Vinimos a visitarla [a la Casa de la Provincia] para ver los avances de obra y ahora estamos en la inauguración. Quiero agradecerle a Kato [Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos], quiero agradecerle a Cristina Álvarez Rodríguez [jefa de Asesores], porque este Programa de Casas de la Provincia de Buenos Aires fue una decisión que se tomó prácticamente al principio del Gobierno. Después hubo que posponerla por la pandemia, donde no se podía llevar adelante ningún tipo de construcción. Esos dos años en que gobernar fue tan complicado, y luego se empezaron las obras.
Estamos construyendo en nuestra provincia 69 Casas de la provincia de Buenos Aires pero esta, acá en Gesell, es la cuarta y nos llena de orgullo. Es preciosa y el lugar donde está ubicada, además, el protagonismo que tiene, la mirada de Gustavo [Gustavo Barrera, intendente local] en términos de desarrollo urbanístico, de planificación de su ciudad, esto de revalorizar esta zona. Ahora le vamos a construir, también, el asfalto que necesita.
Pero es algo tan importante para nosotros porque tiene que ver con varias líneas, llamémoslas políticas, filosóficas, de gestión de la provincia de Buenos Aires. Nosotros nos propusimos, desde el comienzo de nuestro gobierno, hacer un gobierno en la provincia de Buenos Aires que respete el federalismo, llamémoslo así, aunque se aplica a nivel nacional.
¿El federalismo qué quiere decir para la provincia de Buenos Aires? Que hay 135 municipios. Gesell es uno de esos 135 municipios. A veces, algunos de ellos tienen determinada matriz productiva, determinadas formas históricas, culturales, determinadas características. ¿Qué tenemos acá? Una Casa de la provincia de Buenos Aires en Gesell, que hace que en Gesell, y pretendemos que en toda la Provincia,en cada uno de los municipios, vivir no represente, por más lejos que estén, por más particularidades, estacionalidad, turismo, que no represente una desventaja. Vivir en Gesell tiene que significar, para cada uno de los vecinos y de las vecinas de Gesell, que hacer un trámite no sea difícil, no sea lejano, no sea doloroso, no sea complicado. Acercar el Gobierno de la Provincia a Gesell y Gesell al Gobierno de la Provincia.
Así que esta idea de hacer Casas de la Provincia fue también producto de una discusión. Así que hay también concejales de la oposición que han acompañado esta política y que han venido a la inauguración. Hay que aplaudir, porque esto es bueno para Gesell, es bueno para los vecinos y las vecinas de Gesell. No es un acto partidario, es un acto de gobierno y tiene que ver con un Estado presente, con un Estado cercano, tiene que ver con llevar igualdad de oportunidades, igualdad de posibilidades a toda la provincia de Buenos Aires.
En esta Casa van a funcionar oficinas que tienen que ver con la actividad del Gobierno de la Provincia, pero que actúan de manera descentralizada. Las tenemos hoy en toda la provincia: tenemos oficinas del Ministerio de Trabajo, del Ministerio de las Mujeres, tenemos ARBA, tenemos Ministerio de Salud, tenemos el Registro Civil. Todo esto funciona distribuido en toda la Provincia pero de manera precaria. A veces, funcionan oficinas del Gobierno de la Provincia en lugares feos, oscuros, lejanos, lo cual es malo para los vecinos y las vecinas, pero es también malo para los trabajadores y las trabajadoras de la Provincia.
Recién recibí un petitorio de los trabajadores y de las trabajadoras de ANSES del Gobierno nacional, que han sido despedidos de manera inhumana, cruel, espantosa y asquerosa. Nuestro repudio al Gobierno nacional. Porque les dicen “echamos empleados públicos; qué bueno lo que estamos haciendo” y, después, cuando haya que hacer un trámite, cuando haya que llegar, no van a estar esos hombres y esas mujeres que todos los días le hacían la vida más fácil a los ciudadanos y ciudadanas de nuestra provincia.
Quiero decir que cada vez que el Gobierno nacional recorta, cada vez que dice que está ahorrando, que está generando eficiencia, le está quitando derechos a la provincia de Buenos Aires y a las demás provincias argentinas. Y, después, no llegan a pagar las jubilaciones el día que las tienen que pagar. Inútiles son, ineficientes.
Y eso es resultado de que es muy difícil gobernar sin querer, sin apreciar, sin sentir las necesidades no de aquellos que, a veces, tienen todo y se pueden pagar todo sino de quienes más lo necesitan. Escuchaba al ministro de Economía. A mí me tocó ser ministro de Economía de la Argentina. Quiero decir que no es una tarea fácil. Pero hemos visto estos días situaciones que nos ponen incómodos creo que a todos y a todas, nos dan un poquito de vergüenza. Vienen de aprobar un Decreto de Necesidad y Urgencia que es ilegal, que es inconstitucional, que hemos reclamado, desde el primer día, dejarlo sin efecto. Y en ese Decreto de Necesidad y Urgencia cambiaron normativas y sacaron, entre otras cosas, regulaciones para las prepagas. Ahora, el precio de las prepagas lo fijan solamente los empresarios de las prepagas.
Y decían que estaba bárbaro, porque la mano invisible del mercado soluciona todo. Y lo escuchaba al ministro de Economía el otro día —al observar la realidad y ver que habían crecido los precios de la medicina prepaga, que mucha gente ya no la puede pagar— decir que se les fue la mano. Miren qué triste. Pasó de aplaudir a la mano invisible, a decir que unos empresarios fijaron precios y se les fue la mano.
Es un sector concentrado. Y no es mi función ver cuáles tienen que ser esos precios, pero si la gente no puede pagar su salud, esos precios están mal. Esos precios están mal y es tu responsabilidad, Caputo, y es tu responsabilidad Milei. No quejarte por las redes, no quejarte por las redes. Dijeron que están liquidando a la clase media. ¿Quiénes? Caputo, Milei, el DNU están liquidando a la clase media, no las prepagas.
Vergüenza, sacar un DNU que desregula y después ir a Twitter a quejarse de los resultados. No se gobierna por Twitter y no se gobierna para las empresas concentradas. Se gobierna para el pueblo que lo votó, porque los votaron. Así que a gobernar para la gente.
Estamos, hoy, festejando que el pueblo de Gesell tiene más derechos, tiene más cercanía, tiene más Estado. Que al pueblo de Gesell le van a resultar las cosas más fáciles, y escuchábamos también ayer que el presidente dijo que si alguien necesita un puente, el Zárate Brazo Largo por ejemplo, bueno que se junten los de Zárate con los de Brazo Largo, se pongan de acuerdo, pasen la gorra y hagan un puente. Lo que dice es de un grado de incomprensión y de cinismo enorme, porque debe saber y debe comprender que en ningún lado del mundo, en ningún lado del planeta, ni siquiera esos autores que él cita, a los que he leído, deben pensar cosas tan absurdas como esas.
Entonces, es muy importante para nosotros venir hoy a Gesell, que no es un puente, es una ruta: la Ruta 11. Acá tenemos, también, al intendente de Mar Chiquita. No es que uno tenga vocación de polemizar, pero a veces los hechos polemizan solos. De un lado, mandan a hacer una vaquita a los vecinos y las vecinas, con plata que no tienen y jamás tendrán, porque no es así como se hace un país, como se desarrolla, como se hace la obra pública, como se iguala. Esos puentes, los que tendrían que armar los vecinos solos, no se van a hacer nunca. Y, finalmente, si terminan organizándose para hacer un puente, están haciendo un Estado también, que va a tener que cobrar. Para eso está el Estado, Milei. Para eso se hizo el Estado, para que cuando haya una necesidad social, de manera organizada, colectiva y equitativa se resuelvan los problemas de la gente.
Entre Gesell y Mar Chiquita hacía falta convertir la Ruta 11 en doble mano, en autopista. Hace años, hace décadas, que se está esperando esa obra y si el mercado la pudiera solucionar, o los vecinos y las vecinas poniéndose de acuerdo y juntando plata, ya se hubiera hecho hace mucho, porque nadie quiere su propio mal. Pero no es así, no funciona así.
Acá pensamos distinto y hacemos distinto. Por eso venimos a decir que ya está el segundo frente de obra… Porque no se puede ver todo desde la perspectiva del individuo. Esa Ruta 11, ¿por qué los vecinos y las vecinas no la pueden hacer? Porque no la van a usar sólo los vecinos, la van a usar millones de personas, eso va a permitir más oportunidades de negocio privado, porque no es contra el negocio privado. Desde que terminamos los 160 kilómetros de la Ruta 11 y la Ruta 56, desde ese momento viene más gente a pasar los fines de semana. Después, cuando hay un fin de semana récord y se preguntan qué pasó. ¿Saben qué pasó? El Estado hizo las obras de infraestructura que se necesitaban y permitió que uno ponga un negocio, que otra ponga un hotel, que otro tenga un negocio…
Es así. No es Estado o mercado, son las dos cosas con inteligencia, con transparencia, con eficacia. También hay un CDI —un Centro de Infancia— que abandonó el Gobierno nacional. No lo van a hacer en una vaquita los vecinos y las vecinas, pero se necesita. Así que vengo a decir que esa obra, que abandonó el Gobierno nacional, la va a hacer el Estado de la provincia, la va a hacer el Gobierno de la provincia.
Pero yo quiero decir algo, que es una infidencia, porque es algo que siento y que vengo viendo. Gustavo, cuando inauguramos obras, cuando hacemos las cosas, se emociona. Además se emociona. Y quiero decir que para mí es eso, es sentir el trabajo, sentir la tarea, ponerle el corazón. Esos que andan ahí echando gente, ajustando, rompiendo todo, tienen que tener una distancia, una frialdad, una incomprensión tan grande de las necesidades y de todo lo que nos falta. Porque uno no viene a decir acá, por más que hemos hecho, podemos pasarnos buen rato de la mañana enumerando todo lo que hemos hecho en estos dos años y pico, que pudimos hacer vivienda, poner en marcha lo que hemos firmado de educación, el trabajo de nuestro ministro de Educación, de nuestra ministra de las Mujeres, de nuestro ministro de Gobierno, bueno, la verdad que muchísimo trabajo.
Hoy también hemos distribuido escrituras, otra cosa que también soluciona el mercado, sale 300.000, 400.000 pesos una escritura. Anoticio a esta gente que gobierna y que maneja el Estado nacional que no todos las pueden pagar. Es más, buena parte, la gran mayoría, no puede. Nosotros teníamos, históricamente, una escribanía en la provincia de Buenos Aires: la Escribanía General de Gobierno. Hacía falta ponerla al servicio de esta necesidad. Con el ministro Alak tenemos hechas 100.000 escrituras, pero ahora con el ministro Mena hay 37.000 escrituras más. Que garantizan un derecho, dan una mano. También de eso se trata la sociedad: de generar igualdad de oportunidades.
El Programa Mi Escritura Mi Casa garantiza un derecho y una seguridad jurídica, que algunos dicen que es sólo para las empresas. Nosotros creemos que la seguridad jurídica también es para el laburante, también es para la familia. No hacen lobby en los diarios, no presionan, no manejan sectores del Poder Judicial, pero necesitan también un Estado presente.
Y, por último, quería hablar de lo que acabamos de firmar, porque se ha hecho un esfuerzo enorme, se le ha puesto mucha cabeza, mucho corazón, al tema del sistema de salud en la región, no es sólo Gesell y, también, en Mar del Plata. Porque hoy tenemos un cambio que se ha dado en el último tiempo, ya bastante largo, pero que no tenía respuesta. Resulta que ha crecido mucho la población acá en los partidos de la costa atlántica, en Gesell, sus alrededores, en Pinamar, en Madariaga, en Mar Chiquita. Y todo eso recaía sobre Mar del Plata.
Eso pasa también. Porque el mercado, o incluso la voluntad, las decisiones individuales de la familia, van haciendo que crezcan zonas que antes no estaban tan pobladas, en pandemia creció mucho la población, pero viene desde antes. Mucha gente elige la provincia de Buenos Aires, la costa atlántica, para vivir. Y va y compra un terreno, o consigue con un esfuerzo hacerse su casa, y eso lo hace una voluntad individual, colectiva, pero descentralizada. Pero una vez que aparecen y se empiezan a poblar las zonas, después falta de todo. Falta electricidad, falta gas, falta hospital, falta comisaría, falta escuela, falta jardín de infantes, falta universidad. Y ahí tiene que ir el Estado ¿qué le vas a pedir al que con todo el esfuerzo puede hacerse su casa? ¿que además tiene que poner y construirse su hospital, construirse su escuela? No es así. No es así en ningún lado del planeta.
No sé si viven en la estratósfera o en el siglo XIX. Y además, en contra del siglo XIX, porque quiero decir que entre los más grandes defensores de la escuela pública y la obra pública están los próceres que ellos mencionan. Está Roca, está Sarmiento, los vengo a reivindicar en esa parte. En la que defendieron la igualdad de oportunidades, la obra pública y la escuela pública. Aprendan de Roca y de Sarmiento también, léanlos enteros.
Porque el hospital tiene que ver con abastecer a toda una región que tiene dificultades, que le queda lejos, que entonces se empieza por movimientos demográficos, poblacionales, pero se empieza a hacer demasiada carga y, entonces, tiene que aparecer el Estado. Tiene que aparecer ese Estado del que reniegan, que no quieren. Pero quiero decirles —para su sorpresa, y tal vez, para su tristeza— que cuando yo recorro la provincia de Buenos Aires, no hay nadie que me diga “privatizate esa escuela, vendé ese hospital, quiero pagar una cuota, recibir un voucher”. Al revés, me piden más escuela pública, más universidad pública, me piden rutas, autopistas.
Falta mucho, pero ahí estamos, aunque nos quieran cortar los fondos, aunque quieran sacarle todo a las provincias, vamos a hacer los esfuerzos que tengamos que hacer para dar respuesta a las necesidades de los y las bonaerenses.
No gobernamos con libros del siglo XIX. Gobernamos con la realidad de 17 millones de bonaerenses que quieren más derechos, más salud, más educación, más igualdad.
Así que muchísimas gracias.