Muchas gracias a todas y a todos. Vivimos un contexto complicado, permítanme decir, inimaginado,lo que está ocurriendo hoy a nivel nacional. Uno podría pasarse un rato largo tratando de describirlo y creo que va a llevar mucho tiempo tratar de explicarlo. Por qué, cómo es que a la Argentina, con su tradición, con su historia, y más allá de todas las dificultades, le está pasando esto.
La verdad es que se intentan aplicar, en nuestro país, doctrinas económicas que conozco bastante bien, me dediqué muchísimos años a enseñar las teorías que hoy profesa quien es presidente. Y si algo le queda claro a cualquiera que las haya estudiado es que son de imposible aplicación. Que son unas teorías del siglo XIX, de Austria, pero que nunca se han experimentado en ningún lugar del mundo, en ningún lugar del planeta. No digo si han sido exitosas, nadie se ha animado por lo absurdas que son a intentar destruir el Estado nacional.
Así que estamos en momentos complicados. Yo empiezo por acá, por el contraste con lo que estamos haciendo en este día y lo que estamos haciendo todos los días en la Provincia, obviamente con más dificultad. Decía el intendente recién, Héctor [Héctor Olivera, intendente de Tordillo], que no se podía aspirar con los recursos del municipio a hacer una obra de estas características. Yo quiero decir primero, para bajarle un poco el tono a eso, es que también es imposible sin intendentes como este hacerlo de esta manera, en este lugar precioso, la verdad es que lo jerarquiza.
Lo mismo le pasa a un gobierno provincial, aún al gobierno provincial más grande de la Argentina, que es el de la provincia de Buenos Aires, hay muchas cosas que no puede solo. Porque hay cuestiones de magnitud de los recursos, hay cuestiones de jurisdicción, rutas nacionales, hay cuestiones interjurisdiccionales.
Lo que estoy tratando de explicar, recién le decía a Nicolás Kreplak, nuestro ministro de Salud, que acá no se va a instalar, lo digo más sencillamente, la clínica de Los Arcos, La Trinidad, todas esas que vemos cuando muestran la Ciudad de Buenos Aires. Y no es porque nosotros estemos prohibiendo la actividad privada, o porque pongamos barreras, límites. Es porque, como bien decía Héctor, no es negocio. Y para el privado es su función ganar plata. Alguien que hace una inversión, pone una empresa. Desde alguien que hace algo muy modesto, un pequeño emprendimiento, un kiosco, una heladería, hasta el que pone una gran clínica como la Suizo Argentina, si es un privado son accionistas, invierten, esperan recuperar la inversión con una ganancia. Es la lógica.
Y el problema es que el campo de acción de la actividad privada para conseguir ganancia es específico.Toda la historia económica y toda la historia argentina y la internacional también, muestran que hay campos donde ese esquema, por varias cuestiones, fracasa, falla.
Se estaba peleando el otro día el presidente Milei con esta idea de las fallas del mercado. Dice “no hay fallas de mercado”. Miren lo que nos está tratando de vender. Traficar que todo lo va a solucionar lo privado. Y, repito, nadie se está peleando con la actividad privada, está muy bien. Acá nos acompañan el intendente del Partido de La Costa, el intendente de Villa Gesell, lugares donde hay, por ejemplo, inmensos emprendimientos turísticos, privados que lo fomentan los intendentes, los fomenta el gobernador también.
¿Pero cómo lo fomentamos? Por ejemplo, convirtiendo en autopista la Ruta 11, la Ruta 56. Con un breve ejemplo, les demuestro que no se trata de a quién querés más, a tu mamá o a tu papá. Elegir entre todo público o todo privado. Eso es una estupidez que solamente se le ocurre a los ideólogos del Gobierno nacional, según ellos hay que decidir si queremos todo público o todo privado.
Por eso también se anda peleando con fantasmas. El otro día decía “Rusia, comunista’” No sé, ven fantasmas, Rusia hace rato que no es comunista, pero se están peleando con un modelo que no existe y que nadie está proponiendo.
Ahora nadie entiende bien contra quién se está peleando. Lo que empezamos a entender bien es qué vino a hacer y quién se beneficia con lo que vino a hacer, y quién se perjudica con lo que vino a hacer. Por eso, yo creo que todas esas palabras incomprensibles, esa jerga, esa presunta ciencia que maneja es para encubrir y esconder un proyecto político que están llevando adelante, cuyos resultados son catastróficos para las grandes mayorías, ya ni siquiera para los sectores más vulnerables únicamente, para los sectores medios, para los sectores profesionales, para los estudiantes universitarios, para los profesores, para los científicos, para la cultura. No se salva nadie de la aplicación de ese modelo.
Me parece que en Tordillo es fácil explicar, en Conesa, que esto no lo va a hacer nunca un privado. Así que, si existe es por una sola cosa, porque hay un Estado que se preocupa. Y si no, no está.
Y les doy otro ejemplo para no filosofar. Acá también, en nuestra primera gestión, que fue muy intensa en infraestructura, en obras, vine a inaugurar 84 viviendas. Y estuve recorriendo recién las viviendas que están a poco de terminarse, pero que fueron abandonadas, que fueron canceladas por el Gobierno nacional. Así que hoy es un día que, de alguna manera, por el contraste, también nos permite mostrar y demostrar las cosas de la mejor forma, que no es hablando, teorizando, filosofando, sino haciendo. El Gobierno nacional para las obras. Nosotros las terminamos.
Y hay obras que, por las dificultades de este tiempo, después de la devaluación de Milei, se han suspendido y se ha puesto mucho más complejo, porque devaluar en la Argentina ustedes saben que afecta en los materiales, en la construcción. Es muy difícil continuar una obra, hay que cambiar los precios, renegociar los contratos. Por eso el Ministro de Infraestructura me dice que, tanto la obra de tratamiento de líquidos cloacales, que es nueva, como el distribuidor, como el puente tan famoso, las tres obras la Provincia las va a hacer.
Muy contundente me parece, porque esto no quiere decir que resulte fácil en una situación como esta. Porque ustedes saben que se han conjurado para fundir a las provincias argentinas. Ni siquiera, obviamente la provincia de Buenos Aires tiene un protagonismo muy difícil de disputar por la magnitud, por la cercanía a la capital, por la envergadura, más allá de la dirigencia. Pero se la han agarrado con el federalismo y con cada una de las provincias argentinas, en un doble movimiento donde te tiran los problemas y te sacan los recursos.
Entonces, cada vez con más dificultades. Me decía Nicolás Kreplak que creció en toda la provincia de Buenos Aires la demanda de salud pública un 20 por ciento aproximadamente. Es mucho. Ellos cortan o empobrecen a la sociedad y después eso vuelca sobre lo que tanto odian. Porque finalmente es el Estado el que se tiene que hacer cargo de las tropelías y las chanchadas que hace el Gobierno nacional.
Y son Estados provinciales a los que quieren ahogar, a los que quieren asfixiar y a los que quieren fundir. Y entonces, empiezan a pasar estas cosas que ya vemos en diferentes provincias, de dificultad para pagar los sueldos o para dar los aumentos. Así que la verdad, están transformando este país en un país difícil de vivir. Ese es el gran esfuerzo que tenemos que hacer.
Y nosotros les vamos a contestar como hacemos todo, no con el sálvese quien pueda, sino colectivamente, de manera organizada, con un objetivo político y peleando por lo que es nuestro. Un pueblo sublevado. Creo que estamos en una situación muy, muy complicada, muy novedosa, muy excepcional. Y que acá hay que estar más fuertes y más unidos que nunca.
Así que inaugurar este centro de salud, que me decía el intendente que es del tamaño del hospital que ya tienen, es duplicar la prestación de salud del municipio. Es un Centro de Atención Primaria, que yo sé que acá a Tordillo le da mucha alegría tener. Pero a mí me gusta, en la provincia de Buenos Aires, que hay una alegría que es mayor, porque son 161 como este. Está acá, pero es para todo el pueblo de la provincia de Buenos Aires.
Lo último que digo es sobre las viviendas que están paradas, porque es mucho el daño que se hace. Y yo quiero llamar la atención, porque sé que debe haber, no sé si acá presentes, tal vez alguno, alguno que votó a Milei. Y yo quiero hablarle. Ustedes saben que no estamos en campaña electoral, no estamos compitiendo, nada de eso ocurre, pero las cosas hay que decirlas. Probablemente lo votó porque decía que iba a hacer un ajuste, eso es cierto, pero que era contra la casta. Yo les digo si quieren ver contra quién fue el ajuste vayan a un supermercado, vayan a una farmacia, vayan a una estación de servicio y ahí van a ver a quién está ajustando el gobierno de Milei.
Es una mentira y es una estafa electoral. Y yo no vengo a señalar a quién votó cada uno, porque era una situación nueva, y seguramente había causas, y seguramente hay responsabilidades que uno puede asumir. Pero esto que estemos todo el tiempo en disputas con España, con Brasil, nadie lo esperaba. Yo creo que esto ya superó un poco, incluso, a quienes éramos más pesimistas.
Así que tenemos esta situación y creo que lo que hay que intentar es, por ejemplo, lo que se hace con estas viviendas, lo que estamos haciendo, lo que está haciendo el Gobierno municipal. Y quiero ser muy claro, porque tal vez alguien lo votó y pensó que votaba a un nuevo gobierno. No hay gobierno. 63 por ciento de los cargos del Gobierno nacional están vacantes. No han nombrado a nadie. Uno dice “no tendrán suficientes funcionarios, no tendrán suficientes amigos”. Ahora el que era el mejor amigo es al que acaban de echar.
Así que no sé. Yo creo otra cosa, creo que están llevando adelante un plan de destruir el Estado. Lo ha dicho, además, “vine de presidente para destruir el Estado”. Y la forma es esta, también. Y lo digo con mucha preocupación y tratando de transmitir la gravedad.
Porque yo sé que cuando empecemos a tener problemas, problemas que ha generado del Gobierno nacional… Hay temas con el gas, pero va a haber muchos problemas. Nosotros gobernamos cuatro años y están pasando cosas que en estos cuatro años nunca pasaron. Y sé que esos problemas van a volcarse sobre los gobiernos municipales y sobre el Gobierno provincial, naturalmente. Porque, también, uno tiene otra actitud, y está bien que eso ocurra, pero hay que hablar de las responsabilidades. Estas cosas que están pasando tienen que ver con un vaciamiento, un desmantelamiento del Gobierno nacional.
Por ejemplo, para estas viviendas, no hay con quién hablar. Y fíjense, no es gratis esto. Porque a estas viviendas les faltaba poquito para terminarlas. Y cada vez falta más. Porque se empiezan a deteriorar, sólo con el paso del tiempo. Ha sido el municipio el que puso un sereno y tiene que hacerse cargo de que no se arruine. Y después se empieza a convertir en una especie de monumento al abandono. Y repito, no hay con quién hablar, no te contesta nadie. Está todo vacío, para cosas tan básicas.
Se acuerdan cuando ocurrió lo de Bahía Blanca. Fue muy expresivo. Y lo explico con ejemplos para que no parezca que es un bla bla. En Bahía Blanca tuvimos un tornado que afectó buena parte de la Provincia, se cayeron más de 5.000 árboles, se volaron los techos. Una calamidad tremenda. Y ese día fui temprano, y después más tarde vinieron vestidos, caracterizados, vinieron el Presidente y varios más, nos escucharon atentamente al intendente y a mí, y dijeron “yo estoy confiado en que ustedes se van a arreglar como puedan”. ¿Para qué fue?
Pero lo más triste fue lo del que entonces ministro del Interior, porque le hicimos una solicitud. La Provincia aportó chapas, aportó equipamiento, movilizamos, aportó bolsas de alimentos porque estuvimos días sin luz, aportó camiones para ayudar, hicimos un esfuerzo muy grande desde la Provincia. Y requerimos al Gobierno nacional, porque si no… ¿para qué estás en el Gobierno nacional si una provincia o una localidad tiene un problema? ¿Todo es ajeno, no importa? Y después el ministro del Interior dijo que “lo que pasa es que nos dejaron sin nada de alimento para distribuir”.
Y ahora nos estamos enterando que hace cinco meses tienen galpones —según información que yo no manejo, así que si me equivoco pido disculpas, pero creo que no, lamentablemente creo que es verdad— con 5 millones de kilos de alimentos que nos hubieran servido mucho en Bahía Blanca. Y cuando hubo inundaciones en Corrientes, que por supuesto nos pusimos en contacto. La provincia de Buenos Aires tiene dificultades, pero ayuda así como hicimos con Rosario cuando hizo falta patrulleros, como hicimos con Chubut, donde me dicen “esa ambulancia la trajeron ustedes”. Estamos tratando de ayudar a las otras provincias. El pueblo de la provincia de Buenos Aires comprende, sabe que pasa problemas pero cuando hay una dificultad tiende la mano. Creo que es una actitud que se valora todavía más ante la ausencia del Gobierno nacional.
Nada. No nos dieron nada para ninguno de los problemas que tuvimos y no le dieron nada a ninguna provincia. Así que estamos en una situación realmente muy novedosa, realmente muy complicada, pero hoy nos podemos olvidar un rato porque estamos en un día de fiesta para Tordillo, para la provincia, para Lavalle.
Venimos de inaugurar dos centros de salud hoy, como estos, estamos reactivando obras. Vamos a pelear porque esas viviendas se terminen. Va a ser difícil, temas contractuales, ausencia, pero vamos a ver cómo podemos hacer para terminar, por lo menos, 16.000 viviendas que nos dejaron así en construcción, sin hacer. La verdad que es muy, muy difícil y son situaciones que tenemos que abordar con mucha entereza y mucha comprensión.
Así que yo lo único que les pido es que no le echemos nunca la culpa ni nos peleemos con aquel que depositó su esperanza, porque lo hizo de buena fe para estar mejor, pero pidámosle que nos dé una mano para defender a nuestra provincia. También a los que votaron a Milei, porque la quieren desfinanciar, eso no estaba en campaña, no votaron eso. Yo sé que la provincia de Buenos Aires, con todo su pueblo, se va a defender.
Muchísimas gracias.