por Esteban Manuel Pereyra*

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal n°2 de San Martín, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodriguez Eggers y Matias Mancini, condenó a prisión perpetua al ex-policía Luis Patti, por su intervención en el homicidio agravado del ex-diputado peronista, Diego Muniz Barreto. Lo padecido por las víctimas se pudo conocer por el relato de Juan Jose Fernández, quien salvó su vida milagrosamente y dejó un relato pormenorizado de lo sucedido.

Se trata de uno de los casos más entreverado de los tantos que dejó el plan sistemático de la última dictadura cívico militar. Cabe recordar que Diego Muniz Barreto y Juan José Fernández, su secretario privado, fueron detenidos en una carnicería de Escobar, lugar de residencia de Barreto, el 16 de febrero de 1977. Fue Luis Abelardo Patti quien se identificó como policía y los llevó a la comisaría de Escobar, punto cero del circuito represivo que continuó en el centro clandestino de detención y tortura ubicado en Campo de Mayo.

A Muniz Barreto no lo podía desaparecer. Por su pertenencia a una familia patricia y los nexos que esta con personajes como Martinez de Hoz. “Querían seguir cultivando esta vida social que mantenían” dijo su hija, Juana, durante el juicio oral. Resolvieron matarlo, pero que parezca un accidente y no ya una incógnita como lo habían hecho y estaban haciendo con miles de personas.

Luego de su cautiverio bajo torturas en Campo de Mayo, las víctimas fueron trasladados en pleno verano en los baúles de dos autos hasta un cauce de agua del Paraná en la provincia de Entre Ríos, ahí fueron inyectados con un liquido blanco y espeso que dejó inconsciente a Muniz Barreto y bastante mareado a Fernández, pero no perdió el conocimiento.

Las víctimas fueron introducidos en el auto particular de Fernández, lo empujaron al agua y comenzaron a tirarle piedras, rompiendo el parabrisas del vehículo para que se llene de agua y encuentren la muerte. No contaban con que sobreviviría Fernández y contaría lo sucedido con lujo de detalles. Durante la dictadura, Patti actuó en la Comisaría de Escobar y en la Brigada de Tigre de la Policía Bonaerense a cargo de grupos operativos.

En la zona, Patti era uno de los policías más activos en la represión, así lo reconoció Hugo Jaime, habitante y militante de Escobar, quien ubicó a Patti como perseguidor de varios militantes políticos y gremiales entre los cuales se encontraba Goncalvez, Tilo Wenner, Maranelli, Gimenez, entre otros. Si bien Patti ya tiene otras condenas por crímenes de lesa humanidad, este proceso tardó más de 10 años en ser llevado a juicio. Juana Muniz Barreto, sin embargo, reconoció la importancia de poder revertir el manto de mentiras sobre lo sucedido con su padre.

Actualmente, se están llevando adelante 8 juicios orales y públicos en dónde se juzgan delitos de lesa humanidad y se continúan conociendo las consecuencias directas y las múltiples ramificaciones del daño cometido por la última dictadura cívico militar. La reconstrucción de la verdad a través de los juicios es la herramienta más fuerte que tenemos contra el negacionismo resurgiente.

*Abogado apoderado de la Subsecretaría de DDHH de la PBA en causas de lesa humanidad (jurisdicción San Martín).