facebook

GÉNERO Y TRABAJO: DESAFÍOS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo se realizó el conversatorio virtual sobre Género y Trabajo: desafíos en tiempos de coronavirus.

Viernes 1 de Mayo 2020
GÉNERO Y TRABAJO: DESAFÍOS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo se realizó el conversatorio virtual sobre Género y Trabajo: desafíos en tiempos de coronavirus. La Ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires junto a su par de Trabajo Mara Ruiz Malec dialogaron con dirigentes sindicales internacionales y bonaerenses.

La apertura estuvo a cargo de la Ministra de Trabajo, Mara Ruiz Malec, quien se refirió al modo en que “el contexto de aislamiento nos ha permitido ver el valor social importantísimo de las tareas no remuneradas y como sin ellas nuestra sociedad no funciona. En los hogares conviven personas mayores que hoy son población de riesgo, con niñas, niños y familias que hacen el trabajo escolar, con el teletrabajo y con las tareas del cuidado y del hogar, lo cual presenta un contexto muy complejo.”

La Ministra señaló que: “las tareas en los hogares se distribuyen de manera desigual: que el 90% de las mujeres se encarga de tareas del cuidado, que solo el 60% de los varones lo hace, y que la cantidad de horas diarias que dedican las mujeres y disidencias a dichas tareas es del doble que la de los varones. Y esto se ha complejizado bajo el contexto de aislamiento. Tenemos el desafío de poder medir y dar cuenta acerca de que está pasando ahora al interior de los hogares con la distribución de las tareas, con los derechos.”

Afirmó que “el desafío es generar nuevas instituciones: normativas, mecanismos, regulaciones,  que permitan cambiar esa situación de desigualdad anterior. No repetir lo que ocurrió con la crisis internacional de 2008, que luego de ella no hubo cambios estructurales. Las iniciativas que generemos tienen que tener perspectiva de género y ser de largo plazo, tienen que perdurar y permitirnos romper los techos de cristal verticales y también horizontales. Esto tanto al interior del Estado como en la sociedad en general”.

En referencia a la salida de la crisis, expresó que “habrá escenarios de mayor desempleo, de mayor informalidad. El desafío es que esta crisis que estamos transitando no baje el piso de derechos y, por el contrario, podamos impulsar una agenda más progresista. Para eso tenemos que estar juntas, unirnos, construir una agenda común que nos permita darle un sentido de oportunidad y de mejora y que no se dé otra avanzada neoliberal. Desde el Estado provincial vamos a estar presentes defendiendo los derechos de las y los trabajadores”.

La española Cristina Faciben, Secretaria Confederal de Internacional y Cooperación de las Comisiones Obreras, reflexionó sobre la centralidad de las políticas públicas en el abordaje de la pandemia, propuso imaginar este escenario tanto con un gobierno neoliberal, “la situación hubiera sido caótica, porque ellos habrían hecho prevalecer la economía, los intereses de sus amigos por encima de la salud”. La violencia de género subió en España, advirtió que “se está agravando por esta situación de encierro”. Destacó la dimensión internacional del Día del Trabajo en el contexto de Covid19 que pone en evidencia la fragilidad del modelo social y económico imperante y propuso exigir un nuevo modelo social, un nuevo modelo económico más justo, un espacio donde defender los derechos laborales, los derechos sociales, los derechos humanos. La construcción social se sostiene en el trabajo, “se ha paralizado prácticamente el mundo, pero sí estamos aquí, si podemos estar conectándonos ahora es porque hay gente que está trabajando. Ese es el valor social del trabajo y de esas personas invisibles” concluyó.

Eulogia Familia,  presidenta del Comité Continental de Mujeres Trabajadoras de la Confederación Sindical de las Américas se refirió a las encrucijadas del confinamiento en América Latina. “Durante esta situación de encierro se fortalece mucho el autoritarismo, se fortalece mucho el patriarcado, porque en la situación de violencia que viven las mujeres en las Américas, una de las regiones más violentas del mundo. Y ahora tienen que convivir en el hogar con los agresores. Las mujeres ahora tienen que convivir con los agresores, más tiempo conviven con ellos, y más dificultades tienen para pedir auxilio”planteó. Y señaló que “los cuidados pasan a ser la principal responsabilidad de la mujer. Las mujeres siempre lo hemos tenido encima, pero ahora algunas tienen que asumir los cuidados de toda una familia que la vive sometiendo a presiones, a exigencias que son más fuertes en la situación de encierro”. La dirigente se refirió a la importancia de promover el convenio 190 de la OIT para prevenir la violencia y el acoso en el ámbito laboral, y la relevancia incluir a las mujeres en la negociación colectiva para garantizar la perspectiva de género. Resaltó la necesidad de incluir a las mujeres al diálogo social. Para finalizar aseguró: “En este momento sin el trabajo de las mujeres no hubiera sido posible vivir”.

Carmen Beramendi, quien actualmente dirige FLACSO Uruguay, que fuera presidenta del sindicato de pesca, de extensa trayectoria académica y en organizaciones de género analizó el impacto del coronavirus en el mundo del trabajo. Mapeó la situación de la división sexual del trabajo en términos de formalidad e informalidad en Uruguay y en América Latina. “Las mujeres no estamos viviendo el corona virus todas igual porque los puntos de partida son claramente distintos.” Se refirió al cuidado “como bien público” y a la necesidad de ponerlo en el centro del debate sobre las políticas públicas. En un escenario como el de la pandemia, que pone en primer plano el rol del Estado, “estas circunstancias nos llevan a ponderar la diferencia que hay cuando existen gobiernos que efectivamente se ocupan de redistribuir que cuando no existen”. Y agregó: “El lugar que ocupamos las mujeres para la sostenibilidad de la vida ha sido clave en América Latina. La participación igualitaria de las mujeres en las respuestas a la crisis es fundamental para mejorar  esas respuestas”. Caracterizó la existencia de una crisis de cuidado y propuso “empezar a evaluar más como vinculamos el criterio de pobreza en ingresos al criterio de pobreza de tiempo”.

La conversación con referentes internacionales fue coordinada por la Dra en Sociología Nora Goren, asesora del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual.  

El panel estuvo integrado también por trabajadoras bonaerenses de servicios esenciales que enumeraron los diversos desafíos. Carmen Britez de la Unión de Personal Auxiliar de Casas Particulares señaló la necesidad de visibilizar a las trabajadoras del sector, hacer tomar conciencia a los empleadores de que en su hogar hay una trabajadora. En la comunicación, la representante de Satsaid Marianela Mel señaló los obstáculos de la sobrecarga del teletrabajo para las mujeres y la circunstancia transitoria de esta condición laboral. Vanina Rodriguez, de ATE Provincia,  se refirió a las y los trabajadores de la Salud y las dificultades de conciliar las responsabilidades en tareas esenciales con los cuidados. Por su parte Cintia Pili, del Movimiento Atahualpa reflexionó desde la economía popular sobre las particularidades de este momento para trans, travestis y migrantes en relación al derecho a la identidad. Cristina Echegoyen habló  de la condición laboral de las docentes que además de la continuidad pedagógica virtual, están en las escuelas distribuyendo viandas y asistiendo a niñas, niños y sus familias. Este tramo del  encuentro giró en torno a “cómo humanizar el trabajo, el debate sobre la distribución de los cuidados y también cómo distribuimos las riquezas. Reconocer. Redistribuir. Reducir. Recompensar. Respetar los trabajos del cuidado. Brecha salariales, segregación ocupacional y sobre el acceso a un mundo pleno de igualdad en el marco de la justicia social” en palabras de Claudia Lazzaro, Directora de Políticas para la Equidad del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual.

El cierre estuvo a cargo de la Ministra Estela Díaz: “Nos encontramos conmemorando el Día Internacional de las trabajadoras y trabajadores en una situación muy excepcional en sus características sociales, políticas y económicas. Dado que no existen experiencias previas cercanas similares, o que hayamos vivenciado como sociedad, con las que se las pueda comparar la situación actual, tenemos que remontarnos a las pestes de hace más de un siglo atrás para pensar en algo similar.”

Continúo su intervención afirmando que: “Un punto central a reflexionar es ¿cómo seguimos transitando la pandemia? Pero también ¿cómo salimos? Y en este sentido la experiencia de 2008 muestra que la salida rescató al sector financiero y que luego de allí el mundo en general fue más desigual, más injusto, y mucho peor para las trabajadoras, en todos los términos e intersecciones: raciales, migratorias, de la discapacidad, identitarias. Y este es el debate que estamos teniendo en la Argentina: ¿quién hace el aporte para salir de esta crisis? Un aporte extraordinario que hoy se les pide a las grandes empresas que fueron las grandes beneficiadas, y también las grandes fugadoras, en los años del gobierno de Cambiemos. Ese es el debate que hoy tenemos: el aporte que deben hacer las principales riquezas del país, entendiendo que podemos modificar nuestros hábitos - el abrazo, el mate- pero que los derechos no pueden estar en juego. En este sentido, los Estados nacional y provincial se han puesto a favor los sectores más necesitados a través de una enorme batería de medidas y de recursos. Los Estados están mirando y protegiendo el interés de las mayorías en nuestro país y nuestra provincia. Se trata de una puja distributiva que tenemos que discutir desde el enfoque de género”.

En otro tramo se refirió a los cuidados y al modo en que la pandemia amenaza a la sociedad. “El cuidado y el cuidarnos se puso en principal valor como una ética de Estado y como una ética en el debate de la economía y del trabajo. Esto ha permitido reconocer la falsa tensión entre salud o economía, dado que si no hay salud no habrá economía, y así lo demuestran los países que han priorizado los mercados por sobre la salud, tales como EEUU, Brasil, que hoy están absolutamente afectados en ambos sentidos. La centralidad de la ética del cuidado representa hoy una oportunidad política, porque se ha dejado ver que el cuidado es un valor fundamental de la vida -y del trabajo de las mujeres- y que se revalorice socialmente es un paso más, un jalón más, en la historia de la lucha de las mujeres y de las trabajadoras. Al interior de los hogares, la sobrecarga de la reproducción de vida en el trabajo de las mujeres se visualiza de una manera que no era posible en el contexto de normalidad. Esto representa una oportunidad” reforzó Estela Díaz.

La titular del Ministerio de las Mujeres se comprometió “a llevar la posta para generar iniciativas  que nos permitan conocer el impacto que la crisis tiene y tendrá en el trabajo productivo y reproductivo, para conocer qué transformaciones hay con los cuidados, cuáles a nivel social, y cuáles en las organizaciones. Y, a partir de allí, pensar la política pública de manera articulada entre Estado, sindicatos, organizaciones y sociedad, elaborar un acta compromiso para construir un programa de trabajo conjunto basado en la reducción de las brechas laborales y el fortalecimiento de los liderazgos de las mujeres y diversidades en los sindicatos. El sindicalismo es con nosotras, el trabajo es con nosotras, y la igualdad y la justicia social la construimos nosotras todas, en el Estado y en las organizaciones sindicales y en las organizaciones sociales.”