Desnudo o Bailarina, bronce de Lucio Fontana ( Rosario 1899 – Varese 1968), fechada en 1941 corresponde al período en el cual el artista regresa a Argentina, entre  1939 y  1947, luego de permanecer y exponer varios años en Italia y Francia, donde rompe con la tradición académica para unirse al movimiento abstracto milanés y al futurismo. Sin embargo, resulta significativa su presencia en Buenos Aires y más aún su retorno a la figuración.

En Bailarina se observa mayor libertad en la factura, un modo libre, moderno y sensible de trabajar la masa escultórica. Desde un eje vertical, la figura femenina apoyada en un punto, muestra tensiones localizadas en hombros, caderas, rodillas y pies. El volumen cuadrado del torso y los brazos constituyen un bloque importante en la zona superior. El mismo se contrapone con la disposición abierta de los miembros inferiores. Estas actitudes definen a Bailarina en posición de descanso. Resulta inevitable ver en esta escultura, la influencia de Edgar Degas, tanto desde el punto de vista temático como desde lo formal.

La pieza fue exhibida en el XIII Salón de Arte de Mar del Plata en 1945 y fue adquirida por la Comisión Provincial de Bellas Artes para ser donada al museo. A partir de entonces integra la colección patrimonial.