La máquina de hemodiálisis permitirá la atención de pacientes agudos con insuficiencia renal en la zona.
El Ministerio de Salud de la Provincia puso en marcha un equipo de hemodiálisis en la UPA 7 de Lezama para el tratamiento de pacientes agudos con insuficiencia renal. Esta incorporación beneficiará también a las y los vecinos de Castelli, Chascomús, Dolores y Pila, ya que no existe un servicio de este tipo en toda la zona, así como a los turistas que transitan por la Autovía 2.
“La UPA 7 está enclavada físicamente en Lezama, pero tiene un área de influencia muy importante que abarca todo el corredor hacia Mar del Plata y la Ruta 11, hasta San Bernardo. Por eso pensamos que esta unidad de diálisis de emergencia va a satisfacer la demanda en situaciones muy graves, como el fallo renal de un paciente, donde la única manera de que sobreviva es mediante la diálisis”, explicó su director, Walter Paz.
Y, detalló, además: “Hasta ahora, solamente podíamos brindar soporte con inotrópicos y ventilación mecánica, pero en un contexto de máxima gravedad, debíamos derivar al paciente a La Plata o Mar del Plata en condiciones muy inestables, lo que podía poner en riesgo su vida. Por eso, este servicio representa un avance muy importante para garantizar el acceso a la salud”.
Para la puesta en marcha de este nuevo servicio renal de emergencia, además de la máquina de diálisis, se adquirieron insumos y todo el equipamiento necesario solicitado por la licenciada en Enfermería y técnica en Hemodiálisis y Diálisis Peritoneal, Vanessa Suárez, quien, junto a técnicos enfermeros de la UPA y las autoridades a cargo, impulsaron el pedido ante la Dirección de Salud Renal del Ministerio.
También fue necesaria la adecuación de las instalaciones para que la unidad de hemodiálisis esté certificada; y ofrezca garantías desde el punto de vista de la seguridad del paciente.
Gracias a un trabajo conjunto con el personal de mantenimiento, hoy funciona como una terapia intermedia, equipada con cama con respirador, monitores, carro de paro y todo lo necesario para brindar el mejor soporte en situaciones extremas, como lo es un fallo renal. Su objetivo es estabilizar al paciente y, posteriormente, continuar con los tratamientos habituales.