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Gran expectativa por el inicio de obra del Camino de Borde

Viernes, 3 Agosto, 2018

A fines del año pasado comenzaron los trabajos para vincular la Ruta 8 con Panamericana, un proyecto de conectividad que impulsa el COMIREC, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que beneficiará a más de 100.000 vecinos. El Camino de Borde es una de las obras de mayor envergadura que lleva adelante el organismo provincial.

Se espera que en 26 meses conecte decenas de barrios de Tres de Febrero, San Martín y San Isidro a lo largo de 12 kilómetros. El objetivo del Camino de Borde es dotar a estos partidos de un corredor vial eficiente que complete y articule la red vial urbana y contribuya al ordenamiento y al control del territorio. De este modo, le otorgará accesibilidad a la población asentada en este sitio y desde el Estado brindar los servicios básicos: seguridad, salud, educación, equipamiento, etc.

La expectativa en la población es importante, dado que la provincia de Buenos Aires, a través del COMIREC, ha promovido la participación de los vecinos atendiendo sus necesidades y consultas, pero también tomando sus ideas y observaciones para recuperar el espacio verde y los lugares comunes al devolverle calidad ambiental sostenida. Asimismo, suman sus aportes las organizaciones sociales locales, universidades, municipios y otras instituciones.

Para enriquecer el uso que le darán los habitantes al camino, se pensó en el desarrollo y puesta en valor de espacios a lo largo de toda la traza, que valorizarán aún más la obra central. Entre otras cosas, se construirán veredas, disposición de alumbrado público, bicisendas, mejoras en áreas de vías ferroviarias. Además, el proyecto integral contempla avanzar en la urbanización, con mayor acceso al agua potable, red de desagües, estaciones de bombeo, conexiones domiciliarias, mejoras en calles de acceso, etc.

LAS CLAVES DEL URBANISMO EN EL CAMINO DE BORDE

Diversos fenómenos históricos han desarrollado una visión del río equívoca, como un obstáculo a la urbanización, sin embargo el modelo cambia al resignificarla como áreas valoradas y protegidas, dando contención a las principales necesidades de sus habitantes. En respuesta a las problemáticas contempladas, se busca reparar ambientalmente e integrar el espacio  social y urbanísticamente.

En este proceso el Camino de Borde ocupa un lugar significativo, que busca un ordenamiento territorial, social y ambiental, dotando el sector de un corredor vial eficiente, que brinde accesibilidad a las viviendas y a sus actividades cotidianas. Además, que permita el acceso al transporte público, escolar, de emergencia y otros servicios municipales, y que hagan al Estado partícipe en el desarrollo diario.

La intervención con infraestructuras y trabajo social, deviene en la revalorización de la zona y recuperación de espacios verdes, lo que resultará una mayor integración socio-territorial de la población, generando importantes impactos socio-ambientales y económicos positivos, que estimulan las expectativas de desarrollo local.

Dar accesibilidad a la población de más de 100.000 vecinos, facilitará que el Estado pueda brindar los servicios básicos: seguridad, salud, educación, equipamiento, porque para poder transformar es necesario en primer término acceder.