Anoche, en la sala del Taller de Teatro de la Universidad Nacional de La Plata, se presentó "ADN (hijos sin nombre)", como parte de las numerosas actividades organizadas por la Secretaría de Derechos Humanos provincial por la Semana de la Memoria, a 41 años del inicio de la dictadura cívico militar.
La obra aborda un tema tan desgarrador como cotidiano en aquellos años: la apropiación sistemática de bebés por quienes llevaban adelante una "maquinaria de destrucción a partir del terrorismo de Estado", adelantan sus protagonistas.
Sobre el escenario, despojado y austero "para potenciar las palabras que como poema se desgarran y se anidan en lo más profundo", las actrices Andrea Juliá -también autora de la pieza- y Dalila Romero, dirigidas por Horacio Medrano, recrean la búsqueda entre madres e hijos "a partir de sueños, impresiones y sensaciones que se presentan día a día y conviven en sus cuerpos que alguna vez fueron uno", dicen.
Por su parte, Medrano explica el por qué de tan pocos elementos escénicos: "Sí, son muy pocos -asegura-, una foto, un guardapolvos, globos, una muñeca, una carta, pero de alta carga significativa". Y enseguida agrega que "con sólo lo indispensable se impone un accionar que bucea y se manifiesta más por los impulsos internos que por su manifestación exterior en el espacio; evitando en lo posible lo cotidiano naturalista; sonidos, efectos, quizás una música que se gesta en la investigación, y que potencia las imágenes del texto y una economía, no sólo de recursos escénicos, sino también en una actuación que potencie la palabra, la historia...", concluye el director.