Muchas gracias a todos, a todas. Empiezo por agradecer al anfitrión, Gustavo Barrera [intendente de Villa Gesell]. Hoy tuvimos un día de demasiadas inauguraciones, qué lindo poder decir esto. Un día de muchas inauguraciones acá en Gesell. Y mientras íbamos recorriendo un poco de una u otra actividad, Gustavo me iba comentando "Bueno, esta circunvalación la hicimos durante esta etapa, el centro de salud se hizo en esta etapa, la cancha de hockey, ahora le estamos haciendo los vestuarios, se hizo en esta etapa”. Hablamos también del Hospital Zonal, que ya estamos trabajando en la licitación.
Pero, para ser breve, todo empezó en la RP N°11, también por iniciativa de Gustavo, que es el proyecto del corredor Atlántico. Me gusta contar brevemente la anécdota porque lo acarreo desde el año 2017/2018 campaña electoral de gobierno de Vidal, cuando recorría estos distritos, toda esta zona me decía "Vidal está haciendo la autopista ¿Vos la vas a continuar?” Y yo veía, porque vine muchas veces, que no estaba haciendo la autopista ¿se acuerdan cuando después de lo del FMI, versión Macri? Ahora se viene una nueva versión, Toto Caputo como especie de productor general. Pero en ese momento, se para toda la obra cuando explota la bicicleta financiera de la época de Macri y quedó inconclusa, dejaron los obreros, ya ni máquinas. Pero bueno, todos me preguntaban: "¿Vas a terminar la autovía?" Y bueno, después asumí como gobernador.
Y todo esto venía acompañado del endeudamiento en dólares de la Provincia. Yo en estos días voy a tener un vencimiento de la deuda de Vidal que después la renegociamos, que va a ser altísimo: de 380 millones de dólares que vence ahora en marzo. Estamos ahora juntando y comprando para el vencimiento; o sea, nosotros también tenemos un endeudamiento muy grande de aquella época, pero cuando yo tomo la Provincia, la gobernación de la provincia, teníamos 1.500 palos por año. Había tomado deuda y había puesto todos los vencimientos en los próximos 4 años. Así que era absolutamente imposible, después esa deuda explota en el medio de todo esto, van a un default que lo llaman reperfilamiento. Traigo malos recuerdos de otra película de terror, estoy un poco temático, otra película de terror argentina, lamentablemente, que vivimos todos. Explotó todo aquello y me decían: "Vos vas a terminar la ruta”.
Asumo. Porque yo decía: "Mire, no sé porque tenemos una deuda enorme, está la provincia destruída. No me puedo comprometer”. Hice una campaña donde no hice una sola promesa, ¿se acuerdan? Para fastidio de muchos del sistema político, porque una campaña es prometer cosas que no sabés. Bueno, yo no prometí nada en aquella campaña electoral, de todo lo que vemos, puedo decir que nada de esto se vendió varias veces, ¿no? A mí me gusta festejar una obra cuando se inaugura. Entonces me dijeron: "Vas a terminar la ruta"; cuando llegué al gobierno pregunto cuánto tiene la traza; cuánto es toda la autopista. Y la primera etapa creo que eran 168 kilómetros, una cosa así; era la primera etapa, la que había iniciado Vidal, y ese era un pedazo, el otro pedazo que había que hacer eran 72 kilómetros más. El pedazo que había que hacer no estaba ni diseñado, ni planificado. De los 168 kilómetros que había que hacer cuando yo asumí, Vidal había hecho 17.
Pero claro, había carteles a morir, fue una ruta casi no empezada porque fíjense no estaba ni al 10 por ciento, casi ni empezada y, sin embargo, todos decían: "Se está haciendo la obra". Es algo sobre lo que hay que prestar atención porque a veces hay elementos de campaña, de marketing, de comunicación de redes que pesan muy por encima de la realidad; es decir, había un pedacito de ruta y debía haber 160 kilómetros de carteles.
Entonces, en aquel momento, definimos que la íbamos a hacer; además había que rescatar el crédito internacional que había dejado caer. Bueno, se puso en marcha eso, se terminaron los primeros 168 kilómetros y por la insistencia de este hombre que tengo acá [Gustavo Barrera] y de aquellos dos hombres que veo ahí: Pitingo [Jorge Paredi, exmandatario de Mar Chiquita], Wini [Walter Wischnivetsky, intendente de Mar Chiquita] de Mar Chiquita y Santoro [Esteban Santoro, intendente de General Juan Madariaga] de Madariaga —porque también se beneficia toda la región—, no solo terminamos los 168 kilómetros, sino que ahora estamos haciendo 72. Estamos inaugurando 5 kilómetros; tengo un anuncio para hacer: si todo anda bien, pronto vamos a inaugurar 9 kilómetros más para tener todo el frente de Gesell con la autovía. Es una obra que va a servir para el tránsito de los vecinos; bueno, por supuesto que vamos inaugurando en tramos.
Y después nos faltaría Pinamar, Mar de Ajó, que ya estamos avanzando, me decía hoy la gente de vialidad y Katopodis [Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos] con los proyectos. Esta no la prometo, porque vamos a ver, pero en principio estamos avanzando muy fuerte para terminar.
Una autopista que tiene una significación importantísima, obviamente, los que viven acá, se dan cuenta. Pronto, probablemente como las grandes obras tan esperadas, tan necesarias, se pierda de vista el origen y se naturalice y se convierta en paisaje.
Alguien me dice: "Bueno, qué ingratitud porque habría que poner plaquitas”. No, yo creo que cuando las cosas se hacen bien y son para la gente, se asumen, porque esta es también toda una comunidad que peleó por lo que necesitaba, como recién pidiéndome que siga la ruta. Así que sigamos así, ustedes pidiendo y nosotros poniendo.
Quiero agradecer, bueno, ya le agradecí a varios intendentes, a Esteban Santoro, también tenemos al intendente de Lavalle, el intendente de Benito Juárez, tenemos referente de Mar del Plata, referente de Pinamar, tenemos buena parte de la región acá.
Voy a ser muy breve hablando sobre esta reunión, sobre la naturaleza, el carácter de esta reunión es algo bastante intrépido, ¿no? Porque estamos acá, ustedes ven, funcionarios, sillita, micrófono abierto, se anotan, viene el que quiere y, obviamente, cuando lo empezamos a hacer era casi todo reclamo porque había mucha necesidad. Ahora buena parte de los que hablaron (...) Yo no puedo decir que conozco los nombres, pero ya me familiaricé porque van muchísimas de estas reuniones con las caras, con la actitud y quiero decir que cada vez que alguien tome el micrófono, pida algo, requiera algo que hace falta, pero también reconozca y sepa que vino a una reunión como esta, hizo un pedido y hoy es una realidad, bueno, quiere decir que esto sirve. Pero para los que hacemos política les advierto, hoy estoy muy cinematográfico, en el detrás de escena me dicen: "Bueno, pero qué riesgo grande también, porque hay muchos temas que no están resueltos en la Provincia, muchas necesidades”.
Por supuesto que yo sigo apostando a esto, había gobernadores y gobernadoras que cuando iban a un distrito, ustedes recordarán, yo también, pero desde algún otro lado, una pasadita, un helicóptero que baja y un vallado, imposible el contacto con la gente, pasarse un tiempo largo. No es para hacer autobombo, quiero decir que también subamos un poco la vara de qué le pedimos a la dirigencia política, oficialista y opositora, porque si reclaman cosas y después van a Twitter y van a los medios, bueno, que vengan acá, se sienten y digan en qué los pueden ayudar a ustedes. Un poquito de coraje porque a veces detrás de una cámara, con un micrófono…
Acá alguno de los que hablaba decía: "Yo no comparto políticamente, pero fui, pedí, necesité, conseguí esto, me falta lo otro”. No hace falta que todos pensemos exactamente igual políticamente. En la provincia de Buenos Aires, hoy estamos en una situación muy compleja; ahí preguntaban ¿cuál es el futuro que nos espera? Y yo digo que mientras estas políticas económicas no cambien, olvídense. La economía no obedece a ninguna ley de la mecánica o de la física, que, por ejemplo, si algo cae en un momento rebota, ¿no? En economía hay una metáfora espantosa que es como el rebote del gato muerto, que es como si algo que está destruído, vos lo tirás y algo rebota, ¿no?
Y la verdad es que no es así, yo no creo en eso. Ha habido crisis que duraron muchísimos años y que de pronto pueden tener una pequeña mejora, pero porque hay un pequeño cambio también en las políticas económicas o en las perspectivas o en la situación, si no a mismas decisiones, a mismas políticas, mismos resultados. Entonces, ahí es donde a mí me cuesta mucho el optimismo.
Incluso en el gobierno de Macri, si me permiten, porque es una especie de precuela, con otras características, pero una precuela de muchas cosas que están pasando hoy, obviamente nunca se repite todo idéntico, pero hay frases y latiguillos que ya escuchamos bastantes veces. Recuerdo algunas: “la luz al final del túnel”, “el segundo semestre”, “los brotes verdes”.
Y lo que pasó a mediados del 2017, año electoral, es que empezaron a modificar o aligerar algunas de las políticas que traían y entonces hubo una pequeña mejora para las elecciones, que fueron políticas de crédito, que le daban crédito a jubilados, crédito a los que tenían alguna tarjeta de alguna política social, soltaron un poco de plata, por supuesto, endeudando a la gente… Créditos UVA ¿no? Con lo que generó para los deudores UVA en aquel momento; o sea, que hubo una batería de políticas, pararon los tarifazos y, obviamente, hubo un pequeño alivio, pero porque cambiaron las políticas. No porque estaban dando resultado las políticas neoliberales que aplicaban, sino porque pararon un poco la mano, aflojaron un poquito y corrigieron algunas cosas.
Yo me acuerdo que cuando asume el gobierno de Macri dicen: "Va a haber un tarifazo del 3.000 por ciento"; se empieza a complicar todo, llegaron al 1.600, venían las elecciones, se hicieron las encuestas, pararon y después de las elecciones retomaron. Pero mientras tanto, obviamente, en un régimen que era en algunos aspectos distinto, se licuó un poco la tarifa entonces pareció, representó un alivio al ingreso disponible. Pero porque cambiaron la política. Y yo veo que hoy tenemos un gobierno que ni eso, que acelera y profundiza. Entonces, la verdad es que no soy muy optimista, tampoco quiero ser agorero, pero tengo la responsabilidad, porque como las cosas que van pasando tienen diferentes niveles de autoridades políticas, el intendente, el gobernador, el presidente de la Nación para decir, estado nacional, provincial, municipal y a ustedes les pasa algo y van a buscar ayuda seguramente acá.
Ahora han reconocido un gobierno de celular abierto de todos los funcionarios. Fíjense lo que está pasando, soy gobernador hace 5 años, incluso voy a decir algo delicado con la seguridad, tiene que ver con condiciones que han cambiado mucho y muy rápidamente y sin los instrumentos para responder, a ustedes les pasa lo mismo. Obviamente, si cambian mucho las condiciones, aún para peor, pero uno tiene más liquidez, más crédito, bueno, la puede pasar; pero si las condiciones se empeoran, se deterioran y, al mismo tiempo, uno está menos provisto de armas para enfrentarlo, la verdad es que el resultado es complicado, va a ser complicado.
Hoy vemos a cualquiera de ustedes, decías vos de Mar de Ajó: "bueno, yo tenía 30 empleados, ahora tengo 22”; y decías algo que yo te agradezco, porque estamos en épocas donde se predica la crueldad, la insensibilidad y echarle la culpa a otro; te agradezco la sensibilidad de que eso lo veas como un sufrimiento tuyo desde el otro lado. Me parece importante también como mensaje en este momento, no está bueno, ni es culpa de la víctima lo que está ocurriendo en el terreno social, laboral y productivo. No es culpa de la víctima, porque veo que desde el Gobierno nacional dijeron: “reconvertirse o morir”. Pero generan determinadas condiciones, determinado entorno donde reconvertirse a qué o en dónde.
Entonces, quiero decir, si a vos te cayó de 30 a 22 es una caída que se está expresando en toda la economía. Tuvimos una pérdida de fuentes de trabajo y una precarización de las fuentes de trabajo existentes y una caída salarial. Y alguien dirá “es un efecto secundario, un efecto colateral, algo que se va a corregir”. No, ese es el objetivo de la política económica del Gobierno [nacional] actual. Seguramente alguno de los que están acá o muchos lo votaron; bueno, el voto es sagrado y es personal, nadie puede venir a enojarse, a pelearse o a nada parecido, lo que digo es que en la campaña electoral hubo una enorme estafa.
Por eso me voy a referir muy brevemente a qué es la política económica y por qué escuchamos a 12, 15 [empresarios], pero este ya es el cuarto encuentro de verano con empresarios productivos y es igual en todos lados y en todos los sectores. Augusto [Augusto Costa, ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica] hizo bien [en decir], si a alguien le va bien, diga: “me va bien”; dígalo, queremos saberlo y queremos poder analizar.
Tuvimos algún caso particular, por ejemplo, alguien que trabajaba en insumos para la construcción y viró hacia algunos insumos para Vaca Muerta; no sé si fue en el encuentro de Guaminí que comentó esa experiencia, decía: "Es un desastre lo que está pasando, pero yo le encontré una ventanita, una rendijita para pasar, pero comprendo que todo lo que formaba parte de mi rubro está liquidado.” Fíjense qué unanimidad, sectores tan diversos, como la pequeña apicultura, artesanos, productoras cinematográficas, hotelería, gastronomía de más o menos estrellas, y todos igual. O sea, que acá no está pasando algo del orden del esfuerzo, el sacrificio y la meritocracia personal. Porque cuando vienen con ese discurso, digo, bueno, pero ahora le va a todo el mundo mal, ¿qué pasa? Se despierta más tarde, se puso más perezoso, se volvió vaga la gente, al tipo que le iba bárbaro ahora le va re mal. ¿Y qué pasó?
¿Cambió algo en su cabeza, cambió algo en su actitud, en su cultura? Y no, la verdad es que lo que pasa acá es hoy que le van a pedir a Gustavo Barrera, o a cualquiera de los intendentes, y el problema supera la esfera de influencia y los resortes que manejamos a nivel provincial y municipal, porque hay una política económica que está encaminada a transformar la estructura productiva de la Argentina.Sí, lo tengo que decir: quieren hacer otro país, con otra matriz productiva. Y uno podría reprocharme: “che, le estás poniendo palabras en la boca, estás exagerando, estás construyendo un hombre de paja” —como decimos los economistas, es una figura retórica: uno critica a alguien que no existe y lo pone en otro lugar, es como un espantapájaro, entonces le pego al espantapájaro, pero en realidad no era a nadie—.
Es un gobierno que dice que quiere volver al modelo agroexportador, al siglo XIX. En el siglo XIX había un sector, conocido como la oligarquía argentina, al que le iba tremendamente bien, el granero del mundo, pero a los laburantes, mal; a los pequeños productores, mal; pequeños empresarios casi ni había y acá no se producía nada, ni una alpargata, ni un poncho.
O sea, nuestra materia prima viajaba hasta Europa y después volvía elaborada con un valor agregado inmenso entre flete y mano de obra o proceso de transformación, y todo eso quedaba en otro lado. Nosotros proveíamos la lana de la oveja, el cuero de la vaca y poco más, o la carne salada o la carne enfriada o la carne refrigerada. Eso era lo que hacíamos. Acaban de aprobar la exportación de ganado en pie desde la Argentina.
O sea, oficialmente nos recibimos de colonia en el día de hoy. Porque ni siquiera la industria frigorífica dice: "Las vaquitas son ajenas y las mandamos paradas." Entonces, es un objetivo, después podrá ver quién está de acuerdo. A mí me gusta decirlo porque como economista de formación y de profesión durante mucho tiempo e investigador del CONICET, todas esas reliquias aparentes están en riesgo muy grande. Un CONICET al que le poníamos todo y ahora parece que es una cueva de no sé qué, o el INCA, o todo lo que formó la Argentina junto con eso. Pero la verdad es que hay economistas conceptuales, teóricos, una escuela pequeña, pero una escuela, que dice que la Argentina solo se tiene que dedicar a producir materia prima.
En términos de teoría económica —no me quiero poner a decir cosas que capaz no se entiendan, así que lo digo fácil— son términos relativamente del uso corriente: si vos tenés ventajas, algunos dicen absolutas, comparativas, en producir algo, tenés que dedicarte a eso como país. Es como una especie de racismo para los países. Este país tiene determinado ADN, determinadas características, se tiene que dedicar a esto.
La Argentina es un país que tiene tierras muy fértiles y determinadas condiciones agroecológicas, determinada composición de la tierra y condiciones climáticas, tiene ventajas para la producción agropecuaria. Entonces, ¿qué tiene que hacer? Sólo producción agropecuaria. Otros países, dicen, por ejemplo, tienen mano de obra calificada. Cuando uno lee a los autores que admira el presidente de la nación actual, Milei, hablan de que había que traer europeos. ¿Se acuerdan? Bueno, algunos decían porque tienen cualidades raciales mejores que los criollos, que sé yo. Por eso no quiero ponerme con cuestiones que hay que evaluarlas histórica y culturalmente, así que tampoco quiero ponerme a discutir eso, pero básicamente algunos dicen la Argentina: soja, trigo, maíz, carne y nada más.
Y todo eso al extranjero y el resto lo adquirimos a través del intercambio comercial de otros que saben hacer otras cosas, por ejemplo, una computadora, un teléfono o una pilcha o casi a esta altura uno diría o cortar la carne que después importaríamos cuando se elabora o se fracciona en otro lado, ¿no? Nosotros la mandamos en pie y volvería envasada al vacío con determinado sello. ¿Se entiende lo que estoy diciendo? Hay quienes dicen que es así. Y hay una teoría económica bastante consagrada que dice que algunos países no se tienen que dedicar a la industria, no se tienen que dedicar a la manufactura de ningún tipo, menos todavía a la universidad, la ciencia, el cine, ¿no? Porque hay otros que lo hacen mejor naturalmente. Ustedes me dirán: "Bueno, estás exagerando." Ni un átomo de exageración, ¿eh? Nada. Y nuestro presidente más o menos dice eso.
¿Qué pasaría si uno insiste obstinadamente en tener industria o tener turismo, hotelería, servicios, que otros tienen según esta teoría mejor, más barato, de más calidad? Entonces, ¿para qué gastarse? Bueno, ¿qué dicen? Es absolutamente en balde, vas a fracasar. Es un esfuerzo. Repito, alguien pensará que es exagerado, no.
Hay una escuela teórica que dice que toda la industrialización argentina, el peronismo, digamos, pero que excede al peronismo porque empieza antes, sigue con gobiernos dictatoriales que habían derrocado al peronismo también, el esfuerzo de la industrialización dice: "Ni se gasten, eso no va a funcionar bien, es desperdiciar esfuerzos para algo que no va a andar bien."
¿Para qué esta introducción? Para decirles que una política económica parecida a la de Milei y bastante parecida, si uno tiene que ponerla en una familia de políticas económicas, fue una que [ya] se hizo, que llevó adelante Martínez de Hoz. No me estoy refiriendo a los aspectos políticos, me estoy refiriendo a la política económica.
Ustedes recordarán la propaganda de la silla industria nacional e industria extranjera. Para el que no la conoce, está en la red. Una propaganda del gobierno que ponía una silla de industria nacional, otra importada y venía alguien se sentaba en la industria nacional, se rompía, se caía ¿se acuerdan? Entonces había una propaganda de que no teníamos que hacer nada acá. Martínez de Hoz qué decía: "Ese país es al que tenemos que ir. Producción primaria, agropecuaria en aquel momento, no había ni vaca muerta, ni litio, así que era solo primaria agroexportadora, todo lo demás es un sacrificio, un esfuerzo inútil y va a andar mal. Está destinado al fracaso”.
Entonces, ¿qué decía Martínez de Hoz? “El único problema que hay es que sobran 10 millones de personas en el país. Sobran 10 millones”. Y, en aquel momento, en el Mundial 78, recuerdo la canción: “25 millones de argentinos”. O sea, que en el 78 quedaban: 15. Yo creo que ahora por la tecnificación del agro ya 15 acaso es demasiado. Y el otro problema es que somos casi 50. Así que la cuenta de Martínez de Hoz hoy te da que sobran 40 millones de personas.
En ese país óptimo, solo nos dedicaríamos a la producción en materia prima de bajo nivel de elaboración para colocar en el mercado mundial a cambio de la manufactura y de la industria que se hace en países más avanzados, más desarrollados o industrializados. Obviamente la historia de Argentina tiene una particularidad que es, de nuevo, exageración. Hay países de nuestra región y otros países periféricos o en vías de desarrollo que optaron por ese camino. Algunos acá cerquita, a tiro de barco o acá cerquita, que se ocuparon solo de la materia prima, no tienen nada de industria. Nada.
Es un país, ustedes hablaban de esta región que es no digo monoproducto, pero muy basada en un solo producto, por decir, el turismo, por tomar algunas ciudades que obviamente tienen el turismo como actividad prioritaria principal, no digo única, pero con mucha significación. Entonces, porque hay un tema cambiario, no viene el turismo y no tener diversificación productiva, el problema de dedicarte a hacer una sola cosa es que te da una fragilidad, una incertidumbre, una vulnerabilidad inmensa. No conviene, ya como proyecto de país, dedicarse a producir una sola cosa.
Fíjense en la pandemia que no se podía exportar, te quedás en cero y si no se puede importar, miren la guerra, la Primera Guerra Mundial, la crisis del 30, la Segunda Guerra Mundial, veníamos del agroexportador y eso quiero decirles a los defensores de ese país primario, precario que quieren, que es que no es que originalmente, fue una discusión que perdieron. Es que es tan malo, tan desfavorable ese modelo, lo que explotó por sí mismo. Vino la Primera Guerra Mundial, se interrumpió el comercio y acá no producíamos ni la alpargata, ni el poncho, y empezó a desarrollarse silvestremente una industrialización de la materia prima argentina para sustituir las importaciones porque estaba interrumpido el comercio internacional. Pero si uno lo tiene que pensar, dedicarse solo a eso, es suicida.
Para colmo, la Argentina tiene una trayectoria industrial, una de las más importantes de la región. Entonces, implicaría la liquidación de un volumen de capital, de capacidades, de conocimiento, de experiencia, lo decían para cualquiera de las cosas que hacemos acá, que además se destacan internacionalmente. Bueno, todo eso no lo van a tener, hay que destruir capital, es un proceso de destrucción de capital.
Cuando largaron el RIGI, dijeron: "Así van a venir enormes inversiones". Y yo decía: "Pero tienen un uso de la capacidad instalada que tenemos hoy en la fábrica de la Argentina, en aquel momento del 60 por ciento. O sea, que el 40 por ciento de nuestra capacidad instalada está en desuso. ¿Quién va a venir a invertir si lo que tenemos no se puede poner a funcionar y en qué?" Bueno, era en industrias extractivas, en productos primarios sin valor agregado, sin ninguna producción, sin trabajo argentino prácticamente, solo el de sacarlo de la tierra. Bueno, ese país quieren. Lo digo para que quede bien claro y porque a esta altura del partido ya ha pasado suficiente tiempo y vamos a una elección, entonces bueno, quieren eso y lo están haciendo.
Yo decía que Milei fue una estafa electoral porque no dijo:“Che, van a cerrar montones de empresas con lo que yo digo”; dijo: "Voy contra los políticos, uso la motosierra y voy a terminar con la casta”. Acaba de nombrar jueces por decreto; bueno, esa batalla con la casta viene bastante mal. Se ha rodeado de los ministros de Macri, de los que había dicho que eran un desastre, la casta. Lo aplauden los empresarios. Yo entiendo que hay empresarios que viven de determinadas políticas del Estado, podríamos meterlos aunque sea por su nivel adquisitivo, por sus privilegios en la casta. Bueno, la casta está intacta. Y la motosierra fue para el jubilado, la motosierra fue para el laburante, la motosierra fue para el investigador, para el cineasta, para el hotelero, para el camarero, para todos esos fue la motosierra. Una motosierra feroz operando sobre los sectores populares. ¿Qué tiene de particular? Bueno, que aplica un plan que se aplicó por lo menos dos veces en la Argentina que es un plan antiinflacionario que tiene efecto antiinflacionario, pero varios efectos más.
Tiene un efecto antiinflacionario, pero un costo altísimo, elevadísimo. Es el plan de: planchemos el dólar; dólar fijo. El dólar fijo tiene un efecto antiinflacionario, sí, pero profundamente recesivo y profundamente regresivo. Por un motivo bastante obvio, planchan el tipo de cambio, abren las importaciones, con lo cual se empiezan a abaratar las importaciones. Los productos extranjeros salen más baratos, los productos argentinos es muy difícil colocarlos afuera, tenés rentabilidad, decían ustedes, aumento de costo en dólares con tarifas o con precios en dólares estables. Lo vivimos 10 años en la convertibilidad, tuvimos inflación muy baja; incluso deflación, pero con una recesión espantosa durante los 10 años con una desindustrialización espantosa; es una simplificación. Esto no es exactamente la convertibilidad, de hecho para Cavallo es peor que la convertibilidad del punto de vista desde el riesgo financiero y de la timba que genera, pero la verdad que los efectos son muy parecidos.
Recuerden, empezamos la década de los 90 con 5 por ciento de desempleo, cuando llega el efecto tequila damos un salto al 11 por ciento, después al 15 por ciento, ya promediando el 98 con deflación, llegamos al 18 por ciento de desempleo y después voló todo por los aires y terminamos en 25 por ciento de desempleo o niveles por ahí.
Quiere decir que esto no crea empleo. Obvio que no crea empleo. ¿Cómo va a crear empleo? ¿De dónde y para que consuma quién? Si el modelo es planchar el dólar y planchar los ingresos y los salarios porque también lo ven como un factor inflacionario. Fíjense cómo empieza este año el Gobierno [nacional] diciendo paritaria cero. Entonces, bueno, es un modelo, para mí horrible, espantoso, criminal en materia del país. Pero claro que todo depende del cristal con el que se mire porque tiene ganadores. No están en esta sala. No están, ¿no? No están en esta localidad, no están en este municipio diría, y no están en esta región y casi que no están en esta provincia, excepto que tengan una casa de fin de semana o en un barrio privado, pero no están acá. No están acá. Pero hay ganadores. ¿Quién gana? La timba financiera. Es planero total con intervención estatal, total.
Esto es así: se plancha el dólar, y se pone la tasa de interés, yo diría que se asegura una tasa de interés a cualquier valor por encima de la devaluación. Si la devaluación es cero, pero la tasa de interés en pesos es 2 por ciento, bueno, y está seguro de que dentro de 1 año sacar los dólares al 1 a 1 o al 1.000 a uno o como sea, entonces tenés una tasa de interés en dólares del 1, 2, 3 llegó a ser por ciento mensual. Esa es la tasa de interés anual en un país desarrollado, garantizada por el Estado; después hay otro negocio. Acá hay un Estado que te garantiza la ganancia en dólares más grande del mundo de la timba financiera.
¿Qué problema tiene? Que una vez que ponés los dólares o son dólares de la exportación, pero los ponés en la timba. fíjense que estos fomentaron, el otro día le decían a los chacareros: "Bueno, vayan al carry trade” que es esto que estoy contando. O sea, vendan la soja y pónganla a timbear que les va a dar más guita que invertir y van a tener esta ganancia financiera. Pero, ¿qué pasa? Uno pone 100 pesos y supongamos que es al 30 por ciento anual, pasó un año, 130 dólares tiene que retirar. Entonces, si lo retira, se lleva de un saque los 100 más los 30. Entonces, esto necesita ser alimentado permanentemente por dólares… ¿qué cómo y de dónde se consiguen? El Estado, la sociedad garantiza esos dólares. En este momento vemos que toda la política económica de este año se cifra en que el Fondo Monetario preste 10.000, 15.000, 20.000 palos porque las reservas caen a pesar de que todo teóricamente está fenómeno.
¿Por qué? Porque si el inversor, que está puesto en dólares en la timba, empieza a ver que se agota la reserva dice: "Ah, bueno, no me la van a devolver". Yo lo llamé así mucho antes y es una estafa piramidal. El último que se va pierde que tiene mucho que ver con esta última estafa que atestiguamos. El que entró primero y se va rápido, la ganó, todo el resto y ya no hay para pagarle a todos. Ese es el lío que hubo.
Entonces, ese es el modelo económico. Salarios bajos. Tiene ganadores,timba financiera, recursos naturales, a los que les perdonan todos los impuestos. Ustedes me hablan de cuestiones impositivas. El RIGI le perdona todos los impuestos por 30 años a los que vienen con 200 o 300 palos a llevarte recursos naturales argentinos.
Un tipo que tiene 300 palos para invertir, 400 palos, va a pagar menos impuestos que el productor de miel de la provincia de Buenos Aires. Y te dicen: "No, si no no viene”. En 30 años no solo se van a llevar los recursos, sino que no van a pagar, no van a dejar ni siquiera la contribución equivalente a la que deja cualquiera de ustedes, que hace el enorme esfuerzo, sobre todo en crisis, de pagar.
Plantean apertura importadora, tarifas en dólares y crecientes como en los 90, como Martínez de Hoz, como el comienzo de Macri, que pretendieron hacer una devaluación grande y estabilizar el dólar. Después se les fue al demonio. Pero es así, y salarios bajos, jubilaciones bajas, ingresos populares bajos. ¿Quién gana? Bueno, ya les dije. ¿Quién pierde? Cualquiera que se dedique a la producción destinada al mercado interno pierde. Porque no hay quien compre. Alguno dirá: "Bueno, pero hay paritaria cero”. ¿Qué quiere un empresario? Pagar menos de salario, digamos, en términos contables. Sí, pero si eso pasa en toda la sociedad, vos pagás menos a tu nómina salarial, pero no le vendés a nadie. Entonces, no era tan buen negocio.
Acá estamos en el sector de servicios, supongamos que el salario representa el 30 por ciento de tus gastos corrientes. Entonces, el salario cae 10 por ciento; tu estructura de costo cae o tu costo total un 3 por ciento; o sea, cae un 10 por ciento del 30 por ciento, cae un 3 por ciento, ¿correcto? Ahora, cuando tenés que vender, si esa caída del salario afecta tus ventas, tus ingresos caen un 10 por ciento. Te liquidaron. Esto es lo que está pasando; no tiene ningún misterio. No es sin querer, es la política económica de este Gobierno [nacional].
Ahora, el caso de los destinos turísticos de la provincia Buenos Aires, que viven del turismo buena parte de los sectores medios, de los laburantes, del turismo popular o turismo trabajador o profesional o incluso el empresario porque el empresario también está sufriendo, están igual; ese sector no es ganador, es perdedor.
La producción industrial, liquidada: apertura importadora, aumento de costos en dólares, tipo de cambio favorable de la importación, pierde. Si sos exportador, le está pasando a los productores pequeños, como los costos te suben en dólares y el dólar es desfavorable en el exterior, entonces no te alcanza para cubrir los costos, pierde también. Por eso empiezan a pedir una devaluación, un aumento de ingresos que les garantice poder cubrir los costos, es eso también lo que está pasando. Conclusión, este es el programa económico: es un programa de desindustrialización, de achicamiento de la economía, es un programa de concentración de la riqueza, de los ingresos de la actividad, es un programa de desindustrialización, es un programa de centralización también regional.
Lo voy a decir breve, yo no estoy acuerdo con esto, nunca lo estuve, pero ahora, como gobernador de la provincia Buenos Aires, tengo una dificultad mayor, porque ya no es solamente si estoy de acuerdo o no en lo conceptual, sino que yo fui a elecciones, ganamos por 20 puntos de diferencia con un programa que era: producción, empleo, salud, educación, infraestructura.
Y este plan económico agrega obra pública cero y ajuste fiscal. Quiero decir algo también del ajuste fiscal. Hay una sola partida que no ajusta del ajuste fiscal: los servicios de la deuda. Los servicios de la deuda están aumentando permanentemente durante el gobierno de Milei, como siempre, y el endeudamiento total también. Entonces, no es que no hay plata, es que la usan para sus sectores protegidos. No la ponen en la ruta. Acá cuando con Gustavo inauguramos la ruta 11. La ruta 11 es un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, créditos muy favorables para obras grandes de infraestructura, para países a largo plazo con muchas facilidades y no es gasto público, no sale de tu presupuesto actual, lógicamente. Entonces, no tiene nada que ver con la motosierra ni con el déficit cero ni con la emisión cero, de nadie.
Nosotros pusimos a funcionar ese crédito y ahora Kato [Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos], desde el Ministerio de Infraestructura, lo sigue ejecutando, por eso se sigue haciendo la ruta, más recursos propios en tal cosa o en tal otra y enfrente de eso, una planta de cloaca que tanto necesita Villa Gesell también, financiamiento BID pero del Gobierno nacional parada. Es una política de desinterés, no les interesa. No está acá el sector o el lugar o la población a la que ellos responden, a la que quieren favorecer. Por eso uno veía el otro día la visita del presidente a destinos internacionales y nacionales. Fue un ratito al lado y ocho veces a ver millonarios afuera; por eso, están en otra.
Entonces, tengo que ser muy claro: si de esta elección salen fortalecidos, sigue esto. Y peor, aviso, van a leer que hay una tolerancia, un anestesiamiento, un acuerdo, un apoyo a estas políticas y van a seguir con esto. Que cada vez son más complicadas: nos cortan los recursos para educación, para seguridad, para infraestructura, para todo, a las provincias argentinas, a los municipios y después, obviamente, cuando empieza a haber problemas derivados de estas cuestiones, nosotros tenemos que responder, no solo responder una demanda ampliada, doy los remedios, cortaron todos los remedios. ¿Quiénes pagan los remedios?
Bueno, el hospital municipal, el hospital provincial, los intendentes, el gobernador, sustituimos los remedios que dejan, pero nos cortan los recursos también, ¿cómo se hace? Por eso yo tengo la obligación de explicar y de distribuir un poco de dónde vienen, cuál es la génesis, cuál es la fuente y el origen de las cosas que están pasando.
No es casualidad, yo soy gobernador hace 5 años, veníamos batiendo récord todas las temporadas después de la pandemia, la primera también incluso con la expectativa y con alguna ayuda veníamos de Vidal, buena temporada, ¿se acuerdan? La primera temporada, 19/20. Y luego pandemia y después batiendo récord, y ahora estamos 40 por ciento abajo del 23, 30 por ciento abajo del 23. Porque la anterior, después de la devaluación enorme, fue así también.
Entonces, algunos recuperó, y otros ni siquiera, lo de una temporada mala que es la primera de Milei y es la segunda de Milei, pero porque la tercera esto va a cambiar y tengo que venir a Gesell, obviamente, a compartir con ustedes esta situación, pero si voy a los destinos brasileños estuvieron con 100 por ciento más de turistas argentinos. O sea, aún los que pudieron pagarse un veraneo llevaron los recursos a otro lado por el tipo de cambio.
¿Eso va a cambiar? No, hoy la única política que tiene este Gobierno [nacional] prácticamente es conseguir la guita para sostener la timba y no devaluar, y que no suban los salarios. Es la política que tiene. Sostener esta política económica, ya está expresada. El éxito que tiene esto es que, claro, ustedes están cobrando precios que a veces ni pueden sostener los costos. O sea que a nivel inflacionario tiene un éxito. De ese lado, de la apertura de importaciones y del dólar planchado tiene un éxito. ¿A costa de qué? Todos los días llegan cierres de empresas, algunas de ellas emblemáticas, la textil, el calzado, ahora frigorífica, y deciden exportar el ganado en pie porque están hasta destruyendo la capacidad de los frigoríficos argentinos.
Así que sí, yo sé que es un panorama complicado pero tenemos una elección. Voy a la provincia de Buenos Aires y después retomo esto. Yo tomé nota, quiero decir, nosotros también tenemos como objetivo, más ahora y en estas circunstancias, turismo todo el año y en toda la provincia para sostener, porque si la alta fue complicada, la baja va a ser más complicada. También sostener a la cultura en todo lo que podamos. Nosotros hablamos de escudo y red donde abandona Milei, ver qué podemos hacer. Ya muchas políticas las veníamos haciendo sin recursos nacionales y con cada vez más necesidades por todos lados.
Pero ese es nuestro objetivo así que vamos a buscarle la vuelta, vamos a ver con qué podemos colaborar para que esta situación no determine lo peor que puede pasar que es que se desanimen, abandonen, que dejen las actividades. Eso después termina en que, o que se instala un país totalmente distinto por acción de decisiones descentralizadas individuales o que después si se cambia la política haya muchos menos jugadores, que también es muy malo. Hay menos competencia, actividad. Entonces las dos cosas son muy malas.
Yo tomé nota, vamos a empujar la media sanción de la ley que falta. Ustedes saben que yo con Puan tengo un vínculo casi familiar porque mi compañera fue a esa facultad. Quiero decir que para nosotros el cine argentino, la cultura argentina, no solo es una cuestión de que nos gusta, nos toca más, sino también una cuestión de soberanía. Porque claro, aún si vamos a toda una cuestión de plataformas no es lo mismo en materia de contenido, en materia de rasgos culturales, no es lo mismo;no me voy a pelear con las plataformas por sus contenidos porque está bien, si da trabajo, pero que paguen la contribución que corresponde para que haya otro tipo de producciones.
Luego hay varias cosas de las que mencionaron. Saldos a favor, la Cuenta DNI, el Banco Provincia. Cuando comentabas vos que la primera vez que hablamos te dije: ”vamos a tratar de dar más crédito”, y hoy lideramos en crédito. Pero tengan en cuenta que tenemos los mismos reglamentos y las mismas restricciones que la banca privada; es decir, no tendría que ser más fácil por la reglamentación conseguir un crédito en el Banco Provincia que en el Santander o en el Galicia. Es más fácil porque está el Estado. Entonces, ya que estamos, digamos que no privaticen el Banco Nación.
Porque en la provincia estamos pero también tiene una presencia, una territorialidad y un efecto importantísimo. Luego, vamos a tratar de ver porque la manta es corta también, obviamente y hoy hacemos un esfuerzo enorme. ¿Por qué lo podemos hacer? Porque todo el beneficio del banco en vez de ir a la casa matriz del extranjero se vuelca en promociones, descuentos, reintegros y créditos. O sea que nosotros usamos la ganancia del Banco Provincia para distribuirla de nuevo. Un banco privado obtiene la mayor ganancia con el menor riesgo, y muchas veces decide no reinvertir y es una decisión de un privado; así funciona.
Sobre el aeropuerto de Gesell estoy de acuerdo con que se haga. Creo que podemos hacer un esfuerzo conjunto, entre todos los distritos de la región y entre el sector privado y el sector público, no solo para promoverlo sino para ver qué forma le podemos dar.
Después, algo que me parece central para poner acá sobre la mesa es que nosotros hemos generado ya una especie de, no sé si es cultura, pero sí una tradición de encuentros sectoriales o productivos. Yo los invito, los convido, a ver si podemos institucionalizarlo con varios sectores distintos y en cada distrito. Yo sé que para el empresario pyme, para el pequeño productor la actividad gremial empresaria, o la actividad política empresaria es difícil porque por las exigencias de una tarea de dueño de una empresa pero que es laburante de la empresa, que se ocupa de cien mil cosas, y tener que ir a reuniones, tener que ir a Buenos Aires, pero creo que estamos en un momento de mucho riesgo y de emergencia.
Sé que hay representaciones sectoriales pero si podemos ir generando regionalmente o distritalmente —después veremos o verán con los intendentes— una representación de los sectores productivos a nosotros nos alivianaría un poco el trabajo. Yo a veces me siento un poco ridículo porque, ustedes sabrán, no tengo ninguna empresa, no tengo industria, no pago quincena, no tengo empleados, no soy empresario nacional y defiendo la industria nacional. No es un reproche, es una invitación. A veces se hace medio en soledad. ¿Y cuál es el problema? Yo no tengo ningún problema, me dirán keynesiano, peronista, ahora ya empiezan a decir colectivista, woke que no sé qué es, para mí era lo de la comida china, resulta que ahora somos todos un wok, no sabemos qué es pero bueno. Claro, porque ya nos importan la grieta, nos quieren meter una grieta que no es nuestra.
Ya suficiente con la nuestra, tenemos que solucionar la nuestra, no nos traigan la grieta de Trump. El otro día la escuchaba a Giorgia Meloni antiwoke; bueno, capaz ellos en Italia tienen woke. Yo acá no encontré un solo woke, un walking, no sé un qué. Pero fíjense, necesitamos actores. ¿Por qué? No solo porque yo, los intendentes o los dirigentes políticos podemos salir a defender determinado modelo de país, determinados intereses, sino porque rápidamente entramos dentro de la cuestión “son políticos que quieren algún beneficio, o que tienen no sé qué”, y entonces te descalifican y pierde potencia. Yo creo que tiene más peso que ustedes cuenten esto, lo que está pasando realmente en el territorio a nivel provincial, nacional, que esto se sepa.
Porque la verdad es que el gobernador es el mismo, el intendente es el mismo, el empresario es el mismo. ¿Qué cambió? Milei, su política económica, eso es lo que cambió. No es que porque ahora empeoramos todos, nos relajamos. No, al revés. Es más, veníamos de recuperarnos de lo que había dejado una política neoliberal con mucho esfuerzo y la pusimos a funcionar con mucha dificultad también, pero ahora viene al espinazo. Bueno, también los pescadores, cuántas veces hablamos de esto. Me alegro muchísimo venir acá y ver que el pescado de Gesell se compra de trabajo y producción de Gesell, no por algún lío de camisetas, sino simplemente porque era más lógico pero había que hacer todos los instrumentos, posibilitarlo; así que me parece un gran esfuerzo de ustedes.
Para terminar, hace un año y medio me tiran con todo por lo que digo, lo que pienso, lo que hice, lo que voy a hacer. Bueno, yo gobierno la Provincia desde hace 5 años, los bonaerenses me conocen, no me pueden convertir en algo que no me conozcan los bonaerenses. Pero ¿para qué? Lo había dicho Cristina una vez: “no vienen por mí”. El problema es que, como defendemos determinadas políticas, intereses, nos impugnan, estigmatizan, agreden, insultan, descalifican, ahora con un gobierno que es mucho más agresivo, que ya dice cualquier barbaridad y vale cualquier cosa. Digo para no tocar el tema que está en los diarios de hoy pero en la embestida anterior me dijeron que yo tenía 240 centros donde les cortábamos los genitales a los niños.
Uno dice ¿quién dijo esa barbaridad? El presidente de la Nación lo dijo públicamente y nunca se retractó, nunca dijo ”estuve mal informado”. Lo dijo, alguien escuchó eso y le cree al presidente y ahora piensa que yo ando castrando gente en la provincia de Buenos Aires. Es una barbaridad de un calibre… Uno dice ¿pero cómo se puede hacer política así? Bueno, hoy tenemos a Milei acá pero uno debería decir que no es el único caso a escala mundial; Milei participa hoy de una forma de hacer política que parece estar teniendo en este momento alguna influencia, algún flujo, alguna importancia, y es exponente de eso. Lo único que yo digo es que van a impugnar mi voz si yo digo: “nos juntamos con empresarios micrófono abierto y contaron que la situación es mala, que fue una mala temporada”. Lo voy a decir de la mejor manera porque sé que nosotros tenemos la obligación de que nadie piense que viene acá y es un bajón, no hay nadie.
Por supuesto que voy a seguir promocionando pero vamos a hacer ese doble camino y todo lo que venimos haciendo hasta ahora. Pero ¿qué van a decir? "Ah, lo dice Kicillof, porque tal cosa, tal otra". Por eso yo lo que les pido es que, primero nosotros vamos a poner obviamente a disposición los instrumentos que hay, vamos a tratar de profundizarlos, de mejorarlos, de apuntar mejor para que cada recurso llegue a donde tiene que llegar. Ustedes yo sé, porque el empresario argentino tiene esta lógica de resistencia de haber atravesado diferentes momentos, pero bueno también les quiero pedir que no aflojen. Y por último tenemos que dar a conocer esto porque cuando ocurren estas políticas económicas, con estos aparatos de comunicación pasa lo siguiente, que es algo que yo lo viví cuando fui ministro de economía en la época de Cristina. Las encuestas. Tomaban encuestas sobre la situación económica de la gente.
¿Vieron esas? 2.000 casos en todo el país. Una pregunta era: "¿Cómo te está yendo a vos?", en lo individual, tu economía. Entonces era: 60 por ciento bien. Estoy simplificando. Y después les preguntaban "¿cómo le va al país?": 60 por ciento mal. Es imposible. Si al 60 por ciento, y es una muestra representativa, le va bien, ¿cómo al país le va a ir mal? ¿Se entiende?
Y después ganó Macri. Y yo, que era diputado, veía la economía y recorría, y era exactamente al revés. Cuando les preguntaban: "¿Cómo te va a vos?": 60 por ciento mal. "¿Cómo le va al país?": 60 por ciento bien. Entonces se invirtió. Antes le iba a la gente bien, pero decía que al país le iba mal y después le iba a la gente mal, pero decía que al país le iba bien. Porque la luz al final del túnel, el segundo semestre, porque es un sacrificio que hay que hacer. Ahora las metáforas son más bíblicas, hay que cruzar el desierto, tenemos a Moisés, el hermano de Moisés y vamos a llegar a la tierra prometida. ¿O no?
Entonces, ante esta situación necesitamos más voces. Obviamente, pero ni siquiera partidarias, políticas, no necesitamos que digan "voten a tal", pero por lo menos que sepan lo que está ocurriendo. Ocurre esto, esta es la cuarta reunión en distritos a la que vienen sectores productivos, micrófono abierto, puerta abierta y es todo así en todos lados. Entonces, ¿y cuál es la pregunta? Bueno, si no cambia la política económica, ¿qué va a pasar? Lo mismo. Entonces, tiene que cambiar la política económica, tiene que haber una política que cuide a la industria nacional. Incluso si Milei es tan fanático de Trump que se dé cuenta que lo que está haciendo Trump es una política proteccionista, una política industrial, una política productiva para cuidar a los empresarios y a los trabajadores de su país. ¿Por qué a nosotros nos tocó uno de ultraderecha, pero además cipayo? ¿Por qué?
Meloni lo mismo. ¿Cómo puede ser que pase esto y no haya una autoridad nacional? Por lo menos mintiendo, por lo menos. Quiero decir, por lo menos, diciendo: "Bueno, me preocupa, vamos a ver cómo hacemos para que no cierre tu hotel, para que no cierre tu emprendimiento, para que no cierre esa empresa, para que no cierre, vamos a ver, veamos qué instrumento". No, cero, nada. Nada, es más, no hay funcionarios. Han echado a todos, ponen a uno, atiende al sector y lo echan. No sé si por atender al sector o porque lo ponen en un lugar que se llama, por ejemplo, secretario de industria y en realidad es secretario de la desindustrialización, supongo que en un momento o de la educación o de la salud y es desfinanciar la educación y la salud y eso genera problemas de educación y salud. No sé por cuál motivo, pero ese es el problema que estamos teniendo y yo creo que a esta altura necesitamos más voces, necesitamos otra legitimidad, necesitamos que se conozca esta situación.
Yo la voy a transmitir, pero lo van a ver. Hoy lo que van a decir es: "No dijo lo de la seguridad" y bueno, te ponen en una situación que no es que no exista, pero que bueno. Y estábamos hablando estos últimos días de jueces por decreto, de una criptoestafa donde el protagonista, el que la lanzó, era el presidente y bueno, obviamente, no quiero decir nada, pero quienes tenemos un papel de oponernos a estas cosas, estamos siempre a la defensiva de campañas fuertísimas. De nuevo digo, reconociendo todo lo que haya que reconocer, pero es una dinámica política que ya la hemos vivido. Por lo tanto, necesitamos otras voces, otras caras, otros actores.
Para mí es un momento muy importante para empezar a mostrar, a difundir. Nosotros podemos colaborar en términos de tomar testimonio, pero creo que en este momento para el tejido industrial y para la provincia de Buenos Aires es un momento de inflexión. Estos días estuvo habiendo cierres de grandes empresas de 400, 500 empleados porque también pasó en la época de Macri que resiste, resiste, hasta que te das cuenta de que no va a revertir y entonces bueno. Entonces esto tiene también un efecto acumulativo y por oleadas. Por eso yo creo que es el momento adecuado.
Ahora, dicho todo esto, estoy a disposición. Estoy pidiéndolo, obviamente, sugiriéndolo también porque me parece que es de subsistencia y de autodefensa. Nosotros podemos colaborar y me parece que cuanto más caras, más actores, más sectores, más frescura. Es más, si a ustedes le falta —están diciendo "falta tal cosa, el gobierno provincial..."—, está todo perfecto, porque nosotros estamos dispuestos a todo eso, pero tiene que darse a conocer, tiene que saberse, y tiene que saberse lo perentorio, lo urgente y lo que significa. Porque después dicen "el INCAA, una cueva de no sé qué" y es el cine nacional. Después se pueden mejorar un montón de cosas. La derecha siempre funciona así: desfinancia, dice que anda mal, probablemente en algunas cosas tenga razón, pero en vez de mejorarlo lo rompe, lo destruye y lo cierra. Y te deja sin nada. Entonces, el tren: "No, pierde plata, no sé qué", cierran el tren. En vez de mejorarlo, de invertir, te lo cierran, o lo privatizan que en muchos casos termina siendo similar.
Entonces, estamos en una situación para mí que es esa, estamos en un punto de inflexión, por supuesto que esto se resuelve como todo en la discusión política y en las urnas, pero yo creo que hay una campaña de ocultamiento de la situación real de lo que está ocurriendo y de sus consecuencias y de sus orígenes que está siendo nocivo para que muchos comprendan lo que le pasa al otro y termina pensando, no que no pasa, que me pasa a mí solo por algún problema que tendré yo, ¿no? Y termina en el individualismo, y termina en el egoísmo, y termina en la nada.
Así que, dicho esto, lo que vinimos a hacer acá es a llevarnos una serie de ideas, propuestas, contactos, para ver si podemos seguir con la onda de que la próxima vez que vengamos hayamos podido cumplir con alguna de las necesidades que tenían, aún en un contexto negativo y complicado y en deterioro. Pero en pocas palabras lo que tengo para decirles es que cuenten con nosotros.