Se trata del segundo episodio y cuenta con relatos de vecinas, quienes durante su infancia y juventud fueron testigos de la persecución y el secuestro de familiares por parte de la dictadura.
En el marco de los 47 años del comienzo de la última dictadura cívico-militar, y a 40 años de la vuelta a la democracia, el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) lanzó el segundo capítulo de la serie de microdocumentales denominado: “MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA en los barrios populares”.
La propuesta retrata experiencias vividas en los barrios populares durante los procesos militares comprendidos entre 1966-1973 y 1976-1983, a través de relatos en primera persona de vecinos y vecinas de las comunidades donde el organismo se encuentra implementando políticas de reurbanización.
En el segundo episodio titulado: “La represión clandestina: secuestro y desaparición forzada de personas en los barrios populares”, se presentan los testimonios de Graciela Mónica López de Morón y Alicia Noemí “Perla” Brugada de La Matanza, quienes durante su infancia y juventud fueron testigos de la persecución y el secuestro de familiares durante la última dictadura cívico-militar, e intercala imágenes de archivo de la época.
Estas acciones se enmarcaron en el Plan de Erradicación de Villas de Emergencia de la ciudad de Buenos Aires (PEVE), que se desarrolló desde 1977 y cuyos objetivos fueron: congelar su crecimiento, reprimir la resistencia y organización en los barrios, y expulsión al Conurbano Bonaerense.
La represión durante la dictadura cívico-militar:
Más de 200.000 personas sufrieron la erradicación planteada por el PEVE y fueron a engrosar las barriadas populares y a generar nuevos asentamientos o villas. Entre los partidos que más percibieron estas migraciones internas se pueden nombrar a La Matanza, Morón, Lomas de Zamora y Quilmes, entre otros. Pero este desplazamiento no fue la única forma de represión.
En ese sentido, durante el Terrorismo de Estado además funcionó un plan sistemático de represión ilegal que incluyó la desaparición de más de 30.000 personas, militantes barriales fueron detenidos, secuestrados y encerrados para su tortura y posterior desaparición en centros clandestinos de detención, como así también la apropiación de más de 500 bebés nacidos en cautiverio que aún son buscados por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Es así que en el Partido de La Matanza hubo más de 500 desaparecidos y un circuito de 13 centros clandestinos de detención, entre ellos El Vesubio, Puente 12, las comisarías de San Justo, Ramos Mejía, Laferrere, Villa Insuperable, La Salada, Ciudad Evita y el Regimiento de La Tablada. Por otro lado, la Brigada de Investigaciones de San Justo funcionó como maternidad clandestina y de apropiación de niños.
En tanto en el Partido de Morón hubo más de 300 desaparecidos. Morón (que en esa época incluía a los actuales Partidos de Ituzaingó y Haedo) formó parte del circuito represivo que los militares designaron como Subzona 16 junto a Merlo y Moreno. Incluyó 13 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, entre ellos la llamada “Mansión Seré” o “Atila”.
Memoria en los barrios populares:
A 47 años del inicio de esta cruel dictadura y a 40 años de recuperar nuestra democracia, se puede ver cómo los barrios populares han reconstruido el tejido social y sus organizaciones, y nuevamente están de pie y en lucha por la conquista de sus derechos.
En los recuerdos y en las palabras de aquellas mujeres que habitaron y habitan esos barrios, en agradecimiento a tanto sacrificio y humildad, OPISU ofrece hoy su homenaje acompañando a los organismos de Derechos Humanos en los juicios de lesa humanidad contra los represores, en la búsqueda para recuperar las y los nietos apropiados, y en la defensa irrestricta del sistema democrático.
La serie documental se puede ver en el canal de YouTube OPISUpba, o en el siguiente enlace: https://youtu.be/5D8ZDfEM_vM