La víctima tenía 40 años en el momento de su secuestro, era carpintero, ayudaba en la alfabetización de adultos en Villa Virreyes y también colaboraba construyendo bancos y mesas. El pasado 8 de noviembre se cumplieron 42 años de su secuestro y desaparición.

En primer término, declaró Patricia Noemí Barreto, hija mayor de la víctima, quien tenía 16 años en el momento en que ocurrieron los hechos. En su  testimonio dio cuenta detalladamente del secuestro de su padre y del camino que la familia recorrió en búsqueda de justicia.

Luego continuaron con sus testimonios su hija Mariana Elizabeth Barreto y su hijo Jorge Gustavo Barreto, quienes tenían 6 y 8 años respectivamente el día que secuestraron a su padre.  Finalmente declaró María Noemí Frutos, esposa de la víctima. Los relatos dieron cuenta también de las consecuencias que tuvo para la familia el secuestro y desaparición  de Tomás Salvador Barreto.

En este sentido, la esposa de la víctima declaró que en medio del dolor por la ausencia de su marido no pudo ver crecer a sus hijas y a su hijo ya que a partir del secuestro tuvo que trabajar 16 horas por día para sostener a la familia. A su vez remarcó nunca va a perdonar a los genocidas, por lo que le paso a su marido y las secuelas que provocó esto para ella, sus hijas y su hijo. María Noemí Frutos, concluyó su declaración testimonial pidiendo que los responsables de lo ocurrido  vaya  presos aunque tengan 90 años.

Recordemos que las audiencias de este juicio se realizan todos los días miércoles ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín y en donde son juzgados 22 imputados por cometer crímenes de lesa humanidad contra 323 víctimas. La Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires es querellante en este juicio.