterior, las abrimos e inauguramos. Importantísimo remarcarlo porque es lo que necesitamos seguir haciendo.

Y tiene que ver con este inicio de clases. Este inicio se da el día que estaba en el calendario escolar. El 1 de marzo empiezan las clases en la provincia de Buenos Aires, en 135 distritos, donde habitan 17 millones de bonaerenses; o sea, más de 5 millones de pibes y de pibas de la provincia de Buenos Aires comienzan hoy las clases. No sé hace cuánto tiempo no pasaba esto, hace un montón, con diferentes gestiones, diferentes signos políticos que, por quinto año consecutivo inician las clases el el día acordado, con un esfuerzo enorme, grandísimo de los maestros, de las maestras, los directivos, los inspectores, de las familias, de los intendentes. Un esfuerzo enorme.

Y, esta vez, empezar las clases, más que esfuerzo, es una proeza porque hay un Gobierno nacional —el del presidente Milei— que parece que hizo lo imposible para que no pudieran empezar las clases. Lo quiero decir porque las cosas hay que plantearlas, hay que tener el coraje de plantearlas, pero también hay que tener la fuerza necesaria para evitar algunas desgracias que parece que se quieren generar. 5,2 millones de pibes y pibas que empiezan las clases hoy. No lo entienden. Ellos dicen “no la ven”. Yo digo otra cosa: no entienden, no comprenden y no sienten lo importante que es para nuestro país y para nuestra provincia que haya clases todos los días.

Cuando digo que desde el Gobierno nacional trabajaron en contra, que patearon en contra, es porque cortaron recursos como el Fondo de Incentivo Docente diciendo “vamos a fundir a los gobernadores”. No estoy hablando de política o de partidismo; estoy hablando de decisiones, estoy hablando de medidas que se han tomado. Le cortaron una parte del sueldo del Gobierno nacional de Milei a todos los maestros y las maestras de la Argentina. Eso generó que hubiera —obviamente porque no es que los sueldos sobran— una dificultad, y ya ha habido una respuesta. Nosotros, en la provincia de Buenos Aires, veníamos de 4 años de recuperar el sueldo, de recuperar la retribución, la remuneración que se había perdido con el gobierno que nos antecedió. ¿Y qué pasó? Cambió ahora el Gobierno nacional y de nuevo un ataque al sueldo docente. ¿Qué hizo la provincia de Buenos Aires? Durante dos meses consecutivos reconoció a los maestros y a las maestras que su sueldo tiene que alcanzar, que es importante. Si no les pagamos o les pagamos mal, después qué les podemos exigir, qué les podemos pedir.

Después se preguntan: ‘“¿por qué empiezan las clases con el gobernador actual, que está planteando todo mal, y no con la gobernadora anterior?” Lo que les digo, lo que les dije y lo que les repito es: prueben respetar a los maestros y a las maestras si quieren que las clases comiencen. Después podemos hablar de todo lo que hablamos todos los días: que haya clases siempre, la calidad educativa, la pedagogía, la forma de enseñanza. Pero primero hay que respetar a los maestros y a las maestras, respetar a nuestro sistema educativo.

Dicho esto, quiero comentar algo en la línea de lo que planteaba recién Andrés [Watson]: pararon obras también. Llegó Milei y pararon 64 obras, que financiaba el Gobierno nacional para hacer escuelas en la provincia de Buenos Aires. Las pararon en todo el país. Pararon 1.000 obras de infraestructura en general, 64 escuelas que tenían participación del Gobierno nacional. Hoy hay obras paradas por decisión del Gobierno nacional. Así que creo que estamos en una situación donde hay que entender qué estamos haciendo y porqué lo estamos haciendo. Hay 5,2 millones de pibes y pibas que van a las escuelas bonaerenses. Necesitamos que tengan enseñanza de calidad y todos los días, por eso estamos empezando hoy las clases y por eso —a pesar de que se borren, a pesar de que deserten, a pesar de que recorten y nos dejen sin obras y sin salario para los docentes— vamos a seguir trabajando para que haya clases todos los días. Es nuestra responsabilidad, es el contraste, es la diferencia, nos importan los pibes y pibas, nos importa la familia, nos importa la educación pública. A la educación pública no se la ataca, se la defiende.

Por eso, lo que hablaba recién de teorías económicas, de ideas, de posicionamientos, de cuestiones políticas, Quiero hablar un poco acerca de lo que mencionaba recién Alberto Sileoni, nuestro ministro de Educación. Decía que a la escuela pública hay que vivirla y hay que sentirla. Hay que ver lo que era hoy cuando estamos inaugurando un nuevo jardín de infantes. Algunos los llaman empleados públicos, y hay muchos empleados públicos. Sin embargo, nuestra provincia de Buenos Aires es la que menos trabajadores y trabajadoras del Estado tiene y ¿qué hacen? Dan clase en las escuelas de la provincia de Buenos Aires, se bancan lo que hay que bancar y le ponen lo que hay que poner. ¿Se puede mejorar? Por supuesto, pero no es recortando, ni con martillo, ni con motosierra, ni con ajustes como se van a solucionar los problemas de las escuelas. Las familias, si no tienen a la escuela y no tienen al Estado, no tienen los recursos. No inventen más.. El sector privado, el mercado, le responde a aquel que tiene los recursos económicos y al que no los tiene lo excluye y lo deja afuera.

Para eso, venimos a firmar hoy, por quinto año consecutivo, el comienzo de las clases en tiempo y forma. Con estas ganas y con este entusiasmo, si se dedican a socavar y a recortar a la escuela pública, lo que realmente están haciendo es arruinarle el futuro a las familias de la provincia de Buenos Aires y de todo el país. Por eso, cuando vinimos a buscar un segundo mandato, nosotros dijimos que creemos en el derecho a la educación, que creemos en el derecho a la salud, que creemos en el derecho al trabajo, que creemos en el derecho a la dignidad y que vamos a seguir trabajando por más y mejor escuela pública, porque venimos a sostener el derecho al futuro de nuestra provincia de Buenos Aires. Es eso y es realidad, son actos, son nuevas escuelas, nuevos jardines y por ese camino vamos a seguir y no nos van a hacer cambiar de idea.

Muchísimas gracias.