Con más de 1.400 inscriptos, representantes de 23 provincias y expositores internacionales, se desarrolló la 28º edición del Congreso Nacional del Agua (CONAGUA) en la ciudad de Mar del Plata.
El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis, encabezaron el cierre del XXVIII Congreso Nacional del Agua (CONAGUA), el encuentro técnico-científico y de gestión del agua de mayor tradición en Argentina, donde se expusieron los nuevos conocimientos en relación al agua y debatieron sobre los principales lineamientos y consensos necesarios para el futuro de la política hídrica nacional y provincial.
“Lo que ha hecho el Gobierno nacional desde que asumió es impulsar un negacionismo de la crisis climática que ya tiene consecuencias concretas: subejecutó presupuestos, detuvo obras y desfinanció proyectos de investigación muy importantes”, manifestó Kicillof durante la conferencia “Gobernanza del agua en un país federal”.
Por último, Kicillof remarcó: “El Presidente debe hacerse cargo de que paralizar obras esenciales que mitigan los daños ante desastres naturales es incumplir la ley y la propia Constitución Nacional”. “Frente a tanta crueldad, este 7 de septiembre tenemos la oportunidad de expresar que hasta acá llegaron las políticas de ajuste de Javier Milei: juntemos fuerza para defender las obras, pero también a los trabajadores, a la producción, a las universidades y a los científicos”, concluyó.
Durante su discurso, Gabriel Katopodis afirmó: “Con el Gobernador Kicillof, el CFI e intendentes de distintas provincias cerramos dos días intensos de trabajo en el Congreso Nacional del Agua, con la participación de más de 1.200 académicos, técnicos, investigadores y directores de organismos para trabajar en una agenda de desafíos para adelante”.
Y continuó: “Lo hacemos en un momento donde el Estado nacional se retiró definitivamente del territorio. Milei tienen que explicar por qué no quieren hacer las obras de agua y cloaca que necesita la gente o infraestructura de riesgo hídrico para las ciudades”.
“La Argentina tiene todo para ser un gran país y la Provincia demuestra todos los días que hay otro camino para liderar el desarrollo. Nos estamos preparando para el día después de esta tragedia a nivel nacional”, concluyó.
El evento, que contó con 1.470 inscriptos y se desarrolló en la ciudad de Mar del Plata, fue organizado por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense junto al Consejo Federal de Inversiones, la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Centro Interdisciplinario de Investigaciones Aplicadas al Agua y el Ambiente (CIIAAA) como socios institucionales.
Durante dos días se desarrollaron mesas debate sobre temáticas específicas como la gestión integrada de cuencas, agua y saneamiento, riesgo hídrico en ciudades, sistemas de información hídrica, adaptación productiva a extremos climáticos y glaciares; ponencias sobre trabajos académicos y reuniones de gestión con la participación de representantes de 23 provincias argentinas y expositores de Chile, Brasil, Países Bajos, España, Estados Unidos, Japón.
Además, se realizaron conferencias magistrales sobre Cambio Climático a cargo de Celeste Sauro, secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial y ex directora del Servicio Meteorológico Nacional; Riesgo Hídrico en ciudades; gobernanza del agua en un país federal.
Asimismo, esta edición del CONAGUA contó con el primer debate de juventudes en el panel “Jóvenes, futuro y Cambio Climático. Los pibes y las pibas como garantía de un desarrollo sostenible”, donde dialogaron sobre cambio climático, ambientalismo, recursos naturales y el futuro que se imaginan y desean, entre otros temas de interés.
CONAGUA VOLVIÓ A LA PROVINCIA
El Congreso Nacional del Agua se realiza desde 1963 y esta será su segunda edición en territorio bonaerenses. La anterior se había realizado en 1993 en La Plata. En esta ocasión tendrá lugar en Mar del Plata, ciudad con una larga tradición académica y científica en torno a la temática y donde se celebró la Conferencia Mundial del Agua en 1977.
La provincia de Buenos Aires solicitó volver a ser sede por el especial interés en el desarrollo de políticas públicas en un momento donde la ejecución de la infraestructura hídrica fue abandonada por el Gobierno Nacional, que retiene los fondos provenientes de los impuestos de los argentinos destinados específicamente a mitigar las inundaciones.
Tras lograr la aprobación del Comité Permanente de los Congresos Nacionales del Agua, se asumió el compromiso de generar un espacio de debate e intercambio con especialistas y académicos que lideran estos temas, para dar respuestas a la ciudadanía y protegerla de los impactos de los eventos climáticos extremos.