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MASACRE DE RIO LUJAN

"MI HERMANO Y YO VIVIMOS ENTRENADOS PARA VIVIR EN EL PELIGRO. NO PODÍAMOS TENER VISITAS NI DE FAMILIARES"

Lo dijo Cecilia Todesca Bocco, hija de Luis Todesca Bocco, en el juicio que comenzó el pasado 15 de septiembre donde se juzga a ex policías bonaerenses por el fusilamiento de militantes de Montoneros en abril de 1975.

Viernes 22 de Septiembre 2023
"MI HERMANO Y YO VIVIMOS ENTRENADOS PARA VIVIR EN EL PELIGRO. NO PODÍAMOS TENER VISITAS NI DE FAMILIARES"
Audiencia 2.

En la segunda audiencia de la causa conocida como Masacre de Río Luján, desarrollada  este jueves 21 de septiembre el Tribunal Oral Federal N° 3 de San Martín, los jueces Dr. Rodríguez Eggers, Dra. Vega Flores y Dr. Venditti escucharon cinco testimonios de personas vinculadas a Luis Bocco.

En primer término declaró Alicia Raquel Werberg Karlton, esposa y compañera de la víctima Luis Bocco, padre biológico de la exvicejefa de Gabinete nacional y actual secretaria de Relaciones Internacionales de la Cancillería argentina, Cecilia Todesca Bocco.

Así, relató que se mudaron con Luis y sus hijos a Campana porque él iba a entrar a trabajar en la UTN, a una casa que vivían junto con Carlos Tuda. 

“Una noche se fueron y no regresaron”, dijo. Y agregó que “esa misma noche, una persona que no conocía le dijo: “Te tenés que ir. No pierdas el tiempo. Tomatela. Ahí agarré las cosas, los nenes y me fui.” relató Alicia.

La madre de Alicia pudo recuperar el cuerpo y enterrarlo en Olivos. A partir de eso se quedó sin casa y sin trabajo y con dos chicos, y supo que luego allanaron la casa donde estaba viviendo.

En segundo lugar declaró Cecilia Todesca Bocco, y mientras iba relatando lo que sabía de lo que le sucedió a su padre, dijo: “Yo soy de las que lloran”. Toda su declaración transcurrió con mucha emoción relató las consecuencias y el miedo permanente que vivieron desde el asesinato de su padre.

“A partir de ese momento nos cambiamos de casa mil veces, porque vivíamos bajo persecución... era la historia de la argentina”. Y actualizó que tuvieron que exiliarse y cómo había sido vivir en México.

"Recién este año fui al lugar de los hechos. Nos costó 48 años recorrer 50 kilómetros. Es increíble que hayamos tardado tanto tiempo en ir a ese lugar. Debo haber pasado a metros mil veces pero no podíamos ir, no queríamos hacerlo. Así que estoy muy agradecida de que esto está pasando, porque es muy importante para mi familia saber qué paso, para las otras familias y para la Argentina en general", señaló Cecilia Todesca Bocco.

Luego prestó testimonio Fernando Todesca Bocco, hijo de Luis, y expresó que tenía un año y medio cuando sucedieron los hechos de la causa y que lo que conoce es por el relato de su madre y de su tío, Gerardo Bocco. Y relató cómo le costaba explicar lo que le había pasado a su papá biológico durante toda la infancia, hasta que volvieron a la argentina.

En cuanto a Gerardo Bocco pudo poner un contexto generacional sobre el momento en que ocurrieron los hechos, y cómo la violencia comenzó con todos los golpes de estados padecidos por la sociedad argentina, y que la violencia de las organizaciones políticas, que fue infinitamente menor a la padecida durante todas las dictaduras y con mayor relevancia a la última fue una respuesta a la violencia recibida.

Por último declaró una amiga de Luis, Lidia Graciela Girola Molina, con quien compartieron militancia y fue quien colaboró a alejar en su domicilio a la familia de Luis luego de haber sido asesinado. Emocionada narró el compromiso que había asumido Luis con la militancia para que la gente de pocos recursos pueda tener una vida digna. “Buscaban lograr que la gente viviera mejor y que la Argentina sea un país más justo. Por eso éramos amigos”, concluyó Lidia.

 

Sobre el caso y encubrimiento.

En la causa se investiga el homicidio de cinco militantes de la agrupación Montoneros: Carlos Lagrutta, Carlos Molinas Benuzzi, Carlos Tuda, Luis Bocco y Guillermo Rodríguez, la noche del 11 de abril de 1975 en la ruta 9 a la altura de la localidad bonaerense de Otamendi.

El 14 de abril de 1975 se inició un expediente para investigar las muertes de aquella madrugada, que tramitó ante el Juzgado Federal de San Nicolás con la colaboración de la Comisaría de Campana, y el resultado procesal fue el sobreseimiento definitivo de los policías que participaron del operativo.

Los efectivos, integrantes de tres comisiones policiales y provenientes de diferentes distritos, eran Ramón Becerra, Víctor Quiroz, Rubén Vecces, Hermes Acuña, Silvano Lima, Oscar Leguizamón, Carlos Leguizamón, Celestino Ruiz Díaz, Juan Carlos Santillán, Juan Ramón Costa y Raúl Romano. Y se cerró.

En el desarrollo de esa investigación, y que contó con el testimonio del chofer del camión, Pedro Ortiz, estuvieron involucrados otros tres policías: el titular de la Comisaría de Campana Juan Pedro Ruseckaite, que "dirigió” el sumario en coordinación con el médico policial Carlos Quetglaz y el oficial principal Samuel Bunge Diamante.

La próxima audiencia se realizará el jueves 28 de septiembre próximo.