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TEATRO ARGENTINO

El TACEC presenta la ópera tango “Eurídice, una sombra ya pronto serás”

El Centro de Experimentación y Creación presenta una novedosa versión de la ópera “Orfeo y Eurídice” de Gluck. Estos espectáculos son impulsados por el Instituto Cultural.

Lunes 29 de Julio 2024
El TACEC presenta la ópera tango “Eurídice, una sombra ya pronto serás”

La Temporada 2024 del Centro de Experimentación y Creación continuará el sábado 3 de agosto, a las 20, y el domingo 4, a las 18, con la ópera tango “Eurídice, una sombra ya pronto serás”, a realizarse en la Sala del TACEC, en el primer subsuelo del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino, ubicado en la Avenida 51 entre 9 y 10. Habrá nuevas funciones el sábado 10 de agosto, a las 20, y el domingo 11, a las 18. Este espectáculo integra las acciones programadas por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.

La propuesta se basa en la ópera “Orfeo y Eurídice”, inspirada en el mito griego de Orfeo y dada a conocer en 1762 por el compositor alemán Christoph W. Gluck (1714-1787). En esta versión, los personajes son trasladados a los festejos propios del carnaval porteño de los años ’30 y la partitura es reorquestada para un cuarteto de tango.

Los arreglos y la dirección musical le corresponden a Sebastián Zubieta y la dramaturgia y la dirección de escena a Mariana Ciolfi. Como intérpretes intervendrán la mezzosoprano Victoria Gaeta (Orfeo), la soprano Natacha Nocetti (Eurídice) y el bajo/barítono Emiliano Bulacios (Amor). El cuarteto de tango estará conformado por Darío Jozami (bandoneón), Alejandro Bordas y Hugo Romero (guitarras) y Matías Cadoni (bajo).  Al Coro lo integrarán Luciano Merlino, Enzo Viviani, Santiago Barcala, Lucila Loewy, Milagros Caballero y Antonia Uhart. En la preparación musical y los ensayos al piano intervino César Bustamente. El vestuario y la ambientación son de Stella Maris Müller y el diseño de iluminación de Fabricio Ballarati.

Las entradas gratuitas para las dos primeras funciones, con reserva online, se podrán obtener a partir del jueves 1 de agosto, a las 12, a través del link publicado en la Web y en las redes sociales del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Teatro Argentino. Y para las dos últimas representaciones podrán obtenerse desde el jueves 8 de agosto, también a partir de las 12.

Versión de cámara porteña de la ópera de Gluck

Musicalmente esta versión consiste en una suerte de versión de cámara porteña de la ópera de 1762, preparada a partir de los originales. Las arias de Gluck, reorquestadas, son el foco musical, mientras que los recitativos, que tradicionalmente proporcionan el contexto dramático, son reemplazados por textos poéticos de grandes letristas del tango tales como José María Contursi o Emilio Fresedo. La orquestación incluye instrumentos tradicionales del tango como bandoneón, guitarras y bajo.

La responsable de la dramaturgia y de la puesta, Mariana Ciolfi, señala que “intentamos recrear el mito de Orfeo a partir de la ópera de Gluck desde una mirada femenina y en un espacio conocido como es el del carnaval. Elegimos ese contexto porque esa celebración funciona como un espacio de subversión social. Todos podemos ser ‘reyes’ o ‘reinas’ en el carnaval, todas las desigualdades se compensan, pero al finalizar el día cada uno vuelve a su realidad y aquellos comportamientos socialmente vedados que afloraron debajo de las máscaras revelan lo que realmente somos”. 

“El lenguaje estético -añade Ciolfi- es el de la danza-teatro, que surge a partir de los propios interludios danzados de la ópera original, creando imágenes a partir de la cultura cómica popular que exploran una exaltación de la materialidad más inmediata y más baja, por lo tanto relacionada con la sexualidad y la dimensión más animal del ser humano”.

Según la síntesis argumental, en un festejo de carnaval porteño de fines de los años ‘30 coinciden Eurídice y Orfeo, ambos hijos de inmigrantes italianos. Los dos asisten disfrazados de novios. El flechazo es inmediato. Se miran y se enamoran. Deciden casarse y, en medio de la algarabía de los festejos, irrumpe entre la multitud  Amor, un cafisho que acosa a Eurídice e intenta violarla. Ella quiere huir pero es secuestrada. Cuando Orfeo se da cuenta de su desaparición, comienza una frenética e incansable búsqueda. Eurídice no aparece. Ya sin esperanzas, se sume en la tristeza emborrachándose en un bar, al que llega Amor y, engañándolo, le da la clave para encontrar a su esposa. Él mismo lo conduce al lugar donde se encuentra, un cabaret que el propio Amor regentea. Le advierte que no intente mirar a Eurídice o la perderá para siempre. Orfeo entra, rechaza a otras mujeres del lugar que intentan seducirlo y, finalmente, consigue identificar la voz de Eurídice a través de una pared. Logran cruzar unas palabras y la alegría de ambos es infinita. Por un instante se sienten renacer. Entonces Amor irrumpe en la habitación de Eurídice. Aprovechando que Orfeo no puede verla ni tocarla, la obliga violentamente a reclamarle una prueba de amor, al menos una mirada. Orfeo no puede soportar más sufrimiento y acaba por ceder y caer en la trampa de Amor, quien terminará con la vida de Eurídice.